Carteros en patinete por Cantabria: CCOO rechaza la idea de Correos por el riesgo para los trabajadores
La imagen del cartero a pie con su saca de cartas ha ido cambiando con los tiempos. Hace años que reparten asistidos por un carrito, ahora que apenas se envían misivas pero cada vez distribuyen más paquetes de compras online.
Si en los pueblos era habitual ver al cartero en bicicleta o en moto, ahora la dirección de Correos ha tenido la idea de incorporar nuevos métodos de transporte. En Cantabria amenazan con subir al patinete al personal de reparto lo que ha desatado las críticas del sindicato Comisiones Obreras. No solo eso, porque no será un patinete convencional: llevará adosado un carro incorporado para transportar los envíos.
Una idea que no es exclusiva de Cantabria y que se empezó a barajar hace cuatro años cuando se anunció un proyecto piloto para proporcionar a los carteros “un elemento que facilite el reparto de última milla y ahorre esfuerzos, incorporando las últimas innovaciones tecnológicas en movilidad sostenible para mejorar el servicio”.
La dirección nacional del organismo público adquirió entonces 48 carros de reparto asistidos, como los denominó oficialmente, que durante un año se estuvieron probando en el reparto de siete puntos diferentes de España.
Según se explicó entonces estaban pensados para ser utilizados en zonas urbanas donde las áreas de reparto están lejanas entre sí, como es el caso de urbanizaciones de extrarradio o polígonos industriales.
Ahora, el sindicato mayoritario en Correos ha denunciado que la empresa postal pública “pretende obligar” al personal de reparto a pie de Cantabria a conducir patinetes eléctricos con un carro incorporado.
Los representantes de los empleados han advertido que este nuevo equipo de trabajo es un vehículo de movilidad personal (VMP) que por ley está obligado a circular por la calzada junto con el resto del tráfico rodado, “asumiendo un riesgo grave de sufrir accidentes graves, e incluso mortales”.
Por esta razón, CCOO ha requerido a la dirección de Correos, con la que se reunirá el próximo día 4, a paralizar la implantación de los VMP y a “abandonar definitivamente la idea”, y ha advertido de que, “en caso de llegar a producirse una desgracia denunciará por la vía penal a quienes han impuesto la medida”.
Así lo ha señalado el sindicato este martes en nota de prensa, en la que ha censurado la “irresponsabilidad” de los directivos de la empresa, que están “precarizando” las condiciones laborales. Además, ha criticado que esta decisión “se impone despreciando los posicionamientos en contra de su introducción trasladados por todas las organizaciones sindicales de Correos”.
“Ningún correo público europeo utiliza VMP en tareas de reparto por su peligrosidad y falta de eficacia en las labores de reparto a pie, siendo sus únicos usuarios el personal de reparto de algunas plataformas de Riders que, lamentablemente, padecen una situación de precariedad laboral”, ha apuntado.
Al sindicato, que “consiguió paralizar la introducir los VMP en Correos pretendida por el anterior presidente de la compañía, Juan Manuel Serrano”, le “sorprende” que su actual presidente, Pedro Saura, “contra toda lógica ignore los argumentos preventivos y de seguridad para imponer su uso, buscando publicitar una falsa imagen de modernidad”.
Para CCOO, la empresa postal pública con esta decisión no solo “pone en riesgo” la seguridad de sus trabajadores, sino que “busca precarizar las condiciones laborales”, ya que los patinetes se facilitan al personal de reparto a pie “sin pagarles por ello el complemento de peligrosidad que cobran por convenio miles de personas repartidoras que utilizan motocicletas y vehículos de cuatro ruedas”.
Correos dispone de casi 14.000 vehículos de dos y cuatro ruedas, la mayoría ecológicos, que garantizan medidas de seguridad a los empleados que les conducen al estar diseñados para circular por la calzada, “mientras el supuesto ”carro asistido“ híbrido que implanta Correos es incluso más peligroso al añadirse de manera forzada un carro sobrecargado que dificulta su conducción”, explican desde CCOO Cantabria.
Según indican, los datos confirman la “gran irresponsabilidad” que supone la decisión porque los accidentes de VMP en España con daños a la persona conductora aumentaron un 23% el pasado año: 396 siniestros, 240 heridos y 14 fallecidos, y desde 2020 han crecido más de un 400%, superando a los accidentes de ciclomotores.
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