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Entrevista
María Sánchez, consejera de Economía y Hacienda de Cantabria

“Si estás bien preparado, con una sanidad y unos servicios sociales fuertes, el impacto de la pandemia es menor”

María Sánchez (PSOE), consejera de Economía y Hacienda de Cantabria.

Laro García

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María Sánchez (Suances, 1978) ha sacado adelante su segundo presupuesto de la legislatura con el apoyo de dos tercios de los diputados que integran el Parlamento de Cantabria. La máxima responsable de las finanzas en el Gobierno bipartito, integrado por PRC y PSOE, destaca precisamente la importancia de alcanzar un consenso lo más amplio posible en un momento como el actual para proyectar certidumbre en plena pandemia. A su juicio, “la economía cántabra ha resistido mejor en los momentos más difíciles”, pero subraya que “sin salud, no hay economía posible”, una discusión que ha polarizado el debate en cada desescalada desde que el coronavirus se instaló entre nosotros. La consejera de Economía y Hacienda, que llegó al cargo al inicio de la legislatura con un reconocido perfil técnico por su currículum dentro de la Administración regional, recuerda que “los recursos son limitados y cada uno elige en qué se los gasta, pero si estás bien preparado, con una sanidad y unos servicios sociales fuertes, lógicamente el impacto de la pandemia es menor”. Además, defiende que la anterior crisis económica puso de manifiesto “muchísimos errores” y el cambio de rumbo en la política económica de la Unión Europea demuestra que “hay una manera diferente de hacer las cosas sin que nadie se quede atrás”. “Los fondos europeos son una inyección de liquidez muy importante para que la recuperación sea lo más rápida posible”, destaca.

Cuando estamos a punto de cumplir un año desde el inicio de la pandemia, ¿cómo ha resistido la economía de Cantabria al impacto del coronavirus?

Cuando aprobamos los presupuestos el año pasado, nadie esperaba que en marzo tuviésemos una pandemia que hizo saltar por los aires esas cuentas y que nos obligó a adaptar todo el plan económico para 2020. Hemos tenido que hacer muchas modificaciones y que aprobar un plan de choque que ha tenido una buena ejecución, lo que ha permitido sobrellevar ese impacto y ha provocado que nuestra caída en el PIB interanual sea del 6,7%, la cuarta autonomía de España con mejores resultados. Ha sido un año muy difícil de gestionar, pero los números no engañan. La economía cántabra ha resistido mejor y hemos tenido un menor descenso que otros territorios, hemos resistido en los momentos más difíciles.

La crisis sanitaria golpea de lleno en uno de los aspectos que más afecta a la economía, con una incertidumbre constante que ha ido acompañada de una continua improvisación para intentar frenar los efectos sobre las empresas. ¿Es imposible hacer previsiones en una situación así?

Efectivamente. Eso nos ha pasado en 2020 y nos seguirá pasando en 2021. La evolución de la economía está íntimamente ligada a la evolución del virus. En función de cómo vayamos dominando los efectos de la pandemia, nuestra economía podrá recuperarse de una mejor manera.

Durante todos estos meses parece que había que optar por la salud o por la economía, es decir, entre ser más restrictivos en las medidas que se aplican o levantar la mano y ‘convivir’ con el virus para contener los efectos sobre el sistema económico. En esa dicotomía, ¿en qué grupo se sitúa?

Siempre hay que buscar un equilibrio, pero tenemos que ser todos muy conscientes de que sin salud, no hay economía posible. Primero hay que atajar el problema y priorizar la salud de los ciudadanos. De hecho, todos los recursos económicos y personales se han puesto a disposición de la lucha contra la pandemia, y a partir de ahí, hemos establecido una serie de medidas económicas que permitir resistir a las empresas y los trabajadores. En el momento en el que superemos la pandemia, que ahora con la campaña de vacunación comenzamos a ver la luz al final del túnel, habrá que establecer medidas activas para la recuperación económica, que es lo que necesitamos.

Hablaba de los recursos económicos que se han dedicado a la lucha contra la pandemia en estos meses. ¿Qué factura económica deja hasta el momento el coronavirus en Cantabria?

Todos los recursos del Servicio Cántabro de Salud, todos los recursos de la Consejería de Sanidad, los 50 millones de euros del fondo COVID en el Plan de Choque… Todo ello se ha puesto a disposición del sistema sanitario para dar respuesta a la pandemia. Además, hay que incluir las entregas a cuenta del Gobierno de España. Estos 180 millones del reparto de los fondos COVID por autonomía, salvo la parte que venía a apuntalar la caída de ingresos, ha sido destinado a temas sanitarios o de educación, todo ello relacionado con la lucha contra la pandemia.

El presupuesto de 2021 se presentaba durante su trámite parlamentario como una herramienta para la recuperación económica. ¿Cuáles son las prioridades fundamentales de esas cuentas que están ya en vigor?

Los presupuestos de 2021 son unas cuentas clave. Son históricos, porque nunca ha habido tal volumen de recursos a disposición de las consejerías para poder ejercer sus políticas públicas. Esos más de 3.000 millones de euros sostienen un presupuesto muy social. El 65% aproximadamente se destina a sanidad, educación, políticas sociales y vivienda. Tiene como objetivo apuntalar nuestro estado del bienestar y establecer esa red de seguridad pública que los ciudadanos tienen que ver que existe, que la Administración les provee de ello. Hay otra parte muy importante dirigida al tejido productivo, que se vuelca en apoyar a nuestras empresas en esa recuperación económica dentro de los ejes estratégicos establecidos por Europa, como la transformación digital, la transición verde, la cohesión económica y territorial, además de la igualdad de oportunidades.

Aunque estamos inmersos aún en plena tercera ola, el inicio de la campaña de vacunación nos permite ver una cierta luz al final del túnel. ¿Cree que hay margen para el optimismo o todavía debemos estar preparados para lo peor?

La campaña de vacunación es fundamental, no cabe duda. Cuando se anunció que la vacuna estaba disponible y el plazo en el que comenzaría a llegar a los ciudadanos a finales de diciembre, los mercados financieros subieron. Es un síntoma del inicio de esa recuperación. Aunque el camino es largo, sí que empezamos a ver esa luz al final del túnel de la que hablabas. Es el principio, está claro. Deberá ir de la mano de los fondos europeos, que son una inyección de liquidez muy importante a nuestra economía para que esa recuperación sea lo más rápida posible.

Europa es nuestro presente y es nuestro futuro. Aunque muchos lo niegan, Europa no es el problema, sino una solución

Primero con la compra masiva de vacunas de forma centralizada, y después con el desarrollo de ese plan de estímulo, la Unión Europea está demostrando ser un actor clave. ¿Cree que esa puede ser una de las lecturas positivas de la actual crisis sanitaria? ¿Se puede convertir en un revulsivo para ese espíritu europeísta que ha pasado momentos complicados en los últimos años?

Creo que sí, ojalá sea así. La situación de nuestro país, sin el papel que ha jugado la Unión Europea, sería muchísimo más complicada. Europa es nuestro presente y es nuestro futuro. Aunque muchos lo niegan, Europa no es el problema, sino una solución.

Lo que parece evidente es que ha habido un cambio de paradigma en la Unión Europea a la hora de abordar esta crisis en comparación con las políticas que se impulsaron en la anterior recesión, cuando se tomaron decisiones que pusieron en serios aprietos a España en relación a los objetivos de déficit, por ejemplo. Ahora se ha levantado la mano y se busca superar esta situación de forma más homogénea en todos los países. ¿Cree que es el reconocimiento de un error?

Totalmente de acuerdo. La anterior crisis económica puso de manifiesto muchísimos errores y con este cambio de política económica se demuestra precisamente eso, que hay una manera diferente de hacer las cosas sin que nadie se quede atrás. Creo que la negociación que el presidente, Pedro Sánchez, ha tenido en Bruselas ha sido fundamental. De alguna manera, se pusieron encima de la mesa las medidas adoptadas en aquel momento y las consecuencias de aquella crisis económica que todavía estamos sufriendo a día de hoy, porque se produjeron muchos recortes en el sistema sanitario, por ejemplo, que aún no se han revertido. Perder derechos es muy fácil, pero recuperarlos es mucho más complicado. Tenía que cambiarse ese enfoque porque quedó demostrado que fue un fracaso.

Ahora estamos ante el reto de la gestión de esa inyección económica extraordinaria que llegará a través de los fondos europeos. ¿Saben ya cuándo, cómo y de qué manera se harán efectivos? ¿Cómo va a ser ese proceso para los próximos meses?

Algunos de ellos ya se están gestando y a finales de año se presentará la programación. En lo que se refiere al fondo Next Generation, que es el más novedoso, hay una parte que el día 29 de enero ya se remitió al Ministerio desde la Consejería de Economía el plan para esos 96 millones de euros que teníamos preasignados y cuáles iban a ser los proyectos que van a ser financiados con ese dinero. Como explicó el vicepresidente, Pablo Zuloaga, la protonterapia, la transformación digital de Yedra, los centros de Formación Profesional integrada en Laredo y Torrelavega, un proyecto del 112 o distintas políticas de empleo y en el área de Industria recibirán esa financiación adicional. Para esto, hay un plazo de dos años, con una ejecución del 80% comprometido en 2020, y las distintas consejerías ya están trabajando en ello. A medida que vayamos presentando las certificaciones, irá llegando el dinero. Hay una posibilidad de anticipo de un 10%. Creo que los fondos comenzarán a llegar en torno a septiembre.

Hay otro aspecto que se ha demostrado clave en todos estos meses, y es que los territorios con unos servicios públicos fuertes han sobrevivido mejor a una situación excepcional como la que ha tocado abordar por la COVID. ¿Aprenderemos la lección de cara al futuro?

Esto depende del Gobierno que gestione cada comunidad autónoma. Aquí, en Cantabria, lo tenemos claro. De los 3.000 millones de presupuesto, 1.000 son para el Servicio Cántabro de Salud y para la Consejería de Sanidad. Es decir, de cada tres euros, uno se dedica a la salud de los ciudadanos. Creo que es una gran inversión y los cántabros y las cántabras están orgullosos de la sanidad pública que tenemos. Los recursos son limitados y cada uno elige en qué se los gasta, pero si estás bien preparado, con una sanidad y unos servicios sociales fuertes, lógicamente el impacto de la pandemia es menor.

La anterior crisis económica puso de manifiesto muchísimos errores y con este cambio de política económica se demuestra que hay una manera diferente de hacer las cosas sin que nadie se quede atrás

En una entrevista al comienzo de la legislatura me dijo que "si queremos tener servicios públicos de calidad y mantener el estado de bienestar, hay que recaudar". ¿Es el momento de abordar una reforma fiscal para que esos servicios queden blindados gobierne quien gobierne?

El presupuesto de 2021 está adaptado a las actuales circunstancias. Están pegados a la realidad. Estas cuentas blindan sin lugar a dudas, con ese 65% para los servicios sociales, ese estado del bienestar y esos servicios públicos esenciales. En cuanto a recaudar, creo que ahora mismo, en plena pandemia, no es el momento de abordar ninguna reforma fiscal importante en cuanto a la gestión tributaria que nosotros tenemos asignada. Hay una cosa muy clara: cuando las familias y las empresas lo están pasando muy mal, tienen que tener certidumbre. Deben tener claro cuáles van a ser sus ingresos y cuáles van a ser sus gastos. Por eso creo que no es el momento ahora de abordar un cambio fiscal.

La tendencia hacia de despoblación de los núcleos rurales de Cantabria, que se ha marcado como prioridad esta legislatura, tiene mucho que ver con los servicios que disfrutan los ciudadanos en estas zonas, las oportunidades de tener una vida mejor, en definitiva, y que se tenga en cuenta un aspecto como el coste de los servicios es una de las reivindicaciones que mantiene Cantabria respecto a la financiación autonómica. ¿Corre peligro este criterio en el futuro por la presión de los territorios más poblados?

Es así, ese debate existe. Hay muchas comunidades autónomas que defienden el criterio del reparto por población, pero desde aquí lo tenemos más que claro: el Gobierno de Cantabria defenderá siempre que se valore el coste efectivo de los servicios. Nuestra comunidad autónoma es pequeña, presenta una serie de singularidades, unas tasas de envejecimiento, una orografía especial… Los servicios públicos se tienen que prestar en igualdad de condiciones en todo el territorio nacional, y no lo digo yo, lo dice la Constitución española. En el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera hay un criterio acordado, que es el del coste efectivo del servicio, y esa es la postura que voy a mantener cuando se abra ese debate. Voy a defender el statu quo y el coste efectivo del servicio.

Algunas reivindicaciones históricas de Cantabria, como el pago de la deuda de Valdecilla, se recogen en los últimos Presupuestos Generales del Estado. ¿Cómo es la interlocución actual con el Gobierno de Pedro Sánchez?

Esa relación es buena, no puede ser de otra manera. En cuanto a Valdecilla, Pedro Sánchez ha sido el único presidente que ha pagado la anualidad que corresponde. Muchos lo prometieron antes pero él ha cumplido. En los presupuestos de 2021 están incluidos no 22, sino 44 millones de euros. La interlocución con todos los ministros es directa.

Hay algunos aspectos, como la subida del Salario Mínimo Interprofesional, que han quedado aparcadas de momento. ¿Cree que se debería haber hecho un esfuerzo en un momento tan complicado como el que estamos viviendo?

Evidentemente, no entra dentro de mis competencias, pero en un momento tan complicado como este todos necesitamos tener certidumbres: familias y empresas. Y creo que quizás no es el momento de tocar esta cuestión, pero sí que habrá que abordar el debate próximamente. Lo urgente no puede paralizar lo importante.

En un país como España y en una comunidad autónoma como Cantabria, lógicamente, el empleo preocupa mucho y los efectos de la crisis sanitaria pueden volver a disparar la tasa de paro. ¿Hasta qué punto los ERTE está sosteniendo el mercado de trabajo? ¿Ha sido una solución adecuada en este contexto?

Sí, sin ninguna duda. Rotundamente digo que sí. La aplicación de los ERTE ha sido una decisión del Gobierno de España, pero lo fundamental es que ha salido del seno de la Mesa del Diálogo Social. Ha sido una medida totalmente pactada con los agentes sociales, que lo demandaban. Los ERTE han permitido congelar la economía para que resista. Ha sido fundamental, muy importante, pactada con patronal y sindicatos.

En relación a ese diálogo al que hace referencia, a nivel político en Cantabria ha habido unos meses de cierta calma, que desde el verano para acá parece que ha desaparecido y los partidos de la oposición han subido el tono respecto a la gestión del Gobierno. ¿Le preocupa?

Cada partido político tiene una identidad y cada partido político decide cuál es su línea de actuación. No obstante, estamos atravesando una pandemia. Hay que contextualizar. Es un momento histórico. Desde la Guerra Civil no pasábamos por una situación tan complicada en España. Yo no sé qué es lo que tiene que ocurrir para que los partidos políticos nos pongamos de acuerdo. Por parte del PSOE, por parte del Gobierno de Cantabria, la mano está tendida a la oposición. En estos momentos tan complicados, arrimar el hombro no es un derecho, es una obligación.

Se consiguió sumar el voto favorable de Ciudadanos a los presupuestos, pactando una serie de medidas para los sectores más afectados, pero en las últimas semanas ha habido críticas respecto a la baja ejecución de esas ayudas. ¿Está llegando ese dinero a las empresas? ¿No se podría ser más ágil en una situación de emergencia como la que están pasando?

El Gobierno de Cantabria hace las aportaciones dinerarias a la empresa pública Sodercan y a la Sociedad Regional de Cultura y Deporte para que tramiten esas ayudas. En el ámbito de sus competencias, te podrán dar una información más precisa. Me consta que en lo que se refiere a la Sociedad, se están haciendo los pagos y a lo largo del mes de febrero se acabarán de abonar las ayudas relativas a la segunda convocatoria. En cuanto a Sodercan, no sé ahora mismo en qué estado se encuentran.

Para acabar… ¿Se atreve con una previsión económica para 2021?

Creo que me voy a repetir… No me atrevo a hacer ningún tipo de previsión económica porque la evolución de la economía va a estar íntimamente relacionada a la evolución de la pandemia. En la medida en la que seamos capaces de controlar el virus, comenzará una recuperación económica mayor.

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