El Tribunal Superior de Justicia confirma la pena de cinco años a un hombre que abusó sexualmente de dos menores de 13 y 14 años en Segovia
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha confirmado la condena de cinco años de cárcel a un hombre como autor responsable de dos delitos de abuso sexual sobre dos menores, una de 13 y otra de 14 años.
La Sala de lo Civil y Penal del TSJCyL, con sede en Burgos, confirma así el fallo anterior de la Audiencia de Segovia que consideró a un varón con iniciales A.M.M. autor de los cargos por los que había sido encausado, según informa el Gabinete de Prensa del Alto Tribunal castellanoleonés.
Uno de los hechos se remonta a la celebración del Año Nuevo de 2018 cuando el condenado, casado con la hija del pastor de una Iglesia Evangélica, abusó de una menor de 13 años que acudía regularmente a dichas instalaciones con su familia.
Los abusos se produjeron cuando la menor buscaba una espátula en la cocina situada en la parte baja de las instalaciones, momento en el que, tal y como ratifica el TJSCyL, el condenado la agarró del brazo, la besó en la boca introduciéndole la lengua y le tocó la nalga por encima de la ropa, si bien la víctima consiguió zafarse del hombre y subió al piso de arriba con la espátula sin decir nada.
Con posterioridad, el 1 de mayo del mismo año, el acusado y otros miembros de la Iglesia Evangélica participaron en una excursión en cuyo transcurso el condenado invitó a una menor de 14 años a que se subiera a caballito encima de él. La niña accedió y él le tocó la nalga por encima de la ropa, tras lo cual ella abandonó el lugar.
Minutos después la víctima volvió en la creencia de que el hombre ya se había ido y se sentó en un banco. Apareció de nuevo el acusado y, con ánimo libidinoso, le tocó los pechos por encima de la ropa e intentó besarla en la cara, sin que en momento alguno la menor diera su consentimiento.
La madre de esta última denunció los hechos en junio de 2018 y la progenitora de la primera un mes más tarde, de forma que a partir de entonces las familias respectivas de las dos víctimas dejaron de acudir a la Iglesia Evangélica.
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