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“No hay colaboración ciudadana para detener a los pirómanos”

Un bombero lucha contra el fuego en un monte de Cantabria.

Laro García

Los datos judiciales apuntaban una evidencia: la impunidad de los que prenden fuego al monte es incontestable. Ahora es el propio coronel jefe de la Guardia Civil de Cantabria, Juan Airas, el que reconoce las dificultades de las fuerzas de seguridad para llegar hasta los autores materiales de la catástrofe. “No hay colaboración ciudadana para detener a los pirómanos”, ha asegurado este martes, a pesar de que en la investigación de los incendios forestales de diciembre hay “muchos sospechosos”.

“Es muy difícil de probar la autoría porque los incendios se producen por la tarde-noche, cuando no hay visibilidad, y todo el mundo puede saber quiénes son los que están incendiando el monte pero nadie dice nada”, se ha quejado este alto mando de la Benemérita, quien ha solicitado “más colaboración ciudadana por parte de la población civil”, porque es “muy importante”. Airas, además, ha recordado que “es muy difícil coger a los pirómanos con las manos en la masa, porque muchos lo que hacen es poner mechas lentas dos horas antes para que luego se produzca el incendio”.

Durante la segunda quincena de diciembre, en apenas 15 días, Cantabria registró 396 incendios forestales, una cantidad tan elevada que casi se equipara a los que se producen de media a lo largo de un año. En total fueron 9.900 hectáreas quedaron calcinadas, un tercio de ellas de bosque autóctono. Y hasta el momento, solo un sospechoso ha sido identificado formalmente y ha pasado a disposición judicial.

A pesar de esta contradicción, el coronel jefe de la Guardia Civil ha afirmado en un acto público del Instituto Armado que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) cuanta con “medios suficientes” para la investigación de incendios, una dotación que ahora incorpora un dron que puede facilitar la vigilancia. “El problema es que esa investigación no es tan fácil. Espero que con estos medios seamos más eficaces”, ha remarcado.

Mejora del material

El aparato, que cuenta con dos cámaras y tiene un coste de algo más de 4.000 euros, forma parte del nuevo material por valor de 30.000 euros adquirido por la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria para mejorar el equipamiento de esta unidad y contribuir de esta forma a la prevención y persecución de delitos medioambientales.

El dron permitirá, entre otras tareas, mejorar la prevención de incendios, la realización de fotografía, video y cartografía aérea, la vigilancia de zonas de conflictividad, el control y seguimiento de vertidos y la detección de actividades irregulares e infracciones por caza y pesca ilegal.

El material financiado por el Gobierno incluye también dos motocicletas Yamaha WR 250, con las que se refuerza el parque móvil y potencia la vigilancia de zonas de difícil acceso, así como dos maletines de señalización e inspección ocular en incendios forestales, dos tabletas Appe IPAD Mini, y 18 kit de intervención.

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