Claves para adelantar la compra de alimentos antes del subidón navideño

Foto: Wikimedia Commons

Marta Chavarrías

El gasto en alimentación durante el mes de diciembre se dispara en muchos hogares españoles. La OCU ya ha dejado claro que esta Navidad la cesta de la compra también subirá y calcula que anticiparse en la compra y hacerla bien, puede suponer un ahorro de hasta un 20% respecto a hacerla a última hora. Y esto es precisamente lo que hace mucha gente: avanzar las compras de los alimentos que más se encarecen durante los días de Navidad, como el marisco y el pescado.

Pero anticipar la compra de ciertos alimentos ahora para unas semanas más tarde requiere, sobre todo, elegir buenas materias primas y conservarlas bien hasta que se consuman. Solo así se evitarán problemas alimentarios. Algunos de los productos más consumidos durante estas fiestas son, sin duda, los tan apreciados mariscos y el pescado, así como la no menos omnipresente en las mesas navideñas, la carne.

Todos ellos productos muy perecederos y, por tanto, con los que deberá tenerseespecial cuidado con la compra, la manipulación y la conservación. Marisco, carne o pescado están más baratos ahora, pero es importante saber cómo comprarlos y almacenarlos hasta que llegue el momento de prepararlos.

Pescado

El pescado es uno de los alimentos más recurrentes de las fiestas navideñas, como merluza, bacalao, bonito, lubina, atún, salmón o rape. El pescado fresco es uno de los alimentos que menos dura porque posee microorganismos y enzimas que se adaptan muy bien a las bajas temperaturas, de ahí que la refrigeración no consiga aumentar su vida útil. Si optamos por la compra de pescado fresco deberemos fijarnos en que tenga las escamas muy adheridas, las agallas rojas, los ojos brillantes y no hundidos y desprenda olor a mar, tal como se explica en Las nueve pautas para saber si nos venden el pescado fresco.

En estos alimentos tan perecederos es muy importante la temperatura: deben transportarse en una bolsa isoterma para no romper la cadena del frío. En casa, se procesa y se congela lo antes posible. La congelación se convierte en el gran recurso para poder hacer las compras con antelación, tanto en el caso del pescado como en el de la carne.

Marisco

Almejas, langostas o langostinos, mejillones o berberechos son my apreciados y recurrentes también durante los días navideños. Este alimento, al ser fresco, es muy sensible y caduco y se descompone de forma rápida. En la compra de marisco como moluscos vivo debemos fijarnos en aspectos como la cáscara, que esté lisa y brillante. En el caso de las almejas, los berberechos y los mejillones, las conchas deben estar cerradas herméticamente.

Si no lo están es sinónimo de que el animal ya no está vivo; si están un poco abiertas pero al tocarlas se cierran todavía están vivos. Algunos crustáceos como las langostas o los langostinos es mejor comprarlos congelados. En el caso de las ostras es preferible adquirirlas en el momento del consumo. Los calamares o el pulpo, en cambio, pueden comprarse frescos y congelarlos. El marisco es preferible congelarlo cocido.

Carne

Suele ser el plato principal, la protagonista de las mesas navideñas, bien sea de ternera, cerdo o pavo. La carne fresca también es muy susceptible a la contaminación microbiana por su importante cantidad de agua. En el momento de la compra, deberemos fijarnos en que la carne tenga la superficie firme, esté un poco húmeda y no tenga zonas oscuras. La carne de cordero debe tener un rosa pálido. Especial cuidado merece la carne de ave y la picada porque son muy susceptibles a la contaminación microbiana.

La carne fresca debe cocinarse antes de las 72 horas tras la compra. Si esto no es así, la congelación vuelve a convertirse en nuestra gran aliada. Para hacerlo, es recomendable cortarla en trozos y envolverlos en film transparente; es preferible no congelar piezas muy grandes porque la descongelación será mucho más lenta. Si bien cualquier tipo de carne puede congelarse, debe prestarse atención con los despojos porque se alteran rápidamente.

Conservas y turrones

Otros alimentos típicos de estos días de fiesta son las conservas o semiconservas y los turrones. Las semiconservas, a diferencia de las conservas, se someten a un proceso higienizante más suave, la pasteurización, lo que indica que no tendrá una vida útil tan larga. En estos productos es importante prestar atención a la fecha de caducidad (o fecha de consumo preferente si es el caso). Es importante también fijarse en el estado de la lata o el envase, que no debe tener golpes ni grietas ni abolladuras.

Los últimos en orden de ingesta, pero no por ello menos importantes, son los turrones y sus primos los mazapanes y polvorones. Los turrones tienen una larga vida útil, que varía en función de la variedad. Cada barra de turrón lleva impresa la fecha de caducidad. Mientras no se consuma, es recomendable guardarlo en un lugar seco y sin luz, procurando que el envase se mantenga en buen estado para que el turrón no se estropee ni se ponga blando. Una vez abierto, es preferible también mantenerlo en el mismo envase original.

Cocinar y conservar

En el caso de anticipar no solo la compra sino también la cocción, es importante que la receta se cocine bien, sin que queden partes crudas en el interior. Antes de congelar debe dejarse enfriar porque introducir alimentos calientes en el congelador echaría a perder el resto de productos congelados. Una manera de hacerlo es usando distintos recipientes más pequeños, lo que facilitará el enfriamiento.

En el momento de utilizar, debe prestarse atención a la descongelación. Esta no es recomendable que sea rápida, sino que es mejor usar la nevera para que se vaya descongelando poco a poco. El calentamiento debe ser uniforme, prestando atención a que la cocción sea homogénea. Si queda comida que no se ha consumido, es preferible no reutilizar.

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