La Policía revisa la empresa Konecta en Valladolid en busca de más dispositivos tras hallar una cámara en un aseo de mujeres
La Policía ha revisado este jueves las instalaciones de la empresa Konecta en Valladolid en busca de más dispositivos de grabación, después de que una trabajadora hallase el pasado martes una cámara oculta en un dispensador de papel higiénico.
Tal y como han confirmado a eldiario.es trabajadoras del call-center, esta mañana varios agentes han acudido a las instalaciones y en concreto han revisado el aseo donde apareció el dispositivo. Esta inspección se ha realizado 24 horas después de que la empresa denunciase los hechos, que a su vez, tardó 12 horas en ponerlo en conocimiento de la Policía desde que la empleada encontró la cámara.
Tal y como adelantó eldiario.es, el dispositivo, aparentemente una webcam, estaba oculta dentro de un dispensador de papel higiénico que tiene en su diseño dos ranuras frontales. El pasado martes, sobre las 21:00 horas, una mujer que estaba usando ese baño metió la mano dentro del dispensador y notó que le caía algo en la mano. El objeto que se desprendió era una cámara anclada con un imán en el interior del dispensador. Tras poner los hechos en conocimiento de un coordinador, este avisó a un jefe que, en compañía de un informático revisó el dispositivo y aseguró que estaba “funcionando” y que tenía una tarjeta de memoria en su interior.
Aunque Konecta ha asegurado a eldiario.es que se cumplió un protocolo determinado, reconoce que sí se le pidió a la teleoperadora que revisase ese baño en busca de más dispositivos. La empresa ha precisado además que la cámara se guardó y se entregó a la mañana siguiente a la Policía.
Denuncia 12 horas después
Tal y como publicó este diario, los responsables de Konecta no denunciaron los hechos hasta la mañana siguiente. Según relataron trabajadoras, los jefes pidieron a la víctima que no dijese nada y llegaron a extraer la tarjeta del dispositivo, si bien en la denuncia que se interpuso más tarde se hace constar que no manipularon la cámara.
Ahora, un equipo del Grupo de Delitos Tecnológicos revisa tanto la cámara como la tarjeta para tratar de establecer qué se grabó, desde cuando y quién lo hizo. Desde la Policía no se ha facilitado información por ser una investigación en curso.
En la mañana de este jueves la dirección de recursos humanos de Konecta ha emitido un comunicado para los trabajadores en el que dice que ha puesto “en conocimiento de la Dirección General de Policía los reprochables hechos acontecidos” y que “depositó el aparato encontrado para la realización de las periciales científicas y tecnológicas correspondientes a cargo del citado cuerpo de Policía”. Asegura además que puso en marcha “todos aquellos mecanismos y protocolos de actuación existentes en el seno de la compañía”, “revisando en ese mismo instante” el resto de baños del edificio “fuesen de hombres o de mujeres”, “retirando inmediatamente el dispositivo” -en realidad no lo hizo la empresa sino la trabajadora- y “custodiándolo debidamente para que no fuese manipulado”, si bien no dice cómo se custodió o por qué no se denunciaron los hechos de inmediato.
Konecta dice también que “se siguen revisando zonas comunes de los tres edificios” de Valladolid “para confirmar que no existen más dispositivos del mismo tipo” y que se han realizado “acciones tendentes” a “clarificar los hechos” “velando porque no se vulnere en ningún caso la privacidad de ningún empleado”.
Por último, recuerdan que están en permanente contacto con la Policía para colaborar “en todo lo que sea posible para aclarar la realidad de todos los hechos acontecidos”. “De confirmarse”, continúa, “son de tal entidad y gravedad que la empresa no dudará en actuar de manera contundente contra los/las responsables iniciando cuantas medidas disciplinarias y/o judiciales sean necesarias contra los autores” y muestra su “rotundo rechazo a tan lamentable suceso”.