Ningún mosso reconoce haber aporreado a una chica en el primer juicio por las cargas tras la sentencia del procés
Salvo sorpresa mayúscula, el primer juicio contra agentes de los Mossos d'Esquadra por aporrear a manifestantes en las protestas que siguieron a la sentencia del procés terminará en absolución.
Ningún antidisturbios de la policía catalana se ha reconocido como el agente que propinó un porrazo a una joven que permanecía en el suelo tras irrumpir la policía en el vestíbulo de la estación de Renfe de plaza Catalunya el pasado 18 de octubre. Ni la víctima ni los testigos tampoco ha podido identificar a su agresor, y el vídeo de los hechos no permite establecer qué agente propinó el golpe en la rodilla de la joven. Y sin autor de un delito, no puede haber condena.
Ante el juzgado de instrucción 22 de Barcelona se ha celebrado este viernes un juicio rápido por delito leve de lesiones –las antiguas faltas– en lo que supone la primera vista oral relacionada con las actuaciones policiales durante la semana de mediados de octubre en que las protestas y altercados se extendieron por las calles de Barcelona y otras ciudades catalanas.
Al ser una lesión leve en la rodilla, la denuncia de la víctima interpuesta en octubre se ha tramitado en forma de juicio rápido, es decir, sin una instrucción judicial como sucede en otros casos de lesiones. La letrada del centro Iridia Laura Medina, que asumió la representación de la joven hace solo una semana, ha intentado sin éxito que el juez suspendiera el juicio e investigara más a fondo el caso con el objetivo de poder identificar con claridad el agente que aporreó a la víctima.
En su declaración como testigo, la joven no ha podido identificar a ninguno de los 14 agentes –el conjunto de la unidad de antidisturbios que actuó en el vestíbulo de la estación– que se han sentado en el banquillo, lo que ha hecho que los agentes rasos perdieran su condición de acusados. La defensa de la joven ha mantenido la acusación contra los dos mandos que intervinieron en la zona como responsables de las lesiones causadas por sus subordinados, ya que en el vestíbulo no se estaba produciendo disturbio alguno y no había razón para actuar.
La joven ha relatado lo que se ve en la parte superior derecha del vídeo que encabeza esta información: “Estaba comprando el billete para volver a casa cuando de golpe entraron los agentes, me agaché en el suelo con las manos arriba y me golpearon en la rodilla mientras me decían 'cállate hija de puta que te pires de aquí”. Sin embargo, no ha podido señalar a ningún agente como el autor de los hechos.
El letrado de la Generalitat, que defendía a varios agentes, ha insistido en preguntar a la joven si “hizo caso” de una orden de los agentes para abandonar el vestíbulo, a lo que la joven ha contestado que no sabe si tal orden existió por la rapidez de la actuación. “Solo vi que aparecieron y ya los tenía encima”, ha agregado. Pese a pedir la absolución de los agentes, el letrado de la Generalitat ha abierto la puerta a que la herida reclama una indemnización por la vía civil.
En su declaración, los dos mandos han negado ser el agente que golpea a la joven ni tampoco han recordado qué miembro de su unidad lo hizo, y han justificado su intervención porque en el exterior de la plaza “había fuego, fuego y fuego”, pese a reconocer que en el interior del vestíbulo de la estación no había altercados.
Asimismo, han negado que se decidiera cargar contra las personas del vestíbulo porque llevaran 'esteladas' –la joven lucía una porque venía de las 'Marxes per la Llibertat'–, si bien han indicado que la bandera es “uno de los ítems” que se valoran sobre la capacidad de las personas que había en el vestíbulo para generar altercados, junto a los pasamontañas u objetos peligrosos.
Al no poder identificar a ningún agente concreto, la Fiscalía ha pedido la absolución de los dos cabos. La acusación de la víctima pide que ambos paguen una multa por no haber impedido la actuación. El juicio ha quedado visto para sentencia.
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