“Siempre tuve mal concepto de la política porque no me importa mucho”
Antonio López 'Noni' (Loja, Granada, 1981) es el vocalista de la popular banda granadina de indie rock Lori Meyers, que cumple dos décadas en activo. Lejos de pensar en una retirada a corto plazo, el artista echa la vista atrás, analiza su evolución, pero se centra en el presente: “Venimos de varias épocas y hemos hecho un público muy diverso”, subraya, poniendo en valor sus directos enérgicos, donde crean “una burbuja con el público”. Pese a que no le gusta hablar de política como representante del “ente Lori Meyers”, que “no tiene ideología”, señala que “los máximos líderes mundiales están todos como una cabra”. “Siempre tuve mal concepto de la política porque no me importa mucho”, asegura durante la entrevista con elDiario.es previa a su actuación en el Festival Música en Grande de Torrelavega, prevista para el sábado 1 de julio, donde compartirán cartel con otros grupos y artistas de referencia como Suede, Arde Bogotá, Shinova o Natalia Lacunza, entre otros.
Se cumplen dos décadas de Lori Meyers. ¿Actualmente echa más la vista atrás o mira más hacia el futuro?
Hay momentos siempre para echar la vista atrás, para acordarte de los inicios, pero somos un grupo que aunque llevemos mucho tiempo empezamos muy jóvenes, por lo que estamos en el modo presente, por así decirlo, porque creo que todavía nos quedan cosas por hacer.
¿Dónde está el límite entre que la banda evolucione con el paso del tiempo y que no pierda la esencia que le ha llevado al éxito y que atrae a los fans? ¿Cómo se conjugan ambas cosas?
En general, a los grupos que aguantan y consiguen tirar hacia adelante y tener éxito, al principio se les nota mucho la influencia de la música que escuchan, pero luego los que seguimos buscando nuestra manera de hacer las cosas nos hacemos más personales. Cuando suena un riff de Alejandro todos sabemos que es Lori Meyers, cuando suena mi voz todos sabemos que es Lori Meyers o el ritmo de batería lo identificamos con Alfredo de Lori Meyers. Según vas evolucionando musicalmente y vas cogiendo tu propio ritmo se van abandonando las influencias y se pueden hacer cosas cada vez más propias.
¿Cuesta mucho llegar a ese nivel de que se identifique la voz y la música con el grupo?
Sí, cuesta esfuerzo y todos los años que llevamos. La clave está en que el público quiera seguir viéndote y escuchar tu música. Eso es lo más importante de todo.
'Espacios infinitos' expresa vivencias y sentimientos que experimentó la banda durante la pandemia. ¿Ve importante de cara al legado de Lori Meyers tener un disco vinculado a una época tan señalada?
Sí, está movida fue universal. A nosotros nos pasó que teníamos parte del disco hecho y tuvimos que abandonar la casa donde teníamos el estudio dos días antes del confinamiento. Entonces empezamos a trabajar con James Bagshaw, compositor, guitarrista y cantante del grupo inglés Temples, de manera online. Las letras las hicimos en pandemia, la música, en cambio, fue anterior. Fue un momento especial para todo el mundo. Yo hubiera preferido que no hubiera habido pandemia porque somos un grupo de directo. En ese momento no sabíamos cuándo iba a terminar y para qué sacar un disco si no lo vamos a poder defender en los escenarios. Esa era la única dicotomía que teníamos.
Lori Meyers es un ente que tiene oyentes de todos los estilos políticos
Mencionaba antes que con el paso del tiempo, el grupo va logrando trabajos más propios. ¿Tiene más mérito eso en un contexto como el actual en el que prima la inmediatez y donde todo ‘caduca’ muy rápido?
Nosotros tenemos la suerte de venir de muchos mundos. Entre el 98 y el 2000 ya tocábamos en muchos sitios y empleábamos MySpace. Hemos ido generando una serie de fans desde mucho tiempo atrás. Lo rápido y lo efectivo que pasa ahora con algunas canciones tiene que ver con la inmediatez de las redes, los social media, etcétera. Caduca todo más rápido. Un día el éxito es uno y al día siguiente tiene que ser superado por otro. Nosotros venimos de varias épocas y hemos hecho un público muy diverso que no solo se fija en internet, sino que le gustan los directos. En Lori Meyers fuimos subiendo los escalones paso a paso, y en cuanto no tengamos nada que decir ni ningún mensaje que dar no estaremos ahí manteniéndonos. Seguimos haciendo cosas porque seguimos haciendo vida. Mientras sigamos ahí podemos permitirnos bajar poco a poco porque hemos hecho un trabajo con los fans de mucho tiempo atrás.
¿Parte de la receta del éxito puede estar en que mucha gente se identifique con lo que dicen sus letras?
No lo sé. Serán bipolares como yo [ríe], les pasará lo mismo que a mí y dirán ‘coño, este está como yo o peor’ [ríe]. Las letras son un elemento importante en Lori. No me considero buen escritor ni buen letrista, porque siempre tengo el síndrome del impostor, pero sí considero que he ido aprendiendo con los años y expreso lo personal que quiero expresar. No hago letras 'random', intento darles personalidad.
¿Le cuesta más o menos expresar sentimientos con el paso del tiempo?
Uf, para mí las letras son lo más difícil de la composición. Es lo que lleva el mensaje y lo que más responsabilidad te supone. De hecho, en ‘Espacios infinitos’ le pedí a Anni [B. Seet] que me echara una mano con las letras. Es que yo compongo la música y luego añado la letra. Hay otros compositores que ya tienen la letra desde el principio y la acompañan con la música que pueden.
¿La inspiración llega o se busca?
Comentaba el otro día a un amigo que yo para componer necesito estar aburrido. Necesito tener tiempo. Ahora, por ejemplo, se me hace muy difícil. Menos mal que compuse antes de que empezáramos de gira algunas canciones. Son bocetos, pero ahí están guardados. Llegamos de un concierto el domingo o el lunes, el martes pones una lavadora y el miércoles vuelves a hacer la maleta y te estás volviendo a ir. El resto del tiempo lo ocupo en problemas que tenemos todos, como pagar facturas o cuidar de la familia. Y cuando llego de un concierto, medio reventado y con la adrenalina a tope, no tengo ganas de ponerme a componer. Tengo ganas de… no sé, ¿jugar al Zelda? [ríe].
Con ese ritmo frenético de conciertos del que habla y teniendo en cuenta la importancia que tienen los directos en Lori Meyers, ¿cómo perdura la energía durante tanto tiempo?
Bueno… no sé, hasta que duremos, pienso yo. Cuando transmites de verdad la energía es cuando creas esa burbuja con el público en los conciertos. Y mientras dure... Yo veo a los Rolling y ya no me transmiten esa energía, por ejemplo. No soy muy fan suyo, pero es por ponerte un grupo que lleva mucho tiempo dando energía. No creo que a esa edad yo estuviera tocando, de hecho, no creo ni que llegue a esa edad [ríe].
En una entrevista afirmó que no se moja en política. ¿No posicionarse públicamente en determinados temas no cree que puede verse como una postura equidistante que ya supone, por tanto, tomar posición?
Yo, si quieres, como Antonio López, te concedo una entrevista personal, se lo digo a todos los periodistas. Hablaré en ese caso desmarcándome del ente. Lori Meyers es un ente que tiene oyentes de todos los estilos políticos. Además, no nos importa, no se lo preguntamos. Ni de qué raza, ni de que sexo, ni nada. Ya lo dijimos en el ‘Hostal Pimodan’: “Bienvenidos a nuestro hostal, da igual la raza y da igual todo”, ya lo dijimos ahí. A nosotros lo que nos importa es que haya conexión musical en esa burbuja con Lori Meyers. Por eso siempre decimos que el ente Lori Meyers no tiene ideología, no tiene nada que ver con la política. Y para que no te quedes con que no me mojo nada, te diré que ahora tengo un concepto muy malo de la política en general.
¿Por qué?
No sé. Seguramente estamos viviendo tiempos rápidos, vemos que los máximos líderes mundiales están todos como una cabra, como una chota, ves que el mundo parece un poco raro… Esa es mi sensación, y creo que los políticos pueden tener una parte de culpa de todo esto, pero no lo sé. En realidad siempre tuve mal concepto de la política porque no me importa mucho.
Para terminar, ¿próximos retos de la banda?
Hay cosas que no puedo anunciar todavía para el año que viene que pueden estar guay. Igual tocará hacer algunos teatros, que hace tiempo que no estamos cerquita de los fans. Este año hay festivales por España hasta noviembre y terminamos en el Wizink de Madrid el 30 de diciembre. Nos comeremos las uvas y en enero empezaremos a trabajar en el disco y en algunos eventos internacionales que deberían salir. pero que aún no puedo anunciar...
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