Dimiten seis miembros del Consejo Ciudadano de Podemos Castilla-La Mancha
- Lanzan propuestas en pleno proceso de primarias que dirimirá la nueva dirección de la formación morada en Castilla-La Mancha
- Creen que en los órganos de dirección las decisiones políticas “estratégicas” nunca deben tomarse “de espaldas” al Consejo Ciudadano Regional y ponen como ejemplo la designación del llamado 'Gobierno en la sombra'
Hasta seis miembros del Consejo Ciudadano Regional (CCR) de Podemos Castilla-La Mancha han dimitido en los últimos meses en lo que apunta a posibles discrepancias con la dirección regional que encabeza José García Molina. Dos de las bajas se produjeron entre noviembre y diciembre de 2016 mientras que los otros cuatro dimisionarios presentaron su renuncia el pasado 1 de mayo en pleno proceso de primarias para dirimir quién dirigirá a la formación morada castellano-manchega.
Los dimisionarios son Mª José Aguilar, ex secretaria de Políticas Públicas, Raquel Crespo, ex Secretaria de Participación, Jorge García, ex Secretario de Programas y ex Secretario Político de Podemos en la región, José Carlos Gismero, ex consejero del Área de Empleo, Adrián López, ex Secretario de Organización y María Romero, ex secretaria de Movimientos Sociales y ex secretaria de Organización.
Todos ellos han hecho pública su decisión y sus razones en un manifiesto que han denominado 'Malas Hierbas'. “Esta decisión nos niega a los seis el derecho al sufragio pasivo (presentarnos en listas) en el proceso electoral interno que acaba de iniciarse. No obstante, nos proporciona la ocasión para salir a la opinión pública a presentar nuestro balance”, aseguran. También expresan su “visión” sobre los retos que debe afrontar el partido regional además de “algunas modestas propuestas en relación con los mismos” respecto a las que niegan que estén motivadas “por ningún cálculo relativo a la conquista personal de poder orgánico en Podemos Castilla-La Mancha”.
Cambios en el funcionamiento interno de Podemos
Las primeras propuestas están relacionadas con el funcionamiento interno de los órganos de dirección regionales. En este aspecto creen necesario “retomar la construcción de organización, pospuesta hasta la fecha” y en concreto, hacerlo empezando por el funcionamiento ordinario de los órganos.
Creen “imperativa” la reforma del Reglamento de Funcionamiento del Consejo Ciudadano Regional (CCR) lo que denominan el “Parlamento del Partido” y en el que sostienen que sus cinco secretarios “ no deben poder tomar decisiones políticas en ausencia de los 30 consejeros restantes”. Solicitan también habilitar procedimientos regulares de intervención y seguimiento online de los plenos en caso de imposibilidad justificada para el desplazamiento. “Deben habilitarse espacios de trabajo virtuales que permitan tanto el seguimiento de las actividades de los consejeros como la preparación de los plenos presenciales”, aseguran.
¿Qué dietas cobran los cargos orgánicos y los electos?
Apuestan por la continuidad en algunas de las decisiones ya adoptadas por el CCR saliente “y, a ser posible, cumplirse a rajatabla”, tales como la calendarización previa de las fechas de celebración de los plenos del CCR, el Consejo Ciudadano Regional, (de carácter mensual y rotatorio entre provincias), la rendición de cuentas mensual de la actividad del Grupo Parlamentario (GP) y las decisiones adoptadas por el Consejo de Coordinación (CC) que equivale a la Ejecutiva regional de otras formaciones políticas. También piden que los consejeros puedan conocer las dietas que reciben todos los cargos orgánicos, liberados, etc
Por otra parte, creen “fundamental” delimitar funciones a la hora de tomar ciertas decisiones y apuntan explícitamente a las liberaciones del Grupo Parlamentario en las Cortes regionales o en el propio partido o la implementación de un Directorio o Gobierno en la Sombra. “Resultan decisiones políticamente estratégicas que nunca deberían poder tomarse a espaldas del parlamento autonómico del Partido (CCR)”. En este sentido, sostienen que “no basta con limitar la concentración de cargos, también hay que limitar la concentración de funciones”.
En sus propuestas se deja entrever una velada crítica al actual sistema de funcionamiento interno cuando piden “detener el proceso de concentración de las informaciones políticamente relevantes y, en consecuencia, de la subsiguiente toma de decisiones, en círculos restringidos”. La información debe fluir hacia abajo, también hacia los círculos de Podemos, hacia la “militancia activa” para la que se pide una “rendición de cuentas”que echan de menos.
“No basta con tirar de tweets, eslóganes, argumentarios, visitas relámpago, infografías o vídeos en torno a hechos consumados: son las líneas de actuación a medio plazo las que deberían redactarse, negro sobre blanco, argumentándose y justificándose, con objeto de hacer partícipes al máximo número de militantes de su potencial discusión y revisión”.
Pasar de lo “virtual” a lo “real”, menos Grupo Parlamentario y más partido
También afean la actual postura de Podemos en cuanto a la relación de la organización con la sociedad civil. Frente a una relación “en términos culturales o didácticos (propagandísticos)” abogan por ser “altavoz e instrumento (y no ”pastor“ o ”mentor“) de la sociedad civil” y además piden “pasar progresivamente del mundo virtual al mundo real y del Grupo Parlamentario al partido”. En este sentido proponen la creación de “algún tipo de plataforma permanente de contacto y discusión públicas en pie de igualdad del partido con asociaciones, sindicatos y movimientos”, en forma de mesas ciudadanas abiertas.