Una treintena de falangistas rinde homenaje a José Antonio Primo de Rivera en Alicante
Alrededor de una treintena de personas han participado este sábado en un acto en homenaje a la figura de José Antonio Primo de Rivera, organizado por La Falange en Alicante y que estaba autorizado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).
La comitiva, que ha recorrido andando los 2,5 kilómetros que separan la antigua cárcel del fundador del partido del cementerio en el que fue inicialmente enterrado, obtuvo permiso del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) para la celebración de la marcha, que no había sido autorizada por la subdelegación de Gobierno.
La concentración ha contado con la presencia de un amplio despliegue policial, en previsión de posibles altercados con miembros del Col·lectiu Antifeixista d'Alacant, de los que se han presentado apenas una decena de personas, a pesar de no contar con el visto bueno de la subdelegación.
Sin más confrontación que el intercambio de consignas de uno y otro lado, la marcha ha partido de la prisión en la que estuvo retenido Primo de Rivera, que actualmente es un albergue juvenil y residencia de estudiantes de la Generalitat valenciana, hasta el cementerio, siempre con escolta, tanto de agentes como de vehículos policiales.
La marcha, que recuerda “el asesinato de José Antonio” y pide “la derogación de la ley de Memoria Histórica”, según Manuel Andrino, jefe nacional de La Falange, fue convocada expresamente “para que no coincidiera” con el resto de actos programados para el 20-N, fecha en que coinciden las muertes de Primo de Rivera y Francisco Franco.
Sin embargo, tras el inicial veto de la subdelegación, “quien marcó los tiempos fue el TSJ”, ha continuado Andrino.
El tribunal, finalmente, dio la razón a los organizadores, ya que consideró que uno de los argumentos esgrimidos por la subdelegada, Araceli Poblador, para prohibir la marcha, la posible alteración del orden público, carecía de “solidez y solvencia”, a juicio de los magistrados.
El otro motivo de la negativa, la existencia en el camposanto alicantino de materiales de obra que podían utilizarse contra las personas, no era más que una “conjetura o cábala”, señaló el TSJ, que, en cualquier caso, podía “alterar el itinerario previsto”, pero no “prohibir la manifestación”.
A su llegada al cementerio, los falangistas han depositado una corona de flores en la fosa común donde estuvo enterrado Primo de Rivera y después han organizado un acto en un céntrico hotel que han preferido no especificar.
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