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ERC y la CUP impulsan una reforma del reglamento del Parlament para prohibir los “discursos de odio” de Vox

La portavoz de ERC, Marta Vilalta, habla con el diputado de la CUP, Carles Riera

ACN

Barcelona —

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Los grupos parlamentarios de ERC y la CUP-NCG en el Parlament han registrado una proposición de ley para reformar por vía rápida el reglamento de la Cámara con el objetivo de acabar con los “discursos de odio” de Vox. Aseguran que llevan meses trabajando en la propuesta y que han compartido el texto con otros partidos con representación. 

Concretamente, el texto propuesto estipula que los diputados “no pueden incurrir en el discurso de odio o intolerantes ni incitar a la discriminación por razón de género, orientación sexual, creencias, ideología, origen, condición social, etnia, lengua, discapacidad o cualquier otra”. La reforma quiere también ampliar las opciones de voto de los diputados y diputadas: más supuestos de delegación e incorporar al reglamento el voto telemático en situaciones excepcionales.

Asimismo, la reforma fija los criterios para valorar si se produce un discurso de odio y establece que se tendrán que tener en cuenta las “intenciones identificables del orador”, la “percepción de la intervención por el público” y si perjudica la dignidad y reputación del Parlamento, entre otros. La propuesta incorpora explícitamente los “discursos de odio” como uno de los motivos que puede comportar que la presidencia del Parlament llame a la orden e, incluso, expulse a diputados del hemiciclo.

La modificación que proponen ERC y la CUP concretan también que un diputado o diputada que no firme el compromiso de tolerancia cero ante la discriminación y el acoso, como es el caso de los de Vox, no podrá ser escogido para los órganos del Parlament, ni ser nombrados ponentes ni formar parte de delegaciones oficiales.

Republicanos y cuperos quieren además que el código de conducta pase a ser una parte más del reglamento, con el objetivo de reforzar su carácter legal. Y, por último, que las declaraciones institucionales del Parlament puedan acordarse por mayoría cualificada de dos tercios en la Junta de Portavoces –sin unanimidad, como era hasta ahora–. 

Voto delegado y telemático

Ambos grupos parlamentarios también quieren aprovechar la reforma parcial del reglamento para ampliar las casuísticas de delegación de voto, ya existente hasta ahora en el Parlament, para incluir situaciones excepcionales “de especial gravedad en las que para impedir el desarrollo de la función parlamentaria y dadas las especiales circunstancias, se considere suficientemente justificado”. Con la situación actual se limita a casos de permisos de maternidad o paternidad, hospitalización e incapacidad prolongada.

Y en lo que se refiere al voto telemático, se propone, por primera vez, incorporarlo al reglamento del Parlament. Proponen que la Mesa pueda autorizarlo en “situaciones excepcionales de especial gravedad en las que, para impedir el desarrollo de la función parlamentaria y dadas las especiales circunstancias, se considere suficientemente justificado”.

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