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Las instituciones se adaptan al coronavirus: restricciones en las visitas, plenos telemáticos y citas previas para cualquier consulta

Fachada exterior del Parlamento de Cantabria.

Blanca Sáinz

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La COVID-19 ha conseguido invadir cada espacio de la 'nueva normalidad' y, como no podía ser de otra manera, esas restricciones también han llegado a la política. Desde el Gobierno hasta los ayuntamientos, pasando por el Parlamento, cada uno de los centros neurálgicos de la Administración en Cantabria ha cambiado radicalmente su forma de funcionar respecto a hace unos meses, obligando a los ciudadanos a adaptar también su relación con las instituciones.

En el caso del Ejecutivo de Cantabria se pueden apreciar algunos cambios como las ruedas de prensa por streaming del Consejo de Gobierno o como la señalización en las escaleras de subida y bajada para que trabajadores y visitantes no incumplan las distancias de seguridad. Además, para acudir a una Dirección General o servicio público hay que solicitar la cita previa como forma de controlar el número de personas que acceden al edificio, potenciando los trámites telemáticos y con muchos de sus empleados trabajando 'en remoto'.

Otra novedad, poniendo de ejemplo a la Consejería de Presidencia, es la asignación de colores para acceder a cada una de las zonas con el fin de evitar aglomeraciones. Asimismo, y aunque no es obligado su uso, en todas las plantas hay gel hidroalcohólico y es obligatorio el uso de mascarilla.

En el Parlamento de Cantabria el asunto es bastante diferente ya que este, en lugar de tener oficinas o registros, tiene exposiciones, ciclos de conferencias o una actividad legislativa, con plenos semanales, a los que las visitas podían acceder. Sin embargo, desde que el coronavirus se instaló en el día a día toda persona que entre a la Cámara -y que no sea personal de la misma- tiene que firmar un formulario comprometiéndose a entrar sin síntomas compatibles con la COVID-19. El motivo no es otro que tener registrado el nombre de cada persona que entra para así poder localizarlo en caso de brote.

Pero la realidad es que los únicos motivos que podían empujar a los ciudadanos a acudir al Parlamento en estos momentos son las exposiciones y las conferencias, ya que ambas se realizan en el patio central y permiten mantener la distancia de seguridad entre un máximo de 50 personas.

Por el contrario, los plenos parlamentarios ya no permiten el acceso de público ya que los diputados no cabían en el hemiciclo al mantener las distancias y han tenido que ocupar el espacio de la prensa, por lo que la prensa ocupa el espacio del público. Aún así, cabe destacar que el Pleno se difunde en directo a través de la web del Parlamento de Cantabria y sus redes sociales como ya se hacía antes de la pandemia. Sobre las visitas de los colegios e institutos, continúan sin retornar desde el 13 de marzo.

Los ayuntamientos, también con restricciones

A pesar de parecer lugares más cercanos a los ciudadanos, lo cierto es que en las ciudades más grandes de Cantabria sus ayuntamientos también han tenido que aplicar medidas similares a las del Gobierno y el Parlamento. De esta forma, tanto en el Consistorio de Santander como en el de Torrelavega, el principal cambio es la implantación de las medidas de seguridad establecidas por Sanidad para sitios cerrados, no obstante cada uno tiene sus propias peculiaridades.

En el caso del Ayuntamiento de Santander, los medios de comunicación pueden acudir al Pleno siempre y cuando lo comuniquen previamente y estos ya no disponen de un espacio para el público, que debe seguirlo online en caso de querer verlo. A pesar de ello, y aunque únicamente se ha dado un caso hasta ahora, cuando los vecinos quieren realizar una consulta en el Pleno, pueden hacerlo siempre que informen antes de su asistencia. Además, deben esperar fuera de la sala hasta que sea su turno de pregunta debido a la limitación del aforo.

También se han incorporado en los accesos controles de temperatura para personal y ciudadanos, y la atención al público ha priorizado la atención telemática y telefónica para algunos de los servicios. Para aquellos en los que no se puede, como el caso de Servicios Sociales o Licencias y Autorizaciones, sigue existiendo la posibilidad de hacer trámites presenciales con la obligación de tener cita previa.

Torrelavega, además de la mascarilla, también ha establecido como obligatorio el uso del gel hidroalcohólico y ha optado por ofrecer los plenos y las comisiones informativas a los ciudadanos y la prensa de forma telemática con el fin de evitar las aglomeraciones. Por último, en los servicios de atención al ciudadano se ha comenzado a atender únicamente a través de la cita previa.

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