Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

La Junta destaca que hay una “evolución descendente” de siniestralidad laboral desde el 2016 en Castilla-La Mancha

EFE

Francisca Bravo Miranda

0

“La magnitud de la crisis sanitaria en la que nos hayamos inmersos como sociedad hace palidecer cualquier otra cita ordinaria que se recoja en nuestras agendas, ahora que la lucha contra el COVID-19 reclama buena parte de nuestros recursos y prácticamente todos nuestros esfuerzos. Aún así, existen fechas que no se pueden soslayar, destinadas a poner el foco sobre el trabajo diario que continúa marcando nuestra agenda como Gobierno regional, y que en las actuales circunstancias excepcionales cobra una nueva dimensión”. Así comienza el artículo de opinión de la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, para conmemorar el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo.

En 'La seguridad laboral, eje fundamental de la recuperación', Franco recuerda que en mayo se unen dos “importantes” reivindicaciones del ámbito laboral, como es este día y el 1 de mayo. “Ambas fechas no se pueden separar. Si es importante para toda sociedad garantizar el derecho al trabajo de todos sus individuos, es fundamental que esa garantía pase por asegurar entornos laborales seguros, para que acudir cada día al puesto de trabajo signifique una manera de ganarse la vida, y no implique nunca la posibilidad de perderla”, señala.

La pandemia de la COVID-19 ha desplazado el tema a tratar este año, que era la prevención de la violencia y el acoso en los entornos laborales. “Ambas prácticas, execrables de todo punto y rechazadas en conjunto por la sociedad”, explica Franco. Sin embargo, ahora esta problemática debe compartir palestra con la pandemia de coronavirus, un “reto transversal”. “ Si en el ámbito sanitario la lucha está centrada en reducir al máximo el coste humano que supone siempre sumar una nueva enfermedad a nuestro recuerdo vírico, en el ámbito laboral y económico el reto es reducir al máximo la afectación de las medidas excepcionales que se han tenido que tomar para contener la expansión de los contagios en nuestra economía. Y colocar cuanto antes los cimientos para la recuperación”, afirma Franco.

Evolución de la siniestralidad laboral

En la evolución de la situación de la siniestralidad laboral en la región, desde la Junta de Comunidades señalan que primero se debe valorar la evolución del número de personas “expuestas” a sufrir un accidente de trabajo. Se trata, aclaran, de la Población Afiliada a la Seguridad Social, que entre 2015 y 2018 ha aumentado en un 11% y entre 2019 y 2018 en un 22%. “Este incremento anual se explica en buena parte por la inclusión en la cobertura de contingencias profesionales de la totalidad de trabajadores autónomos, derivado de una reforma legal”, recalcan desde la Consejería.

De hecho, explican que el incremento entre 2015 y 2019 de esta población es de un 39% entre los hombres y un 31% entre las mujeres. “Esa pauta de crecimiento también se observa en el número de accidentes de trabajo con baja médica”. Por otro lado, el número de accidentes se incrementa en 2019 en un 28% en relación al 2015, y en un 27% si se excluyen los llamados 'in itinere', que suceden en los trayectos de ida y vuelta al trabajo.

“En cierta medida, a mayor número de personas expuestas a sufrir un accidente podría esperarse, como de hecho sucede, un mayor número de accidentes”. Para la Junta de Comunidades es “imprescindible” relacionar ambos parámetros para determinar la proporción de trabajadores que sufren accidentes, en relación al total expuesto. Es el índice de incidencia, que resulta de dividir el número de accidentes con baja en jornada de trabajo entre la Población activa y que hace referencia al número de accidentes por cada 100.000 trabajadores.

Los datos que manejan en la Consejería señalan que el índice de incidencia ha descendido en un 6% en 2019 en relación al periodo de 2015. Incluso, destacan que el descenso es mayor entre las mujeres, en un 13%, que entre los hombres, un 5%. “Es decir, la evolución de la siniestralidad laboral en Castilla-La Mancha es descendente y progresiva desde el año 2016 hasta el último año con datos cerrados, 2019”.

Autónomos

Ahora bien, a partir de 2019 se debe incluir también a los trabajadores autónomos, ya que son más de 100.000 personas las que se incluyeron en los cálculos. En cuatno a esto, “se observa que la evolución del índice de incidencia en el periodo 2016 a 2019 para el colectivo de trabajadores asalariados continúa siendo descendente de manera progresiva, situándose en el 2% de reducción en 2019 frente a 2016 y, de manera más acuciada en el colectivo de mujeres, 11%”. Esta evolución que consideran “descendente y sostenida” también ser observa entre los autónomos.

Pero de todos modos, señalan que “más allá de valores cuantitativos”, se debe apuntar a que “se ha entrado en un periodo de evolución descendente en términos de índice de incidencia que se mantiene año a año”. Igualmente, recuerdan que fue precisamente en el 2016 cuando se empezó a trabajar en el diseño de un marco de referencia común para combatir la siniestralidad laboral que dio lugar al Acuerdo Estratégico para la Prevención de Riesgos Laborales en Castilla-La Mancha. Dicho acuerdo estará vigente durante el periodo, de forma temporal, 2017-2021 e incluye medidas como “notable” incremento de la dotación presupuestaria para líneas de ayuda que contribuyen a que las empresas y trabajadores autónomos de la región, para implementar proyectos de mejora en prevención de riesgos laborales.

Etiquetas
stats