Trias pacta con el PP un negocio ruinoso
Mientras en el lado montaña de la plaza Sant Jaume los tacos de CiU contra el gobierno popular de Madrid cada vez son más fuertes, en el lado mar el alcalde de Barcelona, el convergente Xavier Trias, no duda en pactar con el PP que lidera el hermano del ministro del Interior para llevar adelante sus polémicos proyectos de ciudad. El último caso de esta sorprendente relación política ha sido la privatización de la gestión de los parkings municipales más rentables de la ciudad.
El acuerdo conlleva la creación de la sociedad mixta Barcelona de Aparcamientos Municipales (BAMSA) que explotará los parkings por un período de 25 años y controlará el 60% de la gestión. A cambio, el Ayuntamiento calcula que ingresará unos cien millones de euros. Aunque desde el consistorio se asegura que la decisión pretende garantizar la viabilidad de los aparcamientos, la realidad es que los equipamientos afectados, sobre todo los 15 que gestiona directamente la empresa municipal B:SM de un total de 51, son los que más beneficios generan: unos 13,2 millones de euros anuales según fuentes sindicales.
El plan de privatización prevé que a estos 15 aparcamientos se añadan 11 más hasta llegar a la cifra total de 26 a medida que las concesiones actuales -la mayoría en manos de SABA, ahora bajo el control de Criteria CaixaHolding- caduquen en 2016. No hay que ser muy listos para saber qué operador privado acabará haciéndose con este jugoso negocio, ¿verdad? Otro dato interesante es que los 26 parkings afectados suman 11.646 plazas y ocupan un privilegiado espacio en el centro de Barcelona delimitado por la avenida Paralelo, los paseos de Gracia y de Sant Joan, el parque de la Ciutadella, el paseo marítimo y las calles de la Creu Coberta y Josep Tarradellas.
A pesar de los intentos de CiU de convencer que es una buena operación porque una parte del dinero se destinará a la creación de un millar de pisos de alquiler asequible, los trabajadores de B:SM no dejan de denunciar el “negocio ruinoso” que representa en realidad. Han hecho cálculos y las cuentas no salen: Los parkings afectados rinden unos 13 millones de euros al año, las concesiones son a 25 años y los precio para la entrada de inversores es de cien millones de euros. Pues bien, en este tiempo, la empresa B: SM facturaría 325 millones de euros.
Esta no es la primera vez que el Ayuntamiento de Barcelona se plantea externalizar buena parte de la gestión de los aparcamientos públicos y ahorrarse de paso el sueldo de unos cuantos trabajadores, que o perderán su empleo o verán su sueldo gibaritzat. El anterior equipo de gobierno del socialista Jordi Hereu ya estudió una propuesta similar, pero la desestimó por poco rentable para las arcas municipales.
La manía de algunos alcaldes de creerse que pueden gestionar Barcelona como si fuera su empresa y deshacerse del patrimonio público para hacer negocios de indudable solvencia económica comienza a ser muy preocupante.