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Más de dos meses de negociaciones infructuosas en torno a la investidura

El Parlamento abona más de 381.000 euros por cesantías a 47 diputados de la pasada legislatura que las han reclamado

Manuel Ramos

La noche del 22 de marzo, tras ganar las elecciones autonómicas con 47 escaños y el 35.43% de los votos, Susana Díaz avanzó su posición para conformar gobierno en Andalucía: “Voy a gobernar en solitario”. A pesar de estar a nueve diputados de la mayoría absoluta, el PSOE es la única opción de gobierno. Frente a ellos tenía al PP (33 diputados) e IU (5 escaños) debilitados; Podemos (15 escaños) recién llegados al Parlamento pero con resultados por debajo de sus expectativas y Ciudadanos (9 diputados) como la gran sorpresa de la noche.

El PSOE comenzó a trabajar entonces en una negociación basada en lo que llamaron la “abstención responsable” del resto de los grupos. Mario Jiménez, portavoz parlamentario, y Juan Cornejo, secretario de organización, son designados para desarrollar el diálogo. Los primeros esfuerzos se dirigieron a atraer a Podemos y Ciudadanos. El discurso de investidura de Susana Díaz, con ofertas específicas para cada formación, pensaron que sería determinante para convencerlos.

Tras fracasar y no salir elegida Susana Díaz por mayoría simple en la segunda votación, como estaba previsto, el PSOE abrió el abanico y retomó las reuniones al resto de los grupos. Prácticamente nada se ha movido desde que Díaz volvió a ser rechazada por la mayoría de la Cámara en una tercera votación, el 14 de mayo y ya en plena campaña por las elecciones municipales. Los socialistas llaman desde entonces al resto de los grupos “el bloque del no” y los responsabilizan de la falta de acuerdo.

Así están ahora mismo las negociaciones con cada grupo:

PP

Susana Díaz y Juan Manuel Moreno se reunieron en San Telmo, sede del Gobierno andaluz, el 26 de marzo, cuatro días después de las elecciones. Moreno condicionó la posibilidad de que su partido facilitara la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta a la firma de un acuerdo para que se respete la lista más votada de cara a las elecciones municipales de mayo. En el debate de investidura, el 5 de mayo, Moreno ofreció un paquete de 146 medidas para sentarse a negociar con el PSOE. Tras perder dos votaciones en el Pleno, el PSOE llama al PP a una reunión el 13 de mayo. Los populares suspenden el encuentro tras publicarse el auto judicial que cuestiona la adjudicación de la Mina de Aznalcóllar. No hay más contacto hasta después de las elecciones municipales. El presidente del PP-A llama a Susana Díaz ofreciendo retomar el diálogo. El PP insiste que para alcanzar el acuerdo Díaz debería asumir una reforma fiscal, aprobar medidas para incentivar la economía y, mantiene, respetar el gobierno de la lista más votadas en al menos algunas ciudades, entre ellas, Sevilla. El PSOE considera esto último inaceptable.

Podemos

En su primera reunión con Teresa Rodríguez, el 26 de marzo, esta formación puso tres condiciones encima de la mesa para posibilitar la investidura: La dimisión de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, reducir de forma drástica el número de altos cargos en la administración y retirar las cuentas de la Junta de aquellos bancos que practiquen desahucios de primera vivienda. El 14 abril se produce la primera reunión entre los negociadores del PSOE y Podemos. Los primeros salen de ella convencidos de que habría acuerdo, los segundos mantenían que sería difícil. El 2 de mayo, una vez que Manuel Chaves y José Antonio Griñán anuncian su retirada de la vida política, se produce un nuevo encuentro del que los socialistas salen afirmando que el acuerdo “está un folio”. Daban por sentado que Susana Díaz podría salir elegida presidenta por mayoría simple en segunda votación. No se cumple su pronóstico. Podemos mantiene que no recibe la respuesta que espera del PSOE y en una tercera reunión, el 13 de mayo, se constata la dificultad de que el PSOE dé respuesta a sus peticiones. Desde entonces, mantienen el Podemos, no ha vuelto a haber contacto con el PSOE. Por contra, los socialistas afirman que han mantenido diálogos informales con todas las fuerzas.

Ciudadanos

Juan Marín llegó al palacio de San Telmo el 26 de marzo con una sola propuesta para Susana Díaz: la dimisión de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, investigados por el Supremo por el caso de los ERE. La salida de Chaves del Congreso de los Diputados ha sido el gran escollo desde la primera reunión de los negociadores el 9 de abril. Ciudadanos acepta que José Antonio Griñán salga del Senado una vez la Cámara autonómica designe a sus nuevos senadores, pero no le basta el anuncio de Manuel Chaves de que no repetirá como candidato al Congreso en las próximas elecciones generales a final de año, exigen su salida ya. Las posturas se acercan en una segunda reunión en la que el PSOE acepta la firma del pacto anticorrupción propuesto por Ciudadanos y una batería de medidas económicas. Sin embargo, unas declaraciones de Albert Rivera desde Barcelona, y cuando se celebraba el debate de investidura andaluz, da al traste con el acuerdo. Rivera recuerda que la salida de Manuel Chaves debe ser inmediata. Las posturas no se mueven en la última reunión mantenida hasta ahora, el 13 de mayo. El pasado martes Susana Díaz volvió a ponerse en contacto con Juan Marín en lo que se ha interpretado como un acercamiento para intentar obtener el 'Sí' de ciudadanos.

IU

Antonio Maíllo se reunió con Susana Díaz el 26 de marzo en San Telmo en la primera reunión de la candidata socialista con el todas las formaciones para abordar la investidura. Maíllo dio entonces su primer 'no' a la que fue su socia de gobierno en la anterior legislatura. Es la posición que ha mantenido desde entonces IU que exige un cambio programático del PSOE. Sólo ha habido dos reuniones entre socialistas e IU en torno a la investidura. La última, el 13 de mayo, apenas duró 40 minutos. En ella la formación de izquierdas volvió a exigir un cambio programático al PSOE en su política económica para variar el sentido del voto.

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