Colágeno: mejor tomarlo que ponerse una crema

Colágeno

Darío Pescador

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Seguramente, habrás oído hablar del colágeno en la televisión o en la publicidad. Cremas con colágeno, suplementos de colágeno, parches, mascarillas, o tratamientos estéticos para aumentar el colágeno de la piel y eliminar las arrugas. Pero, ¿por qué es tan importante esta molécula?

El colágeno es la proteína más abundante en el espacio que hay entre las células de nuestro organismo y representa alrededor de una tercera parte del contenido total de proteínas del cuerpo. Es el componente principal del tejido conjuntivo. Principalmente, cartílago, tendones, ligamentos, piel y huesos. Está compuesto de aminoácidos, los “ladrillos” que forman todas las proteínas, ordenados en una triple hélice que forma fibras muy resistentes. 

Como el tejido conjuntivo está sometido a desgaste continuo y debe regenerarse, tener un aporte suficiente de proteínas en la dieta es imprescindible para que el cuerpo pueda fabricar colágeno y mantener la salud. Sobre todo, de la piel y los tendones.

Cuando envejecemos, la piel comienza a perder colágeno, al un ritmo de un 1% al año. También pierde elastina, otra proteína que hace que sea elástica y en su lugar, se vuelve flácida. La falta de colágeno en la piel y los tendones también hace que las heridas cicatricen peor y las lesiones tarden más en curarse.

Aquí es donde la industria cosmética ha intentado vendernos una solución desde hace décadas: poner colágeno en cremas y lociones. Sin embargo, el colágeno es una proteína enorme que apenas se absorbe a través de la piel, y solo tiene un ligero efecto hidratante. Incluso cuando se utilizan métodos novedosos (y caros) de aplicación, como los famosos liposomas, que pueden atravesar la barrera de la piel, la cantidad de colágeno que llega a la dermis, la capa “viva” de la piel, es mínima. 

Colágeno en tu comida frente a colágeno hidrolizado

¿Cómo podemos darle a nuestro cuerpo el colágeno que necesita? Simplemente, comiéndolo. Es probable que estés tomando colágeno sin saberlo. La gelatina está compuesta principalmente de colágeno extraído de tejido conjuntivo de animales, purificado, endulzado y coloreado. Un buen consomé de huesos o de pescado también es una excelente fuente de colágeno.

El calor desnaturaliza el colágeno, es decir, lo rompe en componentes más pequeños, llamados péptidos, que son más fáciles de absorber. Aún así, estos fragmentos son muy grandes en la gelatina o el caldo. Se ha visto que el colágeno hidrolizado, que ha sido reducido a péptidos más pequeños, se absorbe mucho mejor en el intestino

Además, un estudio en ratones comprobó que la ingestión de los péptidos de colágeno hidrolizado se depositaban directamente en el cartílago, en lugar de emplearse para la síntesis de otras proteínas. Los suplementos de colágeno hidrolizado han sido estudiados ampliamente para diversas afecciones, con resultados en general positivos:

Los suplementos de colágeno hidrolizado pueden ayudar con las carencias nutricionales y combatir los efectos del envejecimiento, pero no son un sustituto de una dieta adecuada y de la necesaria actividad física. Por el momento, no se han encontrado diferencias significativas entre el colágeno extraído de huesos y pieles de animales, y el extraído de espinas de peces, también llamado colágeno marino. 

También hay que insistir en que el cartílago de tiburón, que hace años se vendía como una cura casi milagrosa, aunque contiene colágeno, no es especial ni se ha comprobado que sea efectivo contra ninguna enfermedad, y mucho menos contra el cáncer. Por desgracia, los suplementos de huesos y aleta de tiburón contribuyen a la pesca ilegal de estos animales, que en muchos casos están en peligro de extinción.

* Darío Pescador es editor y director de la revista Quo y autor del libro Tu mejor yo publicado por Oberon.

¿En qué se basa todo esto?  

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