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OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada
Sobre este blog

Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

Piensa globalmente, escribe localmente

Diegu San Gabriel

Y menos así, a nuestra manera, con laísmo. Tanta formalidad periodística y nos saltamos las convenciones sociales. Yo quisiera comenzar saludando a aquellos que habéis hecho clic en esta primera columna de 'El Jisquíu' y agradeciendo a quienes han considerado ofrecerme aportar con ella. Y reflexionando sobre la parte de responsabilidad que también tiene el cuarto poder en estos tiempos que corren de desarraigo y mordazas.

Sin ir más lejos, llama la atención en Cantabria, con honrosas excepciones, la carencia de contenidos informativos propios acerca de nuestra realidad. La clase política nos ha privado de medios públicos, dedicándose a subvencionar cabeceras privadas de radio, prensa y televisión, que rellenan con entrevistas cómodas, publirreportajes y eco acrítico de notas de prensa. Sin vocación social no hace falta más, y los ingresos están garantizados con los publicitados saludos de alcaldes y consejeros. Así que tenemos el BOC oficial, un diario hegemónico de nociva línea editorial que denomino “el BOC oficioso”, las esperanzadoras alternativas minoritarias, y florecientes cabeceras plagadas de publicidad institucional con un vínculo partidista inversamente proporcional a su interés periodístico. Mientras, ocurren historias preciosas y también indignantes, en nuestros barrios, en nuestros pueblos, en nuestros valles. Pero apenas se da cuenta de ellas, que en el imaginario colectivo es lo más parecido a que no ocurran.

El periodismo de Estado, por su parte, comparte con las otras comunicaciones (autovías, AVE…) un diseño “radial”: todo pasa por Madrid, como si sus cosas, sus equipos, sus toreros y sus fiestas fueran de interés general o la medida de todas las demás. Y claro, es de suponer que haya poderes en Santander, Castro, Noja, Ramales, Argoños, Meruelo, etc. encantados de que el foco mediático sobre corrupción se centre en Tania Sánchez, el de la privatización de cajas en Bankia o el de la especulación urbanística en el Pocero. Quizá, entre tan profusa información sobre Aguirre, Carmona y Carmena, mis paisanos no se dieron cuenta de que en sus pueblos también se celebraban elecciones municipales y por eso –excepción castreña- continúan los mismos dirigentes.

No crean que informar pegado al terreno es más sencillo que hacerlo sobre Coslada o Nueva York. Destapa temas delicados cuyos protagonistas se mueven muchas veces en tu mismo entorno e implica una gran responsabilidad por la capacidad de influir en la realidad cotidiana. Es algo complicado, pero imprescindible para acabar con los agujeros negros de desinformación e impunidad que degradan la democracia.

El ejercicio de la libre información no sólo está coaccionado en el mundo por conflictos armados o el terrorismo yihadista, también por organizaciones criminales y poderes económico-políticos a quienes perpetúa el monopolio mediático y debilitaría la transparencia. Durante la última legislatura en el estado mexicano de Veracruz, 14 periodistas han sido asesinados, 3 se encuentran desaparecidos y 37 han tenido que abandonar su tierra por miedo. En el País Vasco recobraba estos días la libertad absoluta Jose Luis Elkoro tras 8 años de prisión por su responsabilidad en la editora de Egin, cuyo director continúa aún hoy preso. En Cantabria debiéramos tener siempre presente el bochornoso cierre de La Realidad, pero no ha sido el último ataque a la libertad de información: el cerrojazo a Buenos Días Cantabria o el juicio y persecución que sufrimos en EnfoCant demuestran la molestia que produce el periodismo crítico. Como pudo comprobar el director del censurado semanario cántabro, Patxi Ibarrondo, “en el periodismo periférico los obstáculos son constantes y las presiones más fuertes. Cantabria es un coto cerrado de caciques que se reparten el pastel donde rige la omertá siciliana, el silencio cómplice”.

Pese a todo, frente al monopolio globalizador de las grandes empresas de la información, en plena crisis del papel y la pretendida objetividad, se pueden y se deben generar alternativas informativas independientes de los poderes económicos y políticos, comprometidas con el territorio. Para hacerlos sostenibles hay que acercarse a los lectores, conocer sus intereses y encontrar esos espacios informativos, en lo geográfico y en lo temático, que cada vez más se pierden o maltratan. La realidad social de este pequeño pueblo del sur de la fachada atlántica europea esconde innumerables oportunidades para tratar con estilo propio, a pie de calle, integrando a su gente, vertebrando verdaderos espacios para la interacción. En definitiva, aportando un nódulo cántabro a la red informativa global que se está tejiendo, con un modelo periodístico democrático y participado.

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Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

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