Antonio Fernández-Galiano urge a “pasar a la acción” para que Sigüenza sea Patrimonio de la Humanidad
El presidente del Consejo Rector de la candidatura de Sigüenza para convertirse en la tercera ciudad de Castilla-La Mancha considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Antonio Fernández-Galiano, ha urgido a “pasar a la acción” de cara a volver a emprender el camino tras el “paréntesis dramático” que ha supuesto la pandemia sanitaria, convencido de que la catalogación a la que aspira la localidad la colocará “en el mapa del mundo”.
En una entrevista, Fernández-Galiano ha advertido que “queda todo por hacer”, empezando por la configuración final del Consejo Rector que él mismo va a presidir, al que todavía faltan por incorporarse algunos miembros y que prevé reunirse por primera vez en un breve espacio de tiempo. “Hay que pasar ya a la acción, no queda más remedio. Los meses pasan y hay que empezar a hacer cosas de manera muy concreta”.
El punto de partida toda vez que se empieza a recuperar la normalidad será “identificar” la hoja de ruta “y el argumentario” que presentará la candidatura, un catálogo que “tiene que explicarse por sí mismo”.
Para completarlo no bastará el patrimonio que luce la ciudad, ya que, según ha considerado, será necesario “recuperar muchas otras cosas” para conformar una carta de presentación a la altura del reto.
Para Fernández-Galiano, “lo primero es identificar dónde hay que intervenir para que el relato sea coherente”, porque no se puede vender “una ciudad maravillosa” teniendo monumentos “mal conservados o mal atendidos”.
De cara a esta necesaria intervención, ha reconocido que el compromiso del Gobierno regional “es esencial”, punto en el que ha agradecido al presidente autonómico, Emiliano García-Page, que haya dado garantías de que se va a “poner el foco” en este proyecto. “Su apuesta es decidida”.
“Sigüenza en una ciudad milenaria y cuenta con muchos documentos vivos que son testimonio de su historia, no solo archivos, sino todo el valor de su patrimonio histórico y artístico”, ha abundado Fernández-Galiano.
El papel de las pedanías
No solo el potencial de su casco urbano será una de las armas para optar a esta distinción, ya que también habrá que estudiar el valor de la treintena de pedanías que conforman la comarca seguntina y toca estudiar si entran a formar parte del cartel que presentará Sigüenza.
“Hay que elegir un relato porque Sigüenza ya es acreedora de ese título. Hay que ver dónde se puede poner el énfasis porque hay muchas perchas, y una de ellas son las pedanías”, ha opinado.
En este sentido, ha considerado, por ejemplo, que solo las cercanas Salinas de Imón son en sí mismas un recurso que podría recibir su propia catalogación de Patrimonio de la Humanidad, además de suponer “un ejemplo de elemento patrimonial que se ha venido abajo y habría que recuperar”. “Tienen un valor espectacular que ya justifica una declaración”.
Al margen, Fernández-Galiano considera necesario no limitarse solo a exhibir el patrimonio existente, y ha reclamado inversiones para recuperar parte del mismo. Así, defiende que tanto seguntinos como instituciones que soportan la candidatura “tendrán que comprometerse mucho con lo que significa el rescate de Sigüenza y justificar su posterior mantenimiento” a futuro.
“No se puede vivir de un pasado glorioso”
“La declaración puede colocar a Sigüenza en el mapa del mundo aunque ya lo está por derecho propio, pero habrá que hacer más cosas. Una vez colocados en esa red de Ciudades Patrimonio los réditos serán espectaculares, y el más importante será mantener lo que Sigüenza ha sido”, ha afirmado.
Antonio Fernández-Galiano ha pedido a los seguntinos “no conformarse” con el “pasado glorioso” de la ciudad, ya que “no se puede vivir solo de ese pasado” y por ello ha demandado “un gran sentido del compromiso” con el proyecto para entre todos “recuperar a Sigüenza para el mundo”.
“Lo que hicieron nuestros antepasados en los siglos XIV, XV o XVI está fenomenal y aquí tenemos en nuestras piedras su testimonio mudo, pero eso no nos puede conformar. Hay que ocuparse de Sigüenza y todos los seguntinos tienen que tener un papel activo”, ha enfatizado.
Recuperar el “espíritu universitario”
Otra de las batallas que a su juicio tiene que dar la candidatura es la de recuperar el “espíritu universitario” que caracterizó a la ciudad hace más de 300 años. Así, ha asegurado que si la localidad guadalajareña fuera alemana, podría asemejarse a Heidelberg y a su universidad de más de 600 años de actividad ininterrumpida sin perder ese rango universitario.
Sigüenza, tal y como ha recordado, “ha sido cuna de universitarios ilustres” y en sus paredes se han impartido “desde Derecho a Filosofía”, pasando por Medicina o Teología.
Sobre la recuperación de este papel, ha especificado que no se trata de “que vuelva la universidad tal y como estaba configurada hace 400 años”, pero sí de impartir algún grado.
Para ello, sugiere alternativas que pueden pasar no solo por recuperar estudios de la mano de la Universidad de Alcalá --“la heredera de la universidad de Sigüenza”--, sino también a que otras universidades, públicas o privadas, puedan empezar a operar en la localidad.
Esto será posible, ya que, según ha avanzado, este proyecto “despierta interés”, si bien ha avisado de que “no hay nada peor que generar expectativas y que luego no suceda nada”.
Aún así, volver a tener este carácter universitario pasa por “recuperar determinados elementos arquitectónicos de gran valor artístico, como el Palacio episcopal, el Seminario o el Seminario antiguo”, ha precisado.
“Inmensa fe” ante un camino que “será largo”
Pese a que el presidente del Consejo Rector de la candidatura considera que este postulado reúne de partida muchos de los requisitos que la Unesco valora a la hora de otorgar la declaración de Ciudad Patrimonio de la Humanidad, ha indicado que “difícilmente una candidatura solvente que se está iniciando puede decir que asegura” cumplir todas las premisas.
No obstante, sí se cuenta con un “magnífico punto de partida” con “activos fuera de toda duda que ya de por sí hacen a Sigüenza acreedora de ser buena candidata”, pero luego “habrá que pelear mucho”, no solo en España sino también “internacionalmente”. “El camino es largo, pero todos los involucrados tenemos una inmensa fe”, ha justificado.
Fernández-Galiano ha revelado cómo desde el Gobierno de Castilla-La Mancha se le planteó este reto y de qué forma tuvo que decir sí desde el primer momento, sin ni siquiera reparar en los pros y en los contras.
Según relata, recibió una llamada del Gabinete de Presidencia de la Comunidad Autónoma para mantener una comida con Emiliano García-Page, cita a la que en principio no le dio “mayor importancia”.
En un primer momento, la comida estaba agendada en Toledo, y un día antes se cambió de escenario para convocarla en Sigüenza. Cuando Fernández-Galiano llegó, comprobó que la mesa estaba preparada para siete personas, entre las que se encontraban otras personalidades como el presidente de las Cortes, Pablo Bellido, o la alcaldesa de la localidad, María Jesús Merino.
Tras los saludos y los aperitivos, arrancó la comida con un Fernández-Galiano “contrariado”, hasta que fue García-Page quien le dijo: “Te preguntarás qué haces aquí...”.
“Y fue ahí cuando me contó este proyecto tan magnífico y la intención decidida de la Junta. Y la verdad es que no me lo tuve que pensar mucho. Lo más sensato hubiera sido ver los pros y los contras, pero lo llevo tan dentro que contesté: 'Sí, desde ahora mismo'”, rememora Fernández-Galiano.
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