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Zumos de Fruta+Leche Zero: ¿recomendables para los niños?

Foto: Stalker04

Marta Chavarrías

La publicidad que acompaña los zumos de fruta con leche, un producto dirigido sobre todo al público infantil, nos dice que se trata de una “alimento completo”, que ofrece todos los beneficios de la leche (calcio y proteínas) y del zumo (vitaminas). Pero, desde el punto de vista nutricional, no tiene nada que ver el consumo de esta bebida con tomarse un vaso de leche y uno de zumo. La cantidad de estos alimentos es anecdótica en el producto final.

La etiqueta revela los secretos

Este tipo de productos pertenecen a la categoría de bebidas refrescantes. La normativa los clasifica como “bebida refrescante mixta” porque está formada por una bebida refrescante, como el agua o el zumo de frutas, y otros alimentos (en este caso la leche). Y con esto está casi todo dicho. Tienen un gran contenido de zumo a base de concentrados y la cantidad de leche desnatada que poseen es mínima. La mayoría de los productos incluyen azúcares, colorantes artificiales, estabilizantes…

Un vistazo a la etiqueta de estos productos demuestra que, en el mejor de los casos, la cantidad de leche desnatada o zumo no supera el 15%, situándose en la mayoría de bebidas en un 10%. En realidad, se trata de una mezcla de agua, azúcar y una pequeña cantidad de leche y zumo. El primer ingrediente que aparece en la etiqueta es agua, aunque se promociona como una bebida sana gracias a la “mezcla de zumo y leche”. Por tanto, ni es zumo, ni es leche porque la presencia real de estos dos alimentos es mínima.

Zero, ¿sin grasas ni azúcares añadidos?

Las variedades Zero son “sin grasas ni azúcares añadidos”, según la publicidad que acompaña a la mayoría de estos productos. Parece que son saludables y nutritivos, hasta que nos detenemos en la letra pequeña de la etiqueta. 0% materia grasa y sin azúcares añadidos es la información que aparece primero. La etiqueta de los ingredientes dice, para la versión Zero: además del agua como ingrediente mayoritario, la poca cantidad de leche desnatada y de zumo de frutas, otros ingredientes como el estabilizante pectina (gracias al cual se conserva fuera de la nevera), acidulantes, vitaminas como la C, edulcorantes (sucralosa), colorantes y aromas.

Hay varias cuestiones. La primera hace referencia a la leche desnatada. Una lectura detenida de la etiqueta de estas bebidas envasadas, normalmente en tetrabrick de 33 mililitros, nos dice que la cantidad de leche desnatada que contienen es ínfima. En el caso de los productos con más contenido de este ingrediente, llega a un 30%, unos 100 mililitros por tetrabrick.

La segunda de las cuestiones es la cantidad de azúcar. Sí es verdad el contenido es pequeño y procede básicamente de la leche y del zumo (no se trata de azúcares añadidos), por tanto, el valor energético es inferior que el del producto normal. Según la web cuantoazucar, un brick individual de 200 mililitros de una bebida con leche zero tropical tiene 3,6 gramos de azúcar, lo que supone un 4% de la cantidad máxima orientativa al día; la misma bebida contiene 20 kilocalorías, lo que representa el 1% de la cantidad diaria orientativa.

¿Qué significa realmente la palabra Zero?

Un producto Zero significa, igual que uno light, que no poseen azúcar en su composición, sino edulcorantes como el aspartamo o la estevia. Estos aportan dulzor al producto, pero son acalóricos, es decir, el organismo no puede obtener energía a través de ellos. Por tanto, en comparación con uno normal, no aportaría tantas calorías y, en consecuencia, no engordarían tanto.

Pero surgen varias cuestiones alrededor de este tipo de productos. La primera es que, tanto los productos light como los Zero son productos de consumo “vacíos”, es decir, que más allá de que engorden o no, se trata de productos no recomendados en una dieta saludable porque no equivalen a ni a un vaso de leche ni a uno de zumo natural.

La segunda de las cuestiones gira en torno a este tipo de edulcorantes. Para buena parte de los nutricionistas, los niños, que son los mayores consumidores de este tipo de bebidas, se acostumbran a su intenso sabor dulce, lo que puede desembocar en una mayor preferencia hacia este tipo de sabores. La presencia del dulce hace que cada vez se deseen más alimentos azucarados y esto puede llevar a una alteración de los patrones de dieta saludable a la larga. Es decir, se desplaza el consumo de fruta y verdura natural, que sí son nutritivas (la recomendación nos habla de un consumo mínimo de dos piezas al día de fruta y una de verdura).

En conclusión, vemos que, en la mayoría de estas bebidas, la palabra protagonista es Zero y, en letra más pequeña debajo, aparece el mensaje “Materia grasa”. Teniendo en cuenta que se trata de un producto ya de por sí bajo en grasa (la fruta), el mensaje podría llegar a ser redundante. Sí tiene sentido si hace referencia a la cantidad de azúcar añadido. 

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