Las mujeres empiezan a detener el mundo desde Barcelona
Si las mujeres mueven el mundo, es que lo pueden detener. Partiendo de esta lógica cientos de mujeres han secundado este jueves la vaga de totes ('huelga de todas'), una jornada repleta de acciones para reivindicar los derechos de la mujer y los distintos frentes de la lucha feminista que ha culminado con una multitudinaria manifestación por el centro de Barcelona. “Estamos hartas de las políticas sociales, económicas y jurídicas que atentan de forma cada vez más grave contra nuestros derechos y nuestra dignidad”, proclamaba su manifiesto, elaborado tras un proceso de casi un año de asambleas de colectivos feministas para impulsar una movilización que fuera más allá de una huelga general que, según cuentan, está demasiado ligada al concepto de trabajador masculino, con unos problemas a menudo diferentes a los de muchas mujeres.
“Somos las que más sufrimos los efectos de la crisis: los recortes en sanidad y educación nos perjudican mucho más, porque las mujeres somos las que nos acostumbramos a hacer cargo de las personas dependientes, sean pequeñas o mayores”, se lamentaba Laura Lozano, activista feminista, mientras la manifestación avanzaba de plaza Catalunya hacia la Gran Via. Compaginando varios trabajos “muy mal remunerados”, explicaba Laura, le es imposible participar en las huelgas generales, y considera que una jornada como la de hoy es “imprescindible” para dar visibilidad a todos los problemas que sufren las mujeres. “Hay vida más allá de la reforma del aborto”, sentenciaba, cuando la protesta ya enfilaba la calle Diputación.
Y es más allá de la reforma impulsada por el dimitido ministro Alberto Ruiz Gallardón, y que ahora ha sido aparcada temporlament por el propio Gobierno, la reivindicación de los colectivos feministas quiere poner el foco muchas otras políticas que afectan negativamente a las mujeres. “Nos interesa una huelga política, creativa, que trascienda la huelga productiva”, expresaba el manifiesto, que recoge desde las denuncias contra la violencia de género -35 mujeres muertas por esta lacra este 2014- o la reducción del presupuesto de igualdad, hasta el rechazo a la ley de extranjería - “nos condena al trabajo sumergido y al racismo”, consta en manifiesto- y a la reforma laboral. Esta última aumenta, según se quejan, las desigualdades que ya afectan a las mujeres.
Con todo, la jornada ha sido un continuo de acciones sobre todo concentradas en Barcelona, con cortes de calles desde primera hora de la mañana, algunas paralizaciones de clases en las facultades y la apertura de varios espacios de debate. La acción más vistosa ha sido quizás la ocupación por parte de decenas de feministas del Círculo de Economía, para denunciar su vínculo con el Círculo de Empresarios, la organización presidida por Mónica Oriol, autora de las polémicas declaraciones en que aseguraba que contratar mujeres de entre 25 y 45 años era un problema porque podían quedar embarazadas.
Aunque la jornada ha puesto su punto y final con la manifestación por el centro de Barcelona, el objetivo de la movilización es que las reivindicaciones hechas públicas hoy se vayan retomando en adelante. El manifiesto que han impulsado desde estos colectivos ya cuenta con unas 600 adhesiones entre entidades sociales y personas individuales. Entre los objetivos del grupo motor está el de conseguir los apoyos suficientes como para poner en marcha una huelga de todas en mayo, pero esta vez una huelga laboral.
