“El cuerpo como herramienta para descubrir la empatía es increíble”
Toda una vida de danza a sus espaldas, tanto como bailarín, director o coreógrafo con experiencia internacional hace de Alberto Pineda un nombre a tener en cuenta en la danza contemporánea. Ha trabajado en algunas de las compañías más prestigiosas del país realizando giras por los mejores teatros y festivales del mundo. Pero actualmente ha encontrado la comodidad en Cantabria y en su compañía, ya que ahora trabaja en pequeños formatos y explica que “incluso me está apeteciendo más y me parece más enriquecedor como creador y como intérprete el compartir con un público más reducido”.
Algunos de sus trabajos en la comunidad autónoma se pueden ver en 'Teatro de una Noche de Verano' o en el Teatro El Principal, en el que recientemente ha estrenado el espectáculo 'El Aplastamiento'. También está inmerso en otro nuevo proyecto, 'Aquí y ahora', en el que el eje principal es la representación escénica de un espectáculo de danza contemporánea.
Cuenta con una larga trayectoria como bailarín y coreógrafo, ¿cómo ha desarrollado su carrera en un mundo tan complicado?
Llevo toda la vida bailando, tengo una carrera internacional, estuve 15 años fuera de España viajando por todo el mundo, hasta que decidí volver y he estado trabajando con muchas compañías, como gestor cultural y como coreógrafo teniendo mi propia compañía. Hace cuatro años que he vuelto a Santander. Decidí que tenía la necesidad de crear y de impulsar la región en el tema de la danza más profesionalizada. Empecé con la consagración de la primavera y ya llevo cuatro producciones, una por año, y dando mucha guerra.
¿Algún recuerdo especial en estos años?
Experiencias buenas a nivel de intérprete, cuando estaba fuera la experiencia que te da, las oportunidades, la gente que conoces… Es un trabajo muy duro el de bailarín porque es dedicación plena y constante. Y mala, el estar lejos de la familia, pero como tienes esa necesidad de mostrarte y de bailar en teatros no cuesta tanto.
¿Cómo ve el panorama desde Cantabria?
En Cantabria no había nada de danza y ahora se está empezando a mover un poco más. Ahora formo parte de casi todos los festivales que hay, como 'Teatro de una noche de verano'. Acabamos de hacer la velada en La Teatrería de Ábrego, que hemos compartido con otras dos compañías, y el público ha salido maravillado. Han sido unas veladas fantásticas donde hemos compartido con el público nuestro arte, que entienden y además valoran.
Estoy muy motivado con impulsar la danza aquí en Cantabria, ya que hay muchísimas escuelas pero no saben que hay un después. Hay que educar al público en que también existe la danza. Educar en arte y en creatividad, en otra manera de percibir la realidad, que creo que es muy necesario.
¿Es un mundo muy competitivo?
Depende de que ámbito, porque en la danza hay muchos tipos de visiones, de ver cómo es la danza y el trabajo que se hace con ella. Yo ahora mismo no veo nada de todo eso, al revés, ahora creo que compartir es lo más importante. Todo lo que está gestándose ahora mismo aquí es el compartir y sobre todo el respetar.
¿Nota una diferencia entre el recibimiento que tienen aquí sus espectáculos y a nivel internacional?
Es muy diferente porque yo estaba en espectáculos grandes y ahora trabajo en pequeños formatos, pero incluso me está apeteciendo más y me parece más enriquecedor como creador y como intérprete el compartir con un público más reducido. Creo que es mucho más generoso de las dos partes. Lo otro puede ser un poco impersonal. Creo que tal y como están las cosas es muy necesario, porque el público cuando se trata de este tipo de formatos se siente más identificado, entra y comprende, hay más transmisión y más comunicación.
¿Como ha sido su experiencia en el mundo cinematográfico?
Trabajé con Tomás Pando, no fue un trabajo cinematográfico pero estuve en el Centro Nacional de Arte Dramático haciendo 'El Infierno de Dante'. Estuve con Charo López y Asier Echegandía, que es muy esteta y funcionaba con imágenes. En el mundo del cine estuve trabajando en dos películas y la experiencia fue muy buena. Creo en la integración porque la danza es una buena manera de comunicarte, pero mi empeño ahora es juntar muchas disciplinas y mentes creativas que funcionen con sus propias herramientas, ya sea un actor o alguien de plásticas.
Acabamos de hacer una danza que era un encuentro entre diferentes disciplinas entorno a la maternidad y la inclusión con gente con discapacidad. Refiriéndome al cine, compartir bailarines, actores, cámaras y la parte técnica es una experiencia maravillosa.
¿Considera la danza como un buen medio para realizar acciones sociales?
Por supuesto. Estoy descubriendo que el cuerpo es una gran herramienta de comunicación muy directa y para el tema de habilidades sociales y la creatividad es muy eficaz. He intervenido y he hecho varios cursos en colegios públicos y privados y siento que es una labor social muy importante que hay que hacer. El cuerpo no miente y estoy viendo que alumnos tanto jóvenes como adultos comprenden rápidamente. El cuerpo como herramienta para descubrir la empatía y una serie de habilidades sociales y emocionales es increíble.
¿Qué destaca de su experiencia como bailarín y como coreógrafo?
Cuando eres un bailarín o un intérprete te tienes que ocupar de ti y de una manera egoísta es hasta fácil, porque tú solo te ocupas de lo tuyo y de tu propio trabajo. Lo que estoy descubriendo ahora que estoy dirigiendo una compañía y que soy coreógrafo es que la gestión es muy complicada y lleva mucho tiempo. No solo te ocupas de ti, tienes que gestionar un grupo humano y es mucho trabajo.
¿Cómo está resultando su colaboración en 'Teatro de una Noche de Verano'?
Es la primera vez que incluyen danza y yo estoy muy contento porque por fin la danza está entrando en Cantabria. Estoy muy agradecido de que apuesten por ello. Además, estamos viendo que hay buenos resultados, así que es beneficioso.
¿Considera que no hay danza en Cantabria?
Sí que hay danza, pero estaba menos visible y no había propuestas artísticas de danza. Nosotros estamos trabajando mucho, con mucha ilusión, y viendo poco a poco cómo puede abrirse un hueco a la danza artística.
¿Qué proyectos tiene para el futuro?
Acabo de estrenar 'El Aplastamiento' en El Principal y sobre todo mi gran proyecto es dar mucha visibilidad a la danza, que se empiece a comprender. Danza y sobre todo danza contemporánea. Quiero seguir interviniendo en Santander y Cantabria, a nivel nacional, y si podemos también a nivel internacional. Estoy viendo que lo más importante para mí y para mi equipo artístico es hacer creaciones colectivas porque es más interesante y más satisfactorio que hacer únicamente el espectáculo. Mi proyecto es continuar trabajando y apostar por la educación en danza, sobre todo en las posibilidades que tiene la danza en intervenciones sociales.