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El PP rescata como director de Seguridad de Cantabria a un excomisario condenado por torturas e indultado por Aznar

El excomisario de la Policía Nacional Héctor Moreno García.

Javier Fernández Rubio

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El Gobierno de Cantabria ha rescatado del retiro a Héctor Moreno, quien fuera jefe de la Policía Nacional en Cantabria y en cuyo expediente figura una condena por torturas así como un indulto del Gobierno de José María Aznar. El Consejo de Gobierno de Cantabria ha aprobado este jueves nombrar a Moreno director general de Seguridad y Protección Ciudadana, un cargo político que asume tras jubilarse recientemente de su actividad profesional.

En la nota informativa en el que se da cuenta de los méritos profesionales de Héctor Moreno, Comisario Principal Honorario de la Policía Nacional, el Ejecutivo no hace mención ni a su condena ni a su indulto. Moreno García fue condenado por torturas y detención ilegal en 1994 por la Audiencia Provincial de Madrid, y su pena fue conmutada por el Gobierno de José María Aznar en 1998 junto a la de los otros cuatro policías que fueron condenados en el mismo caso.

Los hechos por los que fueron condenados sucedieron la noche del 29 de abril de 1982, cuando siete policías detuvieron en el barrio de Malasaña de Madrid a varios peatones “sin causa alguna”. La Audiencia Provincial de Madrid condenó a Héctor Moreno y a otros cuatro agentes a la pena de 48 años de inhabilitación especial y a cinco meses y medio de arresto por torturas y por detener ilegalmente a siete personas, entre ellas un abogado.

La sentencia recogía, según señala la noticia del diario El País en 1994, que Moreno “restregó la cabeza de uno de los detenidos por la basura”. El juez reflejó en el texto que los detenidos fueron puestos en fila en comisaría con las manos apoyadas en la pared mientras los policías les llamaban “canallas e hijos de puta” y les decían que les iban a matar a todos. Asimismo, el texto señala “varias agresiones” a los detenidos. 

“En la redada también fue detenido el abogado Luis María Figueroa Cuenca, quien -relata la crónica de El País de aquella época-, tras identificarse como letrado, quiso parar la agresión. Recibió un rodillazo en la ingle. El golpe le causó una hernia que requirió de intervención quirúrgica. Estuvo de baja casi tres meses. Después, los detenidos fueron trasladados a las dependencias de la Dirección General de Seguridad, donde quedaron a disposición del Grupo V. Cinco arrestados fueron puestos en fila, con las manos apoyadas en la pared. [...] Horas después, el abogado recibió amenazas de muerte en las mismas dependencias policiales”.

El Gobierno de José María Aznar decidió “conmutar la pena de inhabilitación especial” impuesta al fue jefe de Policía Nacional de Cantabria por otra de “suspensión por el plazo de seis meses y un día” con la condición de que “no vuelva a cometer delito doloso durante el tiempo de normal cumplimiento de la condena”, tal y como recoge el BOE el 21 de julio de 1998.

Solo dos años después de haber sido condenado por un delito de torturas, en 1996, Moreno García fue ascendido a inspector jefe y, seis años después, en 2002, fue nombrado comisario. 

El policía ha sido jefe de Brigada en Bilbao, jefe de Interpol en la Comisaría General de la Policía Judicial, jefe de la Unidad de Relaciones Comunitarias y Bilaterales en la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, así como responsable de la Brigada Central de Investigación en la Comisaría General de Policía Judicial. 

Moreno García fue nombrado Jefe Superior de Policía de Cantabria el 6 de abril de 2017, sucediendo en el cargo al también comisario principal Jaime Velayos, que se jubiló en marzo tras 42 años de servicio.

Una condecoración como la Encomienda de la Orden del Mérito Civil, que le fue impuesta por el Ministerio de Interior, fue anulada por la Justicia, según adelantó elDiario.es. El ministro socialista Fernando Grande-Marlaska enmendó la plana a Justicia y restituyó la condecoración, junto las de otra decena de excomisarios jubilados a los que se les había anulado tal reconocimiento en 2021 al considerar falta de motivación en los expedientes y carencias en el proceso de alegación, motivo por el que varios sindicatos policiales impugnaron la convocatoria.

Polémica en Cantabria

Cuando fue nombrado en Cantabria, Podemos pidió su destitución al entonces presidente, Miguel Ángel Revilla, y llevó el debate al Parlamento autonómico. Este rechazó una proposición no de ley de Podemos para pedir el cese del jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) en Cantabria.

“La Policía Nacional que en los años 80 propinaba rodillazos en los genitales a civiles en Malasaña no puede estar al frente de una Policía autónoma en la España del siglo XXI”, había valorado entonces la diputada nacional de Podemos, Rosana Alonso. 

El dirigente regionalista Miguel Ángel Revilla, reconoció no gustarle el nombramiento, pero dijo que la competencia era de otra administración. Admitió, de este modo, que él no hubiera nombrado a Héctor Moreno como jefe policial en Cantabria, pero que no era su “competencia”. “Le ha nombrado un ministro”, apostilló en relación al titular de Interior, Juan Ignacio Zoido (PP). Revilla pidió explicaciones por escrito y este, 20 días después, le respondió justificando su nombramiento en virtud de su expediente.

En su misiva, Zoido relativizó los hechos de 1982 y sacó a relucir el expediente de Moreno. “Tiene pleno derecho a ejercer su profesión con la dignidad y respeto que merece, por lo que no puede tener vetada la posibilidad de proseguir con plenitud con su vida y su carrera profesional”, le escribió a Revilla; y añadió: “Y tanto su trayectoria como su hoja de servicios demuestran que está absolutamente capacitado para desempeñar esta responsabilidad”.

La vicepresidenta del Gobierno en aquel momento, Eva Díaz Tezanos (PSOE), se desmarcó del posicionamiento de Revilla y cuestionó el nombramiento. Además, aseguró que “desconoce, más allá de lo publicado en los medios de comunicación, las justificaciones del ministro”.

Otros colectivos también criticaron la designación y la postura del presidente de Cantabria, como fue el caso de la Asamblea Cántabra por las Libertades y Contra la Represión (LIBRES). Esta pidió su destitución y criticó a Revilla por aceptar “sin más” las razones de Zoido.

Sin embargo, Moreno estuvo en el cargo durante varios años, hasta su reciente jubilación, cuando incluso fue homenajeado públicamente por la actual delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones (PSOE), que destacó su profesionalidad y su labor en los meses más duros de la pandemia de la COVID-19.

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