Un sector de los 'comuns' critica al partido por su apoyo a la votación contra la Constitución en el Parlament
Nuevo episodio de confrontación interna en los comuns a propósito del debate nacional en Catalunya. Un sector del partido, Comuns Federalistes, se ha desmarcado abiertamente de la votación de su grupo parlamentario este martes a favor de la moción que declaraba “antidemocrática” y “antisocial” la Constitución.
Para ellos, aunque aseguran que hay que reformar la Carta Magna, atribuirle estos calificativos es “un error”. “La Constitución significó el desarrollo de derechos, libertades y bienestar”, han reivindicado desde esta corriente interna del partido, que después de las últimas primarias en Catalunya en Comú recabó el 20% del voto de las bases frente a la lista oficialista de Ada Colau.
También el exdiputado de ICV Joan Coscubiela, de importante ascendente en este sector, se ha mostrado muy crítico con el voto emitido este martes por su formación. En un artículo publicado en su blog bajo el título Una resolución parlamentaria como síntoma, en la que Coscubiela afirma: “Esta resolución es una ruptura en toda regla con un proyecto político del que he formado parte durante más de 45 años. Y me duele el grado de desconcierto que expresa”.
El artículo del exdiputado continúa, rotundo, asegurando que tiene “la convicción profunda de que no estamos ante un error” sino de “una opción estratégica del espacio de los Comunes, la de no tener un proyecto para Catalunya”. Con la misma dureza contra la formación en el que se ha integrado ICV, Coscubiela asegura que “el único proyecto existente dentro del espacio de confluencia era lo que representaban ICV y EUiA”, proyecto que ahora “ha quedado enterrado por un alud de tacticismo constante y por una estrategia política suicida que pretende defender el espacio del municipalismo -que es el eufemismo para hablar de Barcelona- renunciando a tener un proyecto político para Catalunya”.
Reprobación de la Carta Magna
La moción, presentada por el diputado de la CUP Vidal Aragonés, recogía en sus distintos puntos que el rechazo a la Constitución se concreta en que da amparo a la Monarquía, porque atribuye a las Fuerzas Armadas la misión de defender la integridad territorial, porque preserva los privilegios de la iglesia o porque no reconoce el derecho a la autodeterminación.
Manifestaba también el texto el apoyo a los líderes independentistas encarcelados en Lledoners y a los que están en el extranjero. A lo que sí se abstuvieron los 'comuns' es al punto en el que se suscribía el ejercicio de la libertad de reunión y manifestación en el contexto del Consejo de Ministros que se va a celebrar este viernes en Barcelona, concretamente en la Llotja de Mar.
En el lado opuesto de las voces críticas dentro de los 'comuns' se encuentra la corriente más soberanista del partido, encarnada por la diputada Elisenda Alamany y la plataforma Sobiranistes, que ella misma puso en marcha junto a otros cuadros. “La mayoría de los catalanes rechaza la Constitución del 78, un consenso de la sociedad que hemos trasladado al Parlament”, celebraba.
Alamany, que renunció como portavoz del grupo parlamentario en plena guerra de sectores y al entender que no le permitían mantener posiciones críticas desde su posición en la Cámara, se reunió precisamente este martes con la CUP por parte de la corriente Soberanistas para valorar el actual momento político y social.
