El polémico diputado de Vox por Zaragoza consuma su ruptura con el partido pero mantiene el escaño
El diputado de Vox por Zaragoza en el Congreso de los Diputados, Pedro Fernández, ha anunciado que al término de la legislatura consumará su ruptura con la formación de extrema derecha y continuará con “nuevos retos”. El representante nacional, que ya se dio de baja como afiliado hace meses, ha hecho este anuncio en redes sociales y ha recibido una rápida contestación desde la dirección del partido, que le ha instado a dejar su escaño en el Parlamento.
“Después de aprobada ayer la nueva línea política en la Asamblea General, he comunicado a Santiago Abascal que, a la finalización de esta legislatura, me desvincularé de Vox para afrontar nuevos retos. Hasta entonces, seguiré cumpliendo mi labor con disciplina, rigor y ética”, ha indicado Fernández, con lo que deja claro que no tiene ninguna intención de dejar el escaño.
La respuesta de la dirección de Vox ha llegado en la rueda de prensa de los lunes del portavoz nacional, José Antonio Fúster. Ante la pregunta de si mantienen la confianza en Pedro Fernández, el dirigente de extrema derecha ha dejado caer que es partidario de que deje el escaño: “No es una cuestión de confianza o no confianza, es una cuestión de que si él tiene confianza en sí mismo para representar a los votantes de Vox”, ha contestado. Es una pregunta, ha incidido Fúster, que deben hacerse todos los diputados de la formación: “¿Soy capaz de cumplir con la misión y la responsabilidad de defender a los votantes de Vox, a los que con los que he pactado, con los que he firmado un contrato inextinguible? No es una cuestión de que nosotros tengamos confianza en él o no, la cuestión es si él tiene confianza en sí mismo para hacer esa misión”, ha insistido.
Fernández, paracaidista en las listas de Zaragoza y cuyo paso por la formación en la provincia ha causado problemas internos, ya se dio de baja como afiliado en febrero de 2024, hace casi año y medio, según él por “motivos profesionales”. Lo cierto es que el distanciamiento con la cúpula de la formación de extrema derecha era ya un hecho.
Exconcejal en el Ayuntamiento de Madrid -cargo que compaginó de forma rocambolesca durante un tiempo con el de diputado por Zaragoza-, Fernández tuvo un cierto papel como uno de los abogados en la acusación popular del referéndum del 1 de octubre junto con Javier Ortega-Smith. También ha protagonizado sonoras polémicas, como cuando calificó a los ediles de Más Madrid como “enfermos” en un debate sobre el veto parental en el Ayuntamiento. “Aparte sus marxistas deseos y apetitos sexuales de mi hijo y pierda toda esperanza de adoctrinarlos para convertirlos en enfermos como ustedes”, les espetó Fernández, en un lenguaje que ya casi se ha normalizado en el debate público.
Más reciente fue su controversia con la diputada nacional de Podemos Martina Velarde, a la que preguntó si se había “tomado la pastilla”. Lo denunció Gabrién Rufián, de ERC: “Que al menos pasen un poquito de vergüenza”, condenó el diputado nacionalista.
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