Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Un estudio de la Politécnica defiende el acceso norte que el Puerto de València descarta en la evaluación ambiental de 2007

De izquierda a derecha, Vicent Esteban Chapapría, Salvador Navarro, Marilda Azulay, José Vicente Morata y Pedro Coca

Carlos Navarro Castelló

Valencia —

0

La Universidad Politécnica de València (UPV) ha presentado este jueves un estudio sobre los efectos socioeconómicos y necesidades de la futura terminal de contenedores que pretende construir la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) con la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) otorgada en 2007, pese a que el anteproyecto aprobado en 2018 modifica sustancialmente el proyecto original y por tanto incumple los requisitos establecidos en la mencionada DIA.

El informe fue encargado por Cámara de Comercio, la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) y la asociación de directivos y empresarios logísticos Propeller a la UPV con un coste de 30.000 euros.

El Instituto de Transporte y Territorio de la Politécnica ha sido la entidad encargada de elaborar el trabajo, bajo la dirección de Vicent Esteban Chapapría, catedrático en Puertos y Costas de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos.

Chapapría ha comentado algunos de los aspectos más destacados del documento acompañado de José Vicente Morata, presidente de Cámara de Comercio de Valencia, Salvador Navarro, presidente de la CEV, Pedro Coca, presidente de la Asociación de directivos y empresarios logísticos Propeller y Marilda Azulay, vicerrectora de los Campus y Sostenibilidad de la UPV.

El catedrático se ha centrado en la necesidad de la ampliación del Puerto y en consecuencia del acceso norte por la previsión de incremento de tráfico. Además, ha destacado los supuestos beneficios en términos económicos y de empleo que generará.

Sobre el acceso norte, la investigación de la UPV considera que “supondría mejoras importantes sobre los tráficos al puerto y sobre el tráfico general y deviene una necesidad”.

Según los datos aportados, el tramo de la V-30 entre la Pista de Silla y el cruce con la autovía del Saler en el que se concentra gran parte del tráfico de entrada y salida del puerto registró al día 9.568 vehículos pesados en 2017, un 18,7% del tráfico pesado de ese tramo.

Aplicando ese mismo porcentaje a la proyección de incremento de tráfico de todo tipo realizado en el mismo tramo, el tráfico de vehículos pesados aumentaría un 14% en 2025, un 28% en 2030, un 65% en 2040 y un 111% en 2050.

La misma proyección con el acceso norte construido rebaja el porcentaje de vehículos pesados de un 18,7% a un 11,27% de un total de 54.215 vehículos en 2025, un 9,48% de un total de 61.516 vehículos en 2030, un 6,18% de 78.832 vehículos en 2040 y un 4,14% de 101.560 vehículos en 2050.

El estudio defiende así la necesidad del acceso norte pese a que en la DIA de 2007 el la APV alegó que “tanto en la fase de ejecución como en la fase de explotación, la red de accesos terrestres al Puerto permite al tráfico pesado llegar al interior del mismo a través de la V-30, sin necesidad de circular por el viario urbano”, es decir, que considera suficiente el acceso sur y nada dice sobre la necesidad del acceso norte.

En cuanto a las necesidades de ampliación, según el informe, “al ritmo previsto de crecimiento del tráfico de contenedores en el Puerto de València, la capacidad existente de depósitos de contenedores vacíos se agotará en 10 años y se llegará en 30 años a requerir una capacidad de 80.000 contenedores que ocuparán una superficie de 90 hectáreas, frente a los 51.000 contenedores y 54 hectáreas de capacidad actual”.

Este proyección contrasta con la del Puerto de Barcelona, cuya presidenta renunció recientemente a construir una nueva terminal de contenedores por la baja demanda prevista en los próximos años.

En cuanto a la previsión de empleo, el estudio prevé que con la nueva terminal en funcionamiento se creen 6.000 nuevos empleos directos e indirectos, pasando de los 38.000 que genera actualmente el Puerto a 44.000.

Al respecto, el principal sindicato de estibadores ha presentado alegaciones a la construcción de la terminal al estimar que la automatización de la misma puede suponer la pérdida de 500 empleos.

Afecciones a las playas

Una de las cuestiones que más ha sorprendido ha sido la afirmación de Chapapría referente a la ausencia de afecciones en las playas del sur de los diques de abrigo y por tanto también de las obras de relleno para ejecutar los muelles.

Esta consideración choca de bruces con el proyecto de regeneración de estas playas que tiene en fase de tramitación el Ministerio de Transición Ecológica con un presupuesto de 28 millones de euros.

Según la justificación del proyecto, “el tramo que discurre desde el sur del puerto de València hasta el cabo de Cullera se encuentra en un estado de regresión grave debido principalmente a la falta de aportes sedimentarios del río Turia y de la costa al norte del puerto, al efecto sombra y de difracción que provocan las obras de abrigo de este puerto y al transporte de sedimentos longitudinal continuo neto hacia el sur que provocan los temporales más energéticos”.

El catedrático, sin embargo, ha reconocido que la ejecución del canal de acceso a la dársena interior de la ampliación norte en mar abierto a una profundidad de 22,5 metrtos, tal y como prevé el anteproyecto de 2018, sí requeriría de una evaluación ambiental.

Pese a todo, a puntualizado que es algo que prevé el anteproyecto y que por tanto no es definitivo, puesto que aún no se ha presentado el proyecto definitivo, algo la APV ha anunciado para el mes de marzo o abril. Chapapría ha considerado que ese dragado es innecesario puesto que los megabuques de 24.000 contenedores cuentan con un calado de 16 metros, y la DIA de 2007 estabñece un tope de 18 metros.

Etiquetas
stats