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Creando Oportunidades
Un objetivo: el pistacho. Con esta premisa tan simple nace 'Guadapistako', el proyecto recién nacido de la mano de la emprendedora Ana Belén Serrano. Se trata de una “novedosa” iniciativa agrícola que quiere unir los sectores público y privado para que el verde fruto tenga aumente su presencia en la provincia alcarreña, el territorio donde menos pistacho se cultiva en Castilla-La Mancha. Se enfoca principalmente a la implantación del árbol pistachero para favorecer la diversificación de los cultivos agrícolas y la sostenibilidad ambiental.
En este sentido, explica Serrano, se trata de una iniciativa integral para coordinar a distintos actores, como productores, organismos y entidades que puedan obtener ventajas para poder cultivar el producto. Además, se plantea la capacitación profesional de productores y la prestación de servicios de asesoramiento, para convertirse finalmente en una iniciativa que abarque la producción, transformación y comercialización del pistacho.
Ana Belén viene de una familia agrícola. Y es por esto, a pesar de no tener una formación directamente relacionada con este sector, que decidió dar el paso de iniciar 'Guadapistako'. Sin embargo, fue gracias al marketing que comenzó la investigación de mercado que la llevó al pistacho. “Y una vez que empiezas con él, te cala. Tanto me ha calado que me llevó a preguntarme por qué se está dando también en Castilla-La Mancha, pero en Guadalajara no aparecía”, explica la emprendedora.
La perspectiva multidisciplinar abarcará entes como el Centro de Investigación en Marchamalo, donde esta misma semana se celebró una jornada que atrajo a un centenar de personas alrededor del cultivo y el negocio del fruto. “Lo mío es gestionar y por tanto debe ser una idea basada en cómo se ha tratado el pistacho en Guadalajara y unir en un nudo a todos los entes que puedan apoyar el desarrollo de este proyecto”, explica. Serrano participó con la ponencia 'Una apuesta por el desarrollo de la mujer rural a través del cultivo del pistacho en la provincia de Guadalajara'.
En la jornada, la Junta de Comunidades destacó que las hectáreas de cultivo ha crecido diez veces en los últimos años. Según explicó el director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Santos López, en 2015 se declararon en la provincia de Guadalajara un total de 28 hectáreas dedicadas a este cultivo, en 2016, la extensión superó las 88 hectáreas y ya en 2017 se dedicaron más de 108 hectáreas al pistacho. El “gran salto” se ha producido este año con una superficie cercana a las 270 hectáreas.
Sin embargo, estas cifras se quedan todavía muy alejadas del resto de las provincias de la región. Por eso, el planteamiento es crear una “asociación de interés” que pueda aunar a la gente que ya “ha creído en el pistacho”, pero de forma individual. De este modo, explica Serrano, se puede trabajar en grupo y así “hacer fuerza”. “Hasta ahora lo he hecho yo sola, y por eso pedí la ayuda de un experto como es José Francisco Couceiro”, que participó también en la jornada.
Es un proyecto “osado”, explica, pero que confía puede salir adelante gracias a la ayuda de la gente. “Tenemos que acercar a los interesados a las plantaciones para lograr llamar la atención de este producto”. En este sentido, enumera las diversas ventajas que ofrece este cultivo, comenzando con que es “muy rentable”. “Entre los problemas que tenemos es que vemos pérdidas en el mundo agrícola. Eso no pasaría con el pistacho”, explica. “La propia rentabilidad del producto en el mercado compensa y en Guadalajara antes no se podía dar, pero ahora sí y por eso tenemos que moverlo”, asegura.
“Tiene muchos beneficios para la tierra, para el paisaje, puede dar trabajo a las tierras abandonadas. Con el pistacho se puede trabajar de forma integral”, recalca. No sólo se trata de frutos secos, sino que también se puede llegar a la cosmética, a la gastronomía o, incluso la biomasa.
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