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Una denuncia de la extrema derecha lleva al límite al Gobierno de Sánchez
Crónica - El día que Sánchez se declaró humano. Por Esther Palomera
Opinión - El presidente Sánchez no puede ceder
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El Prismático es el blog de opinión de elDiario.es/aragon. 

Las opiniones que aquí se expresan son las de quienes firman los artículos y no responden necesariamente a las de la redacción del diario.

No es posible la cooperación con Madrid

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, saluda a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y al alcalde de la capital

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El decreto del estado de alarma en Madrid era inevitable, la cooperación entre el Gobierno de España y el de la Comunidad de Madrid es, al menos por el momento, imposible. Al margen de la capacidad y características personales de Isabel Díaz Ayuso, la presidenta madrileña tiene unas prioridades distintas a las de la mayoría de gobernantes, incluidos los de su partido. Ayuso, desde el primer momento, ha fijado como uno de sus objetivos prioritarios la confrontación con el presidente Sánchez y no ha dudado en utilizar, sin ningún tipo de escrúpulos, la pandemia para conseguir sus objetivos. Un ejemplo es la forma en que pidió al Tribunal Superior de Justicia de Madrid que avalase el confinamiento decidido por Sanidad.

Por otra parte, fiel representante del neoliberalismo, el principal cometido -y casi único- que asigna al Estado la presidenta de Madrid es el de intervenir a favor del sector privado, lo importante es la libertad económica. Por eso ha incumplido su obligación de fortalecer la atención primaria y contratar rastreadores, compromisos que adquirió en el proceso de desescalada; por eso desprecia la salud, incluso la vida, del 1% de la población -¿de dónde ha sacado que el riesgo es solo para el 1%?-; por eso privilegia a otro 1% de la población permitiéndole, con su política impositiva, una acumulación de riqueza que incrementa notablemente las desigualdades y la injusticia social. 

Es normal que, inicialmente, Pedro Sánchez intentase el acuerdo con Ayuso, la coordinación de las administraciones es esencial -aunque solo sea para no marear a la ciudadanía- en la lucha contra el coronavirus; además, tomar medidas que restringen los derechos de las personas no es ni agradable ni rentable electoralmente. Pero enseguida se vio que la presidenta madrileña no iba a aceptar ni que se cerrase Madrid ni que se aplicasen medidas distintas a las suyas para combatir el virus. Se han perdido tres semanas en tomar medidas necesarias para evitar el incremento de la trasmisión de la COVID-19.

Pedro Sánchez se debe olvidar de llegar a acuerdo alguno, ni con Ayuso -no es posible la cooperación con Madrid- ni con la dirección del Partido Popular, la intervención de Ana Pastor -teóricamente del sector más moderado del PP- la semana pasada, pidiendo la dimisión del ministro Illa, es una muestra de cuál es la estrategia.

El nivel de confrontación política que sufrimos no solo tiene el efecto de hacernos perder tiempo y energía, además crea confusión, desconfianza en las instituciones y deja el terreno abonado para la proliferación de mensajes antipolítica. El “todos los políticos son iguales” está proliferando incluso entre personas a las que es exigible un mayor rigor en el análisis. Si, como se ha llegado a decir, “la política española es tan destructiva como el virus”, ¿cuál es la alternativa? ¿El gobierno de los científicos? ¿En esta crisis múltiple que sufrimos, a cuáles elegimos, a sanitarios, biólogos, economistas, politólogos…? ¿Pero, acaso los científicos no tienen ideología, intereses y valores? ¿España necesita un salvador? Los dioses nos libren, seguro que habría algunos voluntarios pero solo de pensar en ellos me pongo a temblar.

El Gobierno tiene que actuar en consecuencia, dedicar al PP solo el tiempo imprescindible para el buen funcionamiento de las instituciones, centrarse en desarrollar su programa político adecuándolo a la situación actual, revisar la estrategia contra la pandemia -son necesarias medidas más firmes, el límite de 500 contagios por 100.000 habitantes no es aceptable en ningún país y no está claro que un cierre efectivo sea más perjudicial para la economía que la situación que se está viviendo-, intensificar el diálogo con los grupos parlamentarios dispuestos a alcanzar algún acuerdo e incrementar sus contactos con la sociedad, explicando los motivos y las repercusiones de las medidas que se toman, especialmente las más difíciles de aceptar. En esta partida está en juego mucho más que el resultado de las próximas elecciones.

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