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El PP busca pareja de baile para rematar la legislatura en Andalucía

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (i), y el vicepresidente, Juan Marín (d), en una foto de archivo.

Javier Domínguez Reguero

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Rebasado el ecuador de la legislatura y con los sones de adelanto electoral, el PP de Andalucía ya se ha acostumbrado a sortear los obstáculos de liderar un Gobierno en minoría. “El 2 de diciembre de 2018 los andaluces pidieron un cambio y lo hemos sudado”, dice el portavoz parlamentario popular, José Antonio Nieto. 

Tras las elecciones autonómicas al PP le tocó “bailar en un escenario complicado” donde Ciudadanos, su principal pareja de baile, entró a formar parte del Ejecutivo. El coro lo conformó Vox. “Era un trío político que en otras ocasiones ha funcionado mal, pero se está gestionando”, resalta Nieto. En realidad, Andalucía fue el primer escenario donde se ensayó el “bloque de derechas” y aunque el acuerdo inicial tuvo sus más y sus menos -Ciudadanos no quería aparecer en la foto al lado de Vox-, la realidad es que los de Moreno y Marín han funcionado sin fricciones ni sobresaltos, y Vox, aunque ha exigido un precio por el apoyo, no ha puesto verdaderas trabas hasta ahora. “Más allá de poner la legislatura en marcha, dificultades como tal no ha habido. Todo ha ido sobre ruedas”, cometa el portavoz parlamentario de Ciudadanos, Sergio Romero.

En un momento en el que se hace hincapié constante a la estabilidad del Gobierno andaluz, las encuestas respaldan al presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno. Suena su canción favorita. En el último Barómetro de Opinión Pública de Andalucía realizado por la Fundación Centro de Estudios Andaluces (Centra) el PP pasaría de los 26 diputados actuales a una horquilla de 40 a 43 escaños. Y sumaría mayoría absoluta (55 escaños) con las proyecciones de escaños que el mismo sondeo otorga a la extrema derecha, 20 ó 21.

Con este escenario político, los populares andaluces, aunque no quieren entrar en especulaciones, ya han comenzado a ensayar movimientos para la banda sonora de una posible segunda legislatura de derechas en Andalucía. El PP apela al diálogo y desde su posición de privilegio, -le dice al DJ qué canciones tiene pinchar- solo les falta elegir pareja de baile. 

“Hablar siempre con todos”

“Se ha creído por la parte publicada que lo normal es que las leyes salieran sin obstáculos debido al apoyo de Vox”, apunta Nieto, que describe unas negociaciones “duras y complejas” con la formación de extrema derecha. Aunque fuentes cercanas al presidente han llegado a decir que con “Vox prácticamente no se había cedido en nada”. Siempre amenazante con dejar caer al Gobierno andaluz, el partido de Santiago Abascal ha querido ser el “único interlocutor”. Pero el mandato que Nieto recibió de Moreno tras su aceptación del cargo fue el de “hablar siempre con todos [los grupos parlamentarios]”.

Unos por “interés”, otros porque “no era el momento” han conversado con el Ejecutivo. El PP resalta como “destacable” que Vox “siempre haya cogido el teléfono”. Más allá de las tiranteces provocadas por las directrices Abascal desde Madrid, Nieto agradece a sus homólogos en Vox, Alejandro Hernández al principio y Manuel Gavira ahora, que “hayan llevado a la práctica todo lo acordado después de un apretón de manos”. 

No siempre. La abstención de Vox en el debate a la totalidad de la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA), la conocida como Ley del Suelo, pese a apoyarla durante su tramitación, se convirtió en la primera derrota parlamentaria del Gobierno de Moreno. El PP pidió “altura de miras” para pedir al socio prioritario una postura no solo de cara a su electorado sino “al conjunto de la sociedad”. 

“Puentes” entre PSOE y PP

“Altura de miras”. Esta elevación moral de propósitos es utilizada indistintamente por PP y PSOE en la “nueva etapa política” que quieren iniciar ambos partidos desde que Juan Espadas se convirtiera en el nuevo líder “de facto” de la federación socialista andaluza. La “oposición constructiva” que propone Espadas no ha sido bien recibida por los de Abascal. Con ellos “que no cuenten”. Se acabaron los coros. 

Desde Ciudadanos enfatizan que “la clave del éxito” para la estabilidad del Gobierno ha sido tener “la mano tendida con todos los grupos”. Romero espera que el PSOE, ahora con una nueva dirección, “deje de mirarse a sí mismo y comience a colaborar”. “La moderación de la que presume Moreno no se corresponde con la realidad. Es una gran mentira”, dice el que fuera hasta hace poco el portavoz adjunto del grupo socialista en el Parlamento, Manuel Jiménez Barrios. Recalca que el PSOE “siempre ha estado dispuesto” a llegar a distintos pactos con el Ejecutivo desde el inicio de la legislatura, pero que “el consenso del que se hartan de hablar es sólo propaganda”.

Como ejemplo, apunta el diputado por Cádiz, el debate a la totalidad de la LISTA. “Vinieron en el último minuto, cuando sabían ya que Vox se abstenía, para llegar a un acuerdo. ¿Por qué no nos llamaron antes?”, se pregunta. “La negociación se basó en la presentación del anteproyecto de ley quince días antes de que llegase al Parlamento”, resalta el exportavoz parlamentario socialista José Fiscal. “No ha habido ni la más mínima intención de cerrar nada. En dos años y medio el presidente ha llamado a que ha sido hasta ahora jefa de la oposición [Susana Díaz] una vez”, señala el diputado onubense.

Desde la bancada socialista también desacreditan “la buena fe” del Ejecutivo y recuerdan “el decretazo” activado por la Diputación Permanente y por el que se derogaron parcialmente casi una treintena de leyes y decretos en favor de la simplificación de los trámites en materia económica, medioambiental y comercial. Mientras Nieto la gestión del Ejecutivo para la renovación de los órganos de extracción parlamentaria, el PSOE se queja de que se rompiera el acuerdo de forma “unilateral” cuando Carmen Núñez fue elegida presidenta de la Cámara de Cuentas relevando a Antonio López, cuyo cargo estaba vigente hasta 2022.

Ahora Espadas llega al Parlamento andaluz tarareando la defensa de “los intereses de los andaluces” para intentar un nuevo acercamiento de posturas con el PP. Moreno está en el centro de la pista, bajo la bola de espejos, y Espadas mira con el codo apoyado en la barra. No baila. El alcalde de Sevilla destaca por su actitud “pactista” aunque ha avisado de que esto no es “un cheque en blanco” para que el Ejecutivo andaluz saque adelante su programa político. 

Los “puentes” entre PP y PSOE provocan la queja de Vox, pero de momento, y llevándolo a la música, no se llega al estribillo. “Estamos por descubrir si el diálogo es para el PSOE un medio para llegar a acuerdos o un fin para que no haya elecciones ahora”, dice Nieto. Los populares dan la bienvenida a esta predisposición de Espadas, pero el primer escollo en estas nuevas relaciones se ha producido por la Ley del Suelo. Sigue el cruce de reproches.

¿Bis? 

En este contexto político Ciudadanos ha sido un “socio fiel”. La relación es “francamente buena” con los naranjas cuya posición, sin embargo, es crítica según los sondeos. Se acaba el vals. Ciudadanos se desbarata en Andalucía ya que no sabe cómo capitalizar su papel en el Ejecutivo y las crisis en sus filas se suceden. Nieto está convencido de que si la actitud mostrada en el Gobierno andaluz se hubiera trasladado al ámbito nacional, no estarían en esta situación.  Las mociones de censura frustradas junto al PSOE en Murcia y en Castilla y León han provocado que Ciudadanos se vean perjudicados, según el portavoz popular, “de manera injusta”. A Romero no le gusta la complacencia: “Tenemos un saldo pendiente en cuanto a la comunicación eficiente del trabajo de Ciudadanos en este Gobierno. La mayoría de las propuestas vienen de nuestras consejerías”, resalta el portavoz parlamentario de la formación naranja.

Lo que no se asume en las filas populares es que parte de los conflictos internos de los naranjas se deben a los movimientos impulsados por su propio partido. Pese a que en Andalucía “no hay un Ejecutivo del PP con distintos miembros de Ciudadanos sino que hay un solo Gobierno”, desde Génova ponen trabas a este idilio con acciones como la salida del pacto antitransfuguismo a nivel nacional, acuerdo que se ha refrendado en Andalucía por los partidos del Gobierno.

Ciudadanos necesita que la legislatura se alargue ante su anunciado descalabro en cuanto a votos. Han elegido una versión extendida e inédita de una canción y esperan a que suene por mucho tiempo. “Sería un error estar ahora en modo campaña”, dice Romero, que asegura que en un hipotético adelanto electoral se presentarán como un “partido propio y autónomo” descartando así la “fusión fría” con el PP. Vox aprovecha esta “descomposición” naranja para cuestionar la estabilidad del Ejecutivo andaluz y otorga más razones al PP para un anticipo de la cita electoral. La formación de extrema derecha quiere ocupar un lugar destacado en la pista de baile. Pero, ¿con quién bailará Moreno?

Si tiene suerte, puede que baile solo. De momento su mejor paso es desplegar su voluntad de diálogo, esa “vía andaluza” para alcanzar acuerdos, que machaconamente recuerda el portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, on Vox. Jiménez Barrios recela de las encuestas “cocinadas” y confía en una victoria socialista en los próximos comicios autonómicos. Lo que sí tiene claro es que el PP bailará con Vox. “No tienen más remedio porque cuando Abascal se refría, estornuda San Telmo”.

En el PP no han elegido la canción para el tramo final de legislatura, pero tienen claro que después de las dudas generadas para dar salida a la gestión de un Ejecutivo bipartito con los apoyos de Vox, lo que suene a partir de ahora “no va a ser tan difícil”, pese a que Nieto espera que sus interlocutores “fijen el discurso por interés electoral”.

En el horizonte cercano están dos proyectos “clave” para el Ejecutivo: la Ley de Tributos Cedidos, la reforma fiscal, que como apuntó un dirigente popular “justifica toda una legislatura” y la LISTA. Estas iniciativas marcarán la actividad parlamentaria en los próximos meses y si el escenario político se complicase, el PP lo tiene todo de cara: Moreno podría completar la legislatura con los presupuestos autonómicos prorrogados para el 2022, los últimos del mandato, y es él quien tiene en su mano el botón para detener la música, es decir, convocar elecciones anticipadas.

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