Susana Díaz: 100 días en 10 frases

Susana Díaz ha irrumpido con todo su “poderío” -parafraseando a Alfredo Pérez Rubalcaba- como un “miura” -es un término que emplea la oposición- en una clase política falta de líderes que despierten entusiasmo en una población azotada por la crisis. En tiempo récord ha captado el interés dentro y fuera de Andalucía. Cumple 100 días como la primera presidenta de la Junta andaluza, y desde hace unas semanas también como secretaria general del PSOE-A, lo que la ha convertido en una de las mujeres más poderosas del país. Sobre ella están puestos muchos ojos: los de los políticos (fuera de su partido y también dentro), los de los opinadores que intentan explicar el fenómeno de esta joven de barrio que se siente cerca del pueblo y que ha generado tanta expectación, y sobre todo, los de los andaluces que esperan respuestas a sus problemas.

Se le echaron en cara algunos feos en sus primeros días, como que no asistiera al pleno que votó a su predecesor José Antonio Griñán como senador o que recibiera a la patronal antes que a los sindicatos, pero también se le alabó su determinación al reconocer errores como que el PSOE se equivocó con Cataluña. Estos primeros tres meses ha conseguido ser recibida por el presidente Mariano Rajoy, cosa que nunca logró su antecesor, e incluso le ha lanzado el guante para que lidere de un gran pacto por la regeneración democrática. Se ha dado a conocer y ha colocado en el mapa Andalucía tal y como quería, dejando claro cuál es el discurso que se quiere lanzar desde la comunidad autónoma. Puestas las fichas sobre el tablero, toca empezar el juego: una partida en la que ha generado grandes expectativas y en la que tendrá que lidiar con el riesgo de no defraudarlas.

GDiez frases que ha repetido sin cesar desde que se convirtiera en presidenta hilan un discurso en el que se muestra preocupación por recoger el pálpito de la calle. Se une a ello un mensaje en clave nacional en boca de una política empeñada en que Andalucía se haga oír y en la que muchos ven una futura aspirante a presidir la nación: la defensa de la unidad de España y el debate territorial. En todo ello, ella promete dejarse la piel aunque reconoce el “vértigo” que siente por la responsabilidad.

“Voy a ser implacable con la corrupción”

Eliminó de su equipo a los consejeros y altos cargos que podían verse salpicados por el caso EREcaso ERE. Ha incluido en los presupuestos autonómicos de 2014 la obligatoriedad ya de que las transferencias de financiación -de las que salió la partida que derivaron en el caso ERE- tengan un informe previo y a posteriori del interventor general. En el caso de la facturas de UGT, que le ha estallado cuando todavía la oposición no la deja desembarazarse de la sombra de los ERE, ha encargado una investigación a fondo para recuperar el dinero de subvenciones que no han sido justificadas correctamente, pero se le ha criticado, sobre todo desde el PP-A, que no haya decidido la personación de la Junta de Andalucía como acusación particular de inmediato. O que no encargue una investigación más en profundidad de las subvenciones dirigidas a la formación en vista de que en una par de semanas de instrucción ya se han detectado 1,8 millones de euros no justificados. Proponía también eliminar las donaciones a los partidos y en esto el Gobierno de Mariano Rajoy parece que le ha hecho caso.

“Hay que abrir puertas y ventanas”

Ha hecho pública su declaración de la renta y de su cónyuge y ha conseguido que lo hagan todos sus consejeros y sus parejas, mientras que para el caso de los parlamentarios se ultima el trámite. Prometió que el orden del día del Consejo de Gobierno y sus expedientes serían públicos. Los reparos, entre ellos del equipo de letrados, han frenado por ahora esta medida. También destaca que en su discurso de investidura lanzó un compromiso con fecha: antes de final de año estaría constituida una comisión de expertos independientes de análisis del sector público para hacerlo más eficiente. No lo hará, porque IU ha presionado para que sea una evaluación continuada y no montar otro observatorio. Ese compromiso de transparencia no casa tampoco con que no haga público los datos del plan de choque por el empleo, que iba a concluir el próximo 31 de diciembre. Se lo exige el PP-A, pero también sus socios de IU.

“Debemos recuperar la confianza de la ciudadanía”

También para antes de final de año prometió que estaría aprobado el proyecto de ley de participación. En las dos semanas que quedan, en este caso la Consejería de Administración Pública y Relaciones Institucionales, en manos de IU, intentará tener el anteproyecto de ley. En lo que respecta el control de las políticas sociales, sí se ha aprobado -antes de final de año como dijo- el anteproyecto de Ley sobre el Acceso a los Beneficios Públicos y de Medidas contra el Fraude Fiscal, que intenta evitar que no se aproveche de las mismas ninguna persona que no sea merecedora de ellas. Pendiente queda cómo va a intensificar el control de los impuestos y la recaudación y trabajar en la mejora de los beneficios fiscales, algo que también forma parte de su discurso. En esta línea de luchar contra la desafección de la ciudadanía, abogaba por que el debate político abordara las cosas que interesan la gente, en lugar de servir al puro enfrentamiento. De momento no lo ha conseguido, porque la oposición le ha dejado claro que no renunciará a atacarla con el caso ERE, de la etapa anterior, y sumará el escándalo de UGT-A.

“Andalucía está gobernada por un pacto sólido de la izquierda”

La tensión entre el PSOE-A e IU, que a veces tiene sus picos como en cualquier relación, se ha relajado la última semana, sobre todo porque las dos fuerzas políticas han podido celebrar la presentación de las conclusiones para la banca pública, uno de los puntos fuertes de su acuerdo. En todo caso, el socio se ha visto forzado a vivir más en tensión con la rutilante Susana Díaz. El interés de IU por marcar diferencia y rentabilizar sus ideas ha llevado a algunas desavenencias, como que la coalición de izquierdas adelantara que se ultima el grupo de trabajo para la ley de renta básica, después de que los socialistas pasaran por alto su anuncio de un decreto para garantizar luz y agua a las familias sin recursos o les obligaran a renunciar al impuesto de las grandes superficies en las cuentas para el próximo ejercicio.

“Debemos ir hacia un nuevo modelo productivo”

En la línea de facilitar el crédito a las empresas y cambiar la política de la subvención por el incentivo, ha incluido en las cuentas del próximo ejercicio el germen del instituto público de crédito con la primera partida de los 150 millones de euros prometidos para las pymes industriales. Habla constantemente de la necesidad de “un nuevo modelo productivo” para sacar a Andalucía de la crisis, de cuyas claves se conoce el empeño de huir de la “subvención” y apoyar el “incentivo”.

“Hay un exceso de burocracia, no de democracia”

En este frente, por el que prometía agilizar los trámites para la creación de empresas o su ampliación en la comunidad autónoma, no se ha avanzado. El problema radica en que no es tanto una cuestión de crear empresas -desde su propio partido le han recordado que llevan años vendiendo la excelencia de la ventanilla única- sino de un exceso de normas. No existe, de momento, un planteamiento claro de cómo abordará este compromiso.

“No podemos seguir con esta tasa de paro insoportable”

Así lo ha admitido la presidenta señalado el paro como uno de los principales y más importantes problemas de Andalucía. Por eso ha decidido prorrogar el plan de choque por el empleo, aunque, de momento, sin nuevos fondos especificados. La razón: porque no se ha podido ejecutar bien ni ha dado los resultados previstos. Susana Díaz se ha movido estos meses entre dos ideas: por un lado, recordarle a Mariano Rajoy que los parados de Andalucía “son tan suyos como míos”, y por otro, en reclamarle sin éxito un plan especial de empleo para la comunidad autónoma de 200 millones de euros.

“La inversión empresarial necesita estabilidad del sector financiero”

En este contexto se ha comprometido a crear un instrumento público que facilite financiación a los proyectos empresariales. Las conclusiones del grupo de trabajo creado en el Parlamento de Andalucía para hablar del instituto público de crédito ya están, y ahora debe impulsarse el anteproyecto de Ley desde el Consejo de Gobierno.

“Tenemos que reconocer nuestros errores”

No le ha costado a Susana Díaz reconocer errores, si no propios, sí de su partido, que según ella han contribuido a alejar a la ciudadanía de los políticos. Se ha referido, además de al ya mencionado de Cataluña, a que “no puede ser tabú” que el PSOE-A no ganó las últimas elecciones autonómicas y a la incapacidad de los socialistas para sacar a Andalucía de los elevados índices de desempleo que soporta.

“Hay que poner en valor las corporaciones locales”

Ya están dándose los pasos para el recurso en el Tribunal Constitucional contra la Ley de Reforma Local. Más atrasada va en su compromiso de visitar a los alcaldes de las capitales de provincia y grandes ciudades. De capitales de provincia todavía le faltan Jaén, Cádiz y Córdoba. Es cierto que no sólo depende de su agenda, y que también son encuentros largos, de en torno a una hora, y con rueda de prensa posterior con el anfitrión.

¿Cuánto durará el brillo de la nueva estrella del socialismo y hasta dónde llegará ella en su compromiso? De momento Susana Díaz, a la que muchos critican su trayectoria y formación pero pocos le niegan su amplia capacidad de respuesta y estrategia como animal político. De hecho, en estos 100 días ha conseguido captar la atención de medios de comunicación de todo el país (se ha paseado por las principales cadenas de radio, por platós de televisión dirigidos a todo tipo de público, incluida la tertulia política de Ana Rosa Quintana, y ha concedido entrevistas a varias cabeceras) y no lo ha desperdiciado.