El programa de inspección sanitaria baja un 23% en los Presupuestos de 2017
La política sanitaria ocupará casi la tercera parte del gasto total de la Junta de Castilla-La Mancha durante este año, tal y como recoge el informe económico del proyecto de Ley de Presupuestos para 2017, que ya ha iniciado su tramitación en las Cortes regionales. En el mismo se establece que este área sigue siendo una de las prioridades del Gobierno regional, con el objetivo de “garantizar un alto nivel de salud y bienestar” en base a los principios de universalidad, gratuidad y calidad. Para ello, las dotaciones de sanidad en el año 2017 suponen el 30,2% del total del presupuesto, siendo la principal política de gasto de Ejecutivo autonómico, donde tan solo desciende la partida para el programa de inspección sanitaria.
En 2017 se destinarán a Sanidad unos 2.691,2 millones de euros, alrededor de un 3,5% más que en el presupuesto del 2016. Las principales partidas de gasto se destinarán a la promoción de la salud y prevención de la enfermedad, además de mantener y mejorar las políticas relacionadas con personas con trastornos mentales u otras enfermedades de larga evolución o en riesgo de exclusión social. También se va a continuar apoyando a la investigación en Ciencias de la Salud y en la transparencia hacia los pacientes.
Los recursos humanos, en su condición de “pilar fundamental” para el tratamiento de pacientes y control de la sanidad e higiene, constituyen el 52,7% del total de los gastos, con un incremento del 3,6% respecto al ejercicio anterior.
Los gastos en bienes corrientes y servicios y las transferencias corrientes, con un peso del 26,2% y del 19,4% del total, respectivamente, son los otros principales capítulos de gasto dentro de esta política. Respecto a los bienes corrientes y servicios, se dota un presupuesto de 704,1 millones de euros para mantener y mejorar todas las necesidades de los centros sanitarios dependientes del Servicio regional de Salud. En cuanto a las transferencias corrientes, la partida es de 522,3 millones de euros, dentro de los cuales se incluyen las operaciones para financiar los gastos farmacéuticos, “tratando de mejorar la eficiencia en la prescripción de medicamentos al mayor número de pacientes al menor coste posible”.
En el capítulo de inversiones reales, la cifra presupuestaria es de 45,7 millones de euros, que supone un incremento del 6,5% respecto al año anterior, para continuar con la inversión en equipamientos y renovación de las tecnologías utilizadas, además del mantenimiento y la realización de nuevas obras en centros de salud y hospitales.
Dentro de los principales programas de gasto, la mayor parte se destina a la atención integrada de la salud, con una dotación de 2.537 millones de euros, un 94,3% del total de recursos de esta política, que incluye las principales líneas de actuación desde la atención primaria y la especializada, hasta la implantación de nuevas tecnologías, acceso a pruebas diagnósticas, prestaciones farmacéuticas, reducción de los tiempos de espera, asistencia a la salud mental, a pacientes terminales y la donación y trasplante de órganos, entre otros.
El único programa que experimenta una notable bajada es el referente a la inspección sanitaria, que pasa de 4,8 millones de euros en 2016 a 3,6 millones en el presente año, lo que supone un descenso del 23,4%. Sin embargo, otros programas incluidos en esta política de gasto son el de formación de personal sanitario, con una dotación de 54,1 millones de euros, que incluye el personal residente en formación y otros gastos asociados. También está el programa de sanidad ambiental e higiene de los alimentos, con una dotación presupuestaria de 28,3 millones de euros.
En el ámbito de la epidemiología y la promoción de la salud se ha hecho un “importante esfuerzo” en el presupuesto de 2017 y se han dotado 20,2 millones de euros para, entre otras cosas, reforzar el seguimiento y detección de problemas epidemiológicos de salud pública.
Finalmente, una importante partida de gasto se realiza a través de la Fundación Socio-Sanitaria, orientada a la prevención, la rehabilitación y el apoyo social y laboral de las personas que padecen trastornos mentales u otras enfermedades de larga evolución y/o en riesgo de exclusión social. Asimismo, a lo largo de 2017 se va a presentar, aprobar y poner en marcha el nuevo Plan de salud mental, el Programa de Polimedicados, se va a actualizar el mapa sanitario de Castilla-La Mancha y se elaborará un Plan de enfermedades raras, entre otras actuaciones.