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Aragón manda al zorro a por conejos: restringe la caza del depredador en más de cien pueblos para atajar la plaga cunícola

El zorro, el principal depredador natural del conejo, ha podido cazarse durante años con trampas de lazo en pueblos con plagas cunícolas

Eduardo Bayona

ZARAGOZA —

El Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón ha atajado la disparatada convivencia que durante años han tenido las autorizaciones para cazar zorros con trampas de lazo y la presencia de superpoblaciones de conejo, del que es el principal depredador natural, en los mismos términos municipales.

El nuevo Plan General de Caza, el mismo que permite matar jabalíes todo el año mientras sigue sin cuestionar el uso de la tradicional munición de plomo que intoxica la sangre de las aves y los mamíferos carroñeros, incluye para este año esa medida como medio para tratar de diezmar las plagas de conejos que dañan los cultivos en más de un centenar de los 731 municipios de Aragón.

A esa lista, que ya incluye a casi la sexta parte de los términos municipales de la comunidad, se le unen este año Fréscano, Utebo, Paniza y La Puebla de Alfindén, lo que eleva la suma a 118: 38 en Huesca, ocho en Teruel y 72 en Zaragoza.

Serán las primeras zonas de Aragón en las que, en un giro diametral de la política de biodiversidad, el Gobierno autonómico opta por eliminar la contradictoria convivencia de medidas dirigidas a disminuir la plaga de un animal y, de manera simultánea, a reducir la presencia en esa área de su principal depredador, para abrir la puerta a que se dé un control natural de esas poblaciones.

La medida tiene relación directa con un dato objetivo: matando conejos y zorros al mismo tiempo no desaparecen las superpoblaciones que provocan la plaza y esa se extiende a otros cercanos, como ocurre con los que entran en el listado de afectados.

Por otro lado, el Plan de Caza contempla en esos 118 municipios, y también con el objetivo de reducir las superpoblaciones, “la utilización de la cetrería para el control poblacional” del conejo “en las inmediaciones de los vivares durante todo el año tanto en terrenos cinegéticos como en las zonas no cinegéticas”.

Zorros atados por el cuello

El uso de trampas de lazo, que atan al depredador por el cuello o por una de las patas tras atraerlo con un señuelo aromático, normalmente químico, no ha sido la única prohibición en los 118 municipios afectados, en los que queda proscrito también el uso de perros de madriguera, que se introducen en los refugios para sacar de ellos a los zorros para ser abatidos por los cazadores que los esperan en el exterior.

Esta técnica de caza sí está permitida todo el año en los otros 613 municipios de la comunidad, en los que, por el contrario, el uso de lazos queda restringido al periodo el 15 de abril al 31 de julio y siempre con una serie de requisitos como revisarlos dos veces al día y la obligación de que, en caso de que “se constate la captura accidental de una especie salvaje distinta del zorro, el ejemplar capturado deberá liberarse inmediatamente en el mismo lugar de su captura”.

Se trata de un método de caza más bien poco selectivo en la práctica, ya que el tipo de pieza depende únicamente de la anchura del lazo y las posibilidades de que pueda morir asfixiado o ser devorado por un depredador mientras permanece atado son elevadas.

Paralelamente, el Ejecutivo autónomo ha recortado para los municipios del anexo los periodos de otros modos de caza del zorro como el salto (salidas individuales, con perro o sin él), las batidas sin perro y las esperas, en las que los animales mueren tiroteados desde apostaderos.

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