“La credibilidad de las diputaciones está en juego por una mala praxis política nacional”

José Entrena, presidente socialista de la Diputación de Granada, habló con eldiario.es/andalucia días antes de la firma del pacto entre el PSOE y Ciudadanos en el que se hablaba de la supresión de las diputaciones y su sustitución por un Consejo de alcaldes. En su momento, manifestó su desacuerdo con ese particular punto del programa de los de Rivera, aunque admitió que habrá que ver la letra pequeña del acuerdo entre ambas fuerzas en este aspecto concreto. En el cargo desde las pasadas elecciones municipales sustituyendo a una presidencia del Partido Popular, el encuentro tuvo lugar en su despacho de la Diputación. 

¿Cómo se ha encontrado la Diputación?

Hay algunas cosas que estaban funcionando relativamente bien a nivel administrativo. Pero lo más llamativo fue que el día antes de tomar posesión como presidente recibimos una sentencia judicial que declaraba ilegal el servicio de reciclaje de residuos sólidos urbanos. Y nos hemos visto obligados desde el primer momento a resolverlo. El servicio está provincializado y estaba generando un problema económico de primer orden. Fue lo más llamativo.

Respecto al resto, estamos intentando corregir algunos errores de la anterior legislatura, de algunos planes provinciales, pero poco a poco, sin llevar una política sectaria, de castigo al adversario político desde una institución. Está en juego la credibilidad de la institución, y lo está por una mala praxis política en el ámbito nacional y porque en muchos casos no se corresponde lo hace con lo que tiene que hacer. Estamos intentando adaptar la diputación de forma rigurosa a lo que nos mandata la ley, que es la garantía de que los municipios de menos de 20.000 habitantes puedan cumplir las competencias que la ley le otorgue con todas las consecuencias. Y en eso no hay una política distinta en función del color político de quien gobierna.

¿Les están poniendo alguna zancadilla en esta tarea?

Nos están poniendo zancadillas. En el caso del reparto de Fondos Europeos, creo que se trata de políticas motivadas por una estrategia política del PP que considera que los grandes núcleos de población son su gran granero de votos, y que el mundo rural , sobre todo andaluz, está más ligado a los Gobiernos del PSOE. Eso hace, por ejemplo, que se tomen determinaciones que castigan al mundo rural en la distribución de los fondos europeos, que dependen del Gobierno de España. Aparentemente ahora no vamos a tener el mismo presidente, pero está por ver.

¿Cómo ve el panorama nacional desde Granada?

Soy un defensor de que hay que conseguir que se dignifique la actividad pública. Como socialista, defiendo que la credibilidad en política normalmente la tenemos que conseguir cuando gobernamos. Vivimos un momento de descrédito de la política. El Partido Socialista y democracia es lo mismo, y nuestro primer objetivo tiene que ser esta dignificación. Y que volvamos a ser los políticos referentes sociales. Decir esto para muchos será creer que estoy mal de la cabeza. Pero la actividad pública es una actividad temporal; a la que ciudadanos y ciudadanas de todo orden y condición, que tenemos nuestras profesiones y nuestros trabajos, decidimos durante una etapa de nuestra vida dedicarle un tiempo. Y la mejor manera de dignificar la tarea y de ganar credibilidad es gobernando. Con los princpios de que lo que decimos lo tenemos que cumplir y si no lo hacemos, tenemos que justificarlo y los ciudadanos tienen que saberlo.

¿Es tan difícil ponerse de acuerdo?

Aquí estamos gobernando en minoría, solos, y estamos sacando nuestras propuestas políticas con mucho diálogo. Con la mente abierta de que no somos sólo nosotros los poseedores de la verdad. Con el resto de formaciones políticas, escuchando: Porque están haciendo propuestas interesantes, y las asumimos como si fueran nuestras. Es un elemento positivo, no un elemento de inestabilidad. 27 personas piensan más que las que formamos el Gobierno de la Diputación. Es verdad que algunas propuestas van en contra de nuestros pirncipios y no las poddemos asumir, pero gestión de la casa, o enfoque de soluciones de problemas, me parece perfecto que llegue. 

Esta diputación ¿se podría ver como un laboratorio a nivel general? 

Dentro de la complejidad que hay, y de las dificultades, tenemos la obligación de intentar gobernar este país. Es verdad que tenemos líneas rojas que no podemos traspasar. Es verdad y no las vamos a traspasar. Tenemos un máximo órgano entre congresos, el comité federal, que marcan determinadas cuestiones por la que no vamos a pasar. Y ahora además cualquier acuerdo tiene que pasar por el visto bueno de la militancia.

Nuestro secretario (Pedro Sánchez) tiene claro estas limitaciones y veo muy bien que intente formar un gGobierno y me gustaría que sirviera para recuperar la credibilidad en el PSOE que hemos perdido en otras ocasiones, cuando hemos hecho cosas contrarias a cómo las habíamos dicho. Quiero que recuperemos que somos los que mejor representamos una mayoría social de izquierdas que necesita este país.

Le veo optimista, ¿pero ve más posibilidades con unos que con otros?

Soy optimista, sí. Pero reconozco que un Gobierno de coalición con Podemos no lo veo y creo que lo comparto con muchos compañeros y compañeras. El proceso que llevamos ha evolucionado en rechazo porque nos han dado motivos. Hubo un antes y un después en la percepción de la militancia de este partido, bajo mi punto de vista. No sólo en Andalucía si no a nivel nacional, con la puesta en escena presentando su Gobierno. Nos lo hemos tomado muy mal. Te hablo en plural porque es lo que percibo de muchísimos compañeros. Había mucha gente que no tenía nigun problema y a partir de ese día muchos han cambiado de criterio. Aún así, hay un consenso en que hay que hablar de todos modos.

¿Cómo es la relación aquí con Podemos?

A nivel diputación, la relación es muy buena. Ellos tienen unos planteamientos distintos. Pero en el último pleno aprobamos la figura del defensor del desempleado que fue una propuesta de Vamos Granada, la marca de Podemos en la Diputación provincial. Ellos tienen tienen planteamientos de auditorías ciudadanas. Son términos distintos a la política tradicional que tenemos que aprender. No me niego a que se haga. Desde le primer día compartí con ellos que tenemos problemas de viabilidad en la empresa pública de vivienda y les propuse usar su auditoría ciudadana. A pesar de no conocer con detalle el procedimiento.

Nuestro objetivo es atacar la opacidad. Queremos transparencia. Con todas las consecuencias. Si quieren auditrías de a dónde se destinan los recursos públicos, me parece fantástico. Estamos cambiando la opacidad en la contratación de la casa.

Eran procedimientos opacos porque...

Entre cinco empresas han ejecutado más del 90% de obra pública de esta diputación en 4 años. Como mínimo me resulta llamativo. Creo que no han trabajado todas las empresas en las mismas condiciones de acceso a los concursos a la información.. no han tenido igualdad de oportunidades. Aún así, el sistema que operaba lo he eliminado y en nuestro portal del contratante tienen que aparecer todas las obras de todos los tamaños y los que quieran trabajar con Diputación tienen que hacer la oferta en el portal del contratante, pero el acceso a la información y a la posibilidad de concursar es para todas por igual.

¿Cree que le va a tocar gestionar algún desaguisado previo?

No me extrañaría. Por ahora no se ha dado. Pero es un discurso de desconfianza, negativo.  En esta provincia hay más de 30 compañías de obra pública con muchos años de experiencia. No quiero generar ni culpabilizar de nada a nadie. No nos hemos encontrado nada. Si lo hacemos, lo pondremos en conocimiento de quien corresponda. Mi objetivo no es encontrar nada. No hago una gestión forzando para encontrar errores pasados. En la legislatura pasada se dedicaron muchos recursos públicos a analizar lo que se había hecho en el pasado. Nosotros miramos hacia delante salvo que haya indicios. Queremos dignificar la política. 

Una de sus batallas, como dice, es la transparencia en al adjudicación de obra pública. ¿Cuáles son otras batallas que va a emprender?

Nosotros tenemos nuestros obejtivos generales. Lo que queremos y cómo hacerlo. Ayudar desde la Diputación provincial al desarrollo sostenible y la creación de empleo en la provincia de Granada, con todos los medios a nuestro alcance. Para nosotros es importantísimo conseguir fondos europeos para que se cree empleo. Queremos colaborar con la Administración autonómica en las cuestiones formativas de desempleados, y estamos apostando por el desarrollo de las industrias agroalimentarias con al marca sabor Granada, que ya se estaba creada. Tenemos 50 empresas, 219 producciones de calidad. La industria agroalimentaria y la industria turística son las dos únicas industrias del mundo rural. Con una provincia con 172 ayuntamientos. Y la garantía de los servicios públicos de cometencias munisipcal indistintamente que tengan 1000 o 19.000 habitantes.

Pero ¿la reforma local les ha dejado cortos?

Nos ha dejado tocados. Este Gobierno, entre otras despedidas, nos deja una carta que ha cambiado una ley. De momento, esa carta institucional ha permitido que tengamos nuestras residencias abiertas, nuestros servicios sociales activos; porque la ley nos hería de muerte a las administraciones locales. Una carta ha ejercidido el milagro (con sorna) y se está funcionando con cierto nivel de normalidad.

Esperemos que el nuevo Gobierno sea sensible a lo que la mayoría de las administraciones locales pensamos. Y una de las primer medidas sea la derogación de la Ley.  Queremos que haya exigencia pero que dejen libertad a los municipios para decidir qué y dónde lo necesitan.

¿Están los políticos del ámbito nacional mirando a lo rural?

No. Que va. Muchos políticos a nivel nacional y autonómico vienen del mundo local. Pero luego hay un cambio de chip. Cambiamos el papel. Ven el panorama desde arriba, más general y trascienden a lo local. Cuando hay que saber y estoy convencido de que no ha habido un problema de orden público importante gracias a la administración local. Muchas familias han conseguido sobrevivir por las administraciones locales. Porque sus alcaldes y sus alcadesas y los servicios sociales de sus municipios les han podido dar respuesta de supervivencia.

Usted viene de la educación. ¿Hace falta más didáctica política para dar esa credibilidad que le falta a la polítrica?

Sí hace falta. Pero tenemos mucho ruido. Ahora vamos, ponemos el televisor y ¿cómo hacemos pedagogía con la situación que estamos viviendo? Esta saliendo un caso de corrupción detrás de otro. A eso se suma la gestión judicial que lleva muchísimo tiempo. ¿Cuándo hacemos esta pedagogía? Aún así, hay que intentar hacerla. Intento hacerla desde la institución en cada reunión que tengo. Hay que participar como ciudadano en la solución de las cosas. Siendo conscientes de que tenemos que tomar medidas concretas para el día a día que está siendo muy duro. Hacer las cosas desde la participación con grupos políticos, con las asociaciones, con los movimientos... Tenemos que ser tan transparente en la acción política que se vea cuando un “artista” que se nos meta en cualquiera de las formaciones, que le esté viendo todo el mundo. Si conseguimos una administración tan transparente que todas nuestras acciones tengan que tener una explicación, eliminaremos las malas praxis.