Los barrios populares de València concentran los nuevos apartamentos turísticos mientras los ricos apenas lo notan

Los barrios populares de València sufren el incremento de apartamentos turísticos, un negocio que huye de las zonas ricas de la ciudad. Pese a la moratoria aprobada hace más de un año, las nuevas aperturas prácticamente se han duplicado en la ciudad, pero lo hacen de forma dispar. Con un centro histórico completamente saturado de turistas, los precios más bajos de las zonas con menor renta hacen que los inversores hayan empezado a trasladarse a barrios donde tradicionalmente no había presión de visitantes.

Los datos exhibidos por Compromís, procedentes del registro oficial de la Generalitat Valenciana, apuntan a una distribución muy desigual de las nuevas aperturas. Mientras que en los códigos postales con rentas por debajo de la media se han abierto más de 200 apartamentos, en los barrios ricos rara vez superan la veintena. La coalición valencianista ha analizado los apartamentos registrados en el Gobierno autonómico desde que se aprobó la moratoria, distribuidos por código postal, y los ha cruzado con la renta media de cada zona. El resultado arroja una imagen esclarecedora.

Así, en zonas más humildes como la que comprende Aiora, Amistat y La Cadena se han registrado 255 apartamentos, mientras en el distrito que comprende Montolivet, En Corts, El Cabanyal-Canyamelar i la Malva-rosa, de los de menor renta de la ciudad, se han abierto 208, que superan las 500 plazas en total. Este último código postal tiene una renta media de 28.000 euros, un 16% por debajo del conjunto de la ciudad.

Esta realidad contrasta con la de los barrios más ricos, que apenas notan la presión turística en sus edificios. En el Pla del Real, cuya renta es de más de 90.000 euros por vecino, un 170% por encima de la media de la ciudad, solo se han registrado 3 apartamentos en este periodo. El inmueble más barato en estas calles cuesta 260.000 euros, a más de 5.000 euros el metro cuadrado. En Gran Vía, barrio colindante, y con 52.435 euros por vecino, son apenas 25 pisos.

Compromís: “Es un modelo que expulsa al vecindario”

La portavoz de Compromís, Papi Robles, quien ha expuesto los datos en rueda de prensa, ha subrayado la gravedad de las cifras oficiales: sin moratoria (los primeros 11 meses de gobierno de la derecha), se dieron de alta 639 nuevos apartamentos turísticos; “con la moratoria ‘fake’ de Catalá, los 15 meses posteriores, se han registrado 1.245 más”. El problema se agrava porque el incremento de pisos turísticos castiga especialmente “los barrios populares, los de gente trabajadora”. Robles ha señalado que los tres códigos postales con más nuevas aperturas se corresponden con zonas de rentas medias bajas, mientras que los barrios ricos se mantienen como los menos afectados.

“Es una muestra más de cómo este modelo expulsa al vecindario de los barrios de toda la vida y convierte nuestras casas en hoteles para fondos de inversión. En València se está produciendo una metástasis turística, y Catalá mira hacia otro lado, como siempre hace con el problema de la vivienda”, ha aseverado la portavoz.