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La Diada de Sant Jordi, aplazada por el coronavirus

Los gremios de Libreros y de Editores prevén celebrar Sant Jordi antes del verano

elDiario.es Catalunya / ACN

Barcelona —

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La tradicional Diada de Sant Jordi que se celebra el 23 de abril ha quedado aplazada por el coronavirus. La imagen de las calles a rebosar y de los autores firmando sus obras no se verán en la fecha habitual de la jornada con mayor volumen de ventas para el sector del libro, pero la Cámara del Libro de Catalunya –que reúne a libreros, editores, distribuidores y artes gráficas– confía en poder celebrar la Diada en otra fecha “al margen del 23 de abril, antes de las vacaciones de verano con paradas y firmas de autores en la calle”.

La presidenta del Gremio de Libreros, Maria Carme Ferrer, ha abogado en declaraciones a la Agència Catalana de Notícies (ACN) por “un plan B” que permita hacer la fiesta en una nueva fecha. “Tenemos que hacer una gran fiesta, salir a la calle, todo igual pero otro día”, ha dicho Ferrer, que preferiría fijar una fecha para antes del verano.

El Gremio de Libreros ha alertado de la desaparición de “muchísimas librerías” ante una situación “muy preocupante”, y por ello piden “más que nunca” ayuda a las administraciones. Sobre el “plan B” que se proponga para Sant Jordi los libreros “deben estar de acuerdo y de alguna manera el sector”, ha dicho Ferrer. A su juicio, son los libreros quienes deben proponer la nueva fecha, porque son los “que salen a la calle y saben qué días son más importantes para ellos para que se vendan libros y haya gente en la calle”.

Con todo, Ferrer dice que ahora están “muy preocupados” con el día a día de las librerías. “Cerrar todos estos días es muy preocupante para la supervivencia”, aseguró Ferrer. “La administración debe ayudarnos para poder salir adelante, porque somos el eslabón más débil de la cadena del libro y la mayoría tenemos alquileres, facturas para pagar diarias, personal y algunos somos autónomos”, explica Ferrer.

Algunas medidas irían en la línea de prescindir de impuestos, un aspecto que también piden a los ayuntamientos. “No sé si podremos pagar el IBI”, ejemplifica Ferrer. El Gremio asegura que aguantar un comercio sin la ayuda pública es “impensable” cuando no entra “ni un centavo durante tantos días”.

El sector librero está viviendo “con mucho dolor” la crisis sanitaria por el coronavirus y las consecuentes medidas de cierre de comercios. “Debemos tener cerrado y lo que está pasando es muy grave, y la bajada que hará la economía nos implica mucho a nosotros”, explica Ferrer. Primero, deben intentar “sobrevivir”, y cuando esta situación haya pasado, tomarán las decisiones necesarias para poder recuperar el sector.

Ferrer recuerda que en situaciones de crisis, “siempre han salido adelante”, y lejos de querer ser pesimista, asegura que hay salida pero “necesitan como nunca mucha ayuda”. Y sobre todo, cuando abran las librerías, “que todo el mundo por favor venga a comprar”.

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