Movilización de los partidos para proteger los cítricos valencianos

La crisis de la naranja valenciana está alcanzando sus peores momentos esta temporada. Pese a que los acuerdos comerciales con productos alimentarios entre Europa y países extracomunitarios existen desde hace dos décadas, este año la cantidad de cítricos pudriéndose en el suelo es más alto que nunca, según los productores.

Las reivindicaciones constantes de los agricultores parecen al menos haber llamado la atención de los líderes políticos valencianos. Pese a que en Bruselas los eurodiputados llevan meses trabajando en esta cuestión, el pasado viernes el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y la consellera de Agricultura, Elena Cebrián, mantuvieron un encuentro con representantes de las organizaciones de productores citrícolas de la que salieron con el compromiso de impulsar una estrategia para reforzar la presencia del sector en Bruselas mediante la interprofesional Intercitrus. Una especie de lobby valenciano establecido donde se toman las grandes decisiones sobre la política económica y agraria.

Como recordaba Cristóbal Aguardo, representante de AVA-ASAJA, el acuerdo con Sudáfrica se firmó en 1999, entró en vigor en 2004 y en 2016 se amplió, incluyendo las naranjas entre los alimentos a importar. Aguardo se ha pronunciado así en la tercera reunión que mantiene su sector con representantes del Consell y grupos políticos, este jueves en la sede de Compromís en Valencia.

En la reunión los interlocutores han coincidido en reclamar al Gobierno central que pida la activación de la cláusula de salvaguarda como medida de protección ante la importación de naranjas sudafricanas, así como que la oficina de la Generalitat en Bruselas tenga “una estructura seria de lobby agrícola” y presione en defensa de los intereses valencianos.

Joan Baldoví, diputado de la formación valencianista en el Congreso, ha explicado que su objetivo es formar “un frente común valenciano de defensa de los intereses de la citricultura valenciana” y tratar de evitar que el año próximo se repitan estos resultados. “El Gobierno debe pensar que lo que tiene que proteger son los intereses de los productores europeos, en este caso valencianos. Ese es un tema absolutamente irrenunciable de cara al presente, pero también a las próximas campañas”, ha agregado el diputado nacional.

El eurodiputado Jordi Sebastiá, quien ha venido trabajando esta cuestión en Bruselas, ha recordado que ya en 2016 votaron contra el acuerdo con Sudáfrica -la ampliación del tratado vigente-, advirtiendo de las consecuencias sobre el sector, que pueden empeorar, ya que “poco a poco Sudáfrica tendrá más libertad para meter su producto en la UE hasta que en 2026 no pagará ningún tipo de arancel”, ha alertado.

A su juicio, hay que ir “al foco del problema”: “La política comercial de la UE está perjudicando seriamente a nuestros productores y si mantenemos ese estilo de hacer esos acuerdos comerciales difícilmente nuestros productores podrán tener alguna oportunidad porque no competimos con las mismas reglas, esa es la clave”.

Los socialistas anunciaron el miércoles la organización de una convención política sobre el sector agrario valenciano, un encuentro en el que participarán representantes de todas las instituciones públicas y organizaciones citrícolas y que debe servir para sentar las bases del futuro del sector.

A parte de trasladar el apoyo del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, a los agricultores, ambas partes acordaron la creación de una comisión de trabajo entre las organizaciones citrícolas y representantes del PSPV-PSOE para la celebración de reuniones de manera quincenal y que servirá para tratar temas concretos que afectan al campo valenciano.

“Queremos empezar 2019 reafirmando el liderazgo del PSPV-PSOE para defender los intereses y las reivindicaciones de la sociedad valenciana”, indicó la secretaria autonómica de Economía y responsable de crecimiento económico del PSPV, Blanca Marón, que incidió en la “importancia que tiene el sector citrícola y todo el campo valenciano para la Comunitat, tanto a nivel comercial, como de imagen exterior como por el empleo y la riqueza que genera”.