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Espadas exhibe el poder local del PSOE para exigir que la Junta le dé fondos extra a los municipios por la Covid

Espadas, escoltado por alcaldes, alcaldesas y portavoces socialistas en los grandes municipios.

Antonio Morente

26 de julio de 2021 20:15 h

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El PSOE gobierna en Andalucía en casi el 60% de los municipios, alrededor de 460, así que no es cuestión de desaprovechar esta poderosa palanca para golpear las puertas del Gobierno andaluz (PP-Cs). Así lo entiende también el nuevo secretario general socialista, Juan Espadas, que este lunes se apoyaba en el músculo municipal de su partido para reclamarle a la Junta que transfiera a los ayuntamientos fondos extraordinarios para luchar contra la Covid-19, un dinero además que no saldría directamente de las arcas autonómicas porque lo está poniendo el Gobierno central.

Espadas tiene claro que el poder municipal del PSOE va a ser su punta de lanza, el caballo que en buena parte va a tirar del carro de su proyecto como líder del socialismo andaluz. Por ello este lunes se reunía con los alcaldes o portavoces municipales socialistas de las 29 localidades andaluzas con más de 50.000 habitantes, en los que el PSOE gobierna casi en la mitad (14 consistorios), incluidas cuatro capitales: Sevilla, Huelva, Jaén y la recién recuperada Granada. En estos municipios viven 4,1 millones de personas, casi la mitad de la población de Andalucía.

En este terreno de juego, Espadas hace uso de su condición de regidor de Sevilla para hablar un lenguaje que entienden todos los munícipes: el coronavirus ha obligado a los ayuntamientos (a todos, grandes y pequeños) a hacer gastos extraordinarios que no se han visto compensados por ingresos extraordinarios… por parte de la Junta de Andalucía. Y eso que el Gobierno, asegura, le ha transferido hasta “500 millones de euros por encima de lo que la Junta había presupuestado”.

El ejemplo de los colegios

Así que el mensaje es que no se lo quede todo y que reparta. Un ejemplo, como viene repitiendo desde la semana pasada en el ámbito local, es el de la desinfección de los colegios, que son edificios municipales cuya limpieza es competencia de los consistorios. Pero lo que hay que hacer en los centros educativos de cara al próximo curso “no es limpieza, es desinfección”, y con esa factura adicional están apechugando los gobiernos locales de todo signo político.

Así que el argumento retórico para esta cumbre municipalista socialista era tener “una panorámica completa de la realidad local” en las grandes urbes, pero a la hora de la verdad el mensaje era mucho más directo: la Junta está recibiendo mucho dinero del Estado y tiene que hacer llegar una parte a los municipios. Ya de paso, se reclamaron mesas permanentes para “institucionalizar” el diálogo de los ayuntamientos con el Gobierno andaluz, una para los municipios con más de 50.000 habitantes y otra (en la que también estarían las Diputaciones) para los más pequeños. Y ya puestos, otra mesa para ver cómo se hará el reparto de los anhelados fondos europeos para la recuperación.

El Parlamento como foro municipalista

El secretario general socialista ponía el acento en que los ayuntamientos son “las administraciones más cercanas a los ciudadanos, así que uno de sus objetivos ahora como oposición (”y luego como gobierno“, se esmeró en apostillar) es convertir el Parlamento andaluz en un foro en el que se debatan las iniciativas que planteen los municipios. Para ello, ofrecía como intermediario al PSOE, ”el partido más cercano a los problemas y expectativas“ de la ciudadanía.

Así que en su primera comparecencia como secretario general después de su proclamación el pasado viernes, Espadas dejaba claro que no piensa desaprovechar el poderío municipalista del PSOE. De hecho, llegó a reclamar una “segunda descentralización” en la que los ayuntamientos sean los protagonistas: si en una primera fase el Estado transfirió competencias a las comunidades autónomas, ahora es el momento de que éstas hagan lo propio con las entidades locales. De ahí, insistió, la necesidad de “ligar financiación autonómica y local”, ahora que tanto se vuelve a hablar de cambiar el modelo de financiación de las comunidades autónomas. Pero esa, como se suele decir, es otra historia...

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