Los hospitales de Castilla-La Mancha cerrarán casi 500 camas este verano
En Castilla-La Mancha los centros hospitalarios cerrarán este verano un total de 499 camas, según los datos facilitados por el Sindicato de Enfermería (SATSE). Son 100 más que el pasado año. En la provincia de Toledo dejarán de estar operativas un total de 169 camas (104 en el Complejo Hospitalario de Toledo y 65 en el Hospital de Talavera), en Ciudad Real se cerrarán 100 y 64 más durante un mes para realizar tareas de mantenimiento (Hospital de Ciudad Real 22; Mancha Centro 30; Valdepeñas, 30; Puertollano, 32 y Tomelloso 5).
En Albacete, habrá 72 camas menos en el Complejo Hospitalario, en Guadalajara 94 camas menos y en Cuenca se mantendrán todas abiertas (algo que ocurrió también el año pasado). Juan Francisco Ruiz, secretario autonómico del Sindicato de Enfermería (SATSE) reconoce que el pasado año “hubo un cambio muy, muy importante respecto a años anteriores” porque, hay que recordar, en el verano de 2015 el número de camas cerradas llegó casi a las 900. “Fue un año de inflexión y este año se mantiene la misma línea”, comenta, pero la programación de cierre es mayor con casi 500 que no estarán disponibles.
También se refiere a las sustituciones por bajas vacacionales. En 2016, recuerda “hubo un incremento entre el 10% o 15% y este año vuelve a haber un nuevo incremento en torno al 7%”. Pero advierte que tanto los datos de cierre de camas como de sustituciones “son poco indicadores” de la situación real porque “te puedes encontrar un sitio con sustituciones al 100% y en otro al cero porque uno es un servicio de actividad a demanda y el otro de actividad programada”.
SATSE vuelve a insistir, como ya se hiciera el pasado año, en la “dificultad” del periodo estival y vuelve a pedir “un esfuerzo” para mantener todas las camas abiertas que las sustituciones se produzcan en la totalidad de los casos. “Si no se le presta atención tiene consecuencias para pacientes y trabajadores” y se refiere a los casos en que se decide el cierre de un servicio concreto. Algo que provocará la rotación de los pacientes por otros servicios y también la propia rotación de los profesionales sanitarios. “Eso es asumir un riesgo con ambos colectivos que además termina afectando a los tiempos”.
Es una demanda “histórica”, dice, para recordar que durante los años de la crisis se produjo “una auténtica barbaridad”. Para Juan Francisco Ruiz “no solo se trata de programar camas o subir el porcentaje de sustituciones sino de prestar atención a lo que se programa sin que sea un dogma”. Reconoce la “mejora” al introducirse el pasado año el ‘Plan Más Sanidad’ pero lo considera insuficiente porque el objetivo es que la programación se mantenga “igual durante todo el año” y porque se centra sobre todo en camas y en Urgencias y no en otras cuestiones. “No podemos permitir que las Urgencias estén llenas cada verano”.
Por eso pide “vigilar” la programación sanitaria a demanda tanto en Atención Primaria como en Especializada para evitar el colapso en las “puertas” de Urgencias y “si la demanda no lo permite, pues no se pueden cerrar camas. Eso pasó en Toledo recientemente, donde 20 de las camas previstas no se cerraron”.
También apunta al problema específico de Atención Primaria, con centros muy pequeños y un aumento poblacional en verano en aquellos lugares donde su condición turística llega a multiplicar por cuatro el número de habitantes.