El Govern y Alcanar acuerdan la compra y derribo de diez edificios golpeados por inundaciones

El Govern y el Ayuntamiento de Alcanar (Tarragona) han firmado un protocolo que contempla la compra de los 10 edificios que fueron afectados por las inundaciones del barranco del Llop. La última fue el pasado octubre, pero se trata de una zona que ha sido fuertemente castigada por los temporales durante los últimos años.

La idea del Ejecutivo es adquirir las propiedades de mutuo acuerdo, pero si no fuera posible, se expropiarán. Por ahora, el Ayuntamiento ha empezado un proceso de tasación de las viviendas y, una vez se haya completado la adquisición, estas se derribarán.

Además, el documento también contempla obras para evitar más inundaciones en la zona. La previsión es que estas se empiecen a ejecutar en 2027 y acaben entre finales de 2028 y 2029. El conseller de Presidencia, Albert Dalmau, ha asegurado que el Govern busca dar una “respuesta definitiva” a los ciudadanos del municipio. “Hoy saldamos una deuda histórica del Govern con Alcanar”, ha remarcado.

La Agència Catalana del Agua ya ha sacado a licitación la redacción del proyecto, por valor de 163.000 euros, que deberá incluir la construcción de dos embalses, la derivación de los caudales hacia el barranco de los Bandolers y la canalización final hacia el mar.

El Govern asegura que han dedicado “todos los recursos” para acabar con la situación que vive Alcanar, donde se han llegado a dar cinco inundaciones en menos de 10 años. Igualmente, la intención es dar una alternativa a las personas que viven en las zonas afectadas y no dejarles “abandonados”.

En el caso de los campings, también en la zona que sufre inundaciones, Dalmau ha reconocido que todavía no tienen una solución.

El acuerdo se da el mismo día en que se hará efectiva la dimisión del alcalde de Alcanar, Joan Roig, que justificó por el “estrés” de lidiar con las inundaciones. “Las lluvias torrenciales, sostenidas en el tiempo, han generado una carga ingente de trabajo y responsabilidades más allá de los límites de la alcaldía. La gestión permanente de la emergencia ha dejado una huella física y mental que, hoy, ya no puedo seguir asumiendo”, ha dicho.