Este blog se ocupará de las series más influyentes del momento, recomendará otras que pasan más desapercibidas y rastreará esas curiosidades que solo ocurren detrás de las cámaras.
La odisea a través del tiempo de 'Timeless' llega a su fin
“Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o se ignoran, abarca todas las posibilidades”, escribía Borges en Ficciones. “No existimos en la mayoría de esos tiempos: en algunos existe usted y no yo; en otros, yo, no usted. En otros… los dos”, reflexionaba en aquella colección de cuentos que figura entre los libros más importantes del siglo XX.
Como si hubiesen leído palabra por palabra a Borges, Eric Kripke –creador y guionista de series como Revolution y Sobrenatural– y Shawn Ryan –productor de The Shield: Al margen de la ley–, han recorrido muchos caminos con Timeless. Una ficción cuya premisa no dejaba de ser simple, pero cuyas posibilidades se revelaban infinitas en buenas manos.
Un militar, una profesora de historia y un científico forman una patrulla secreta que viaja a través del tiempo para evitar que la historia cambie, persiguiendo a un misteriosos villano e intentando acabar con una organización llamada Rittenhouse, que pretende alterar sucesos del pasado. Pero toda aventura llega a su fin. Y, sin embargo, no todas las despedidas son amargas: Timeless dice adiós a la audiencia con un doble episodio especial que mezcla hábilmente los ingredientes que hicieron célebre esta serie de aventuras. Vuelven el ritmo de infarto, el humor y los guiños a la cultura pop, y la lúcida mirada sobre lo que nos ha convertido en la sociedad que somos.
Una última oportunidad para salvar el tiempo
Timeless no ha levantado el pie del acelerador desde que empezó. En el primer episodio, ya conocimos al catódico exagente de la NSA que ejercería de 'villano' de la función, Garcia Flynn –Goran Višnjić–, un personaje que tras robar una máquina del tiempo para interferir en la catástrofe del dirigible Hindenburg era perseguido por nuestro trío protagonista.
Sin medias tintas y confiando en la química que existía entre ellos, pronto nos hacíamos a la dinámica entre Rufus –Malcolm Barrett–, un científico; Wyatt –Matt Lanter–, un soldado; y Lucy –Abigail Spencer–, una profesora de historia, el equipo que intentaba detenerlo para que no modificase la historia de Estados Unidos.
Y sin darnos tiempo a pensarlo, nos encontrábamos viajando hasta la noche del asesinato de Abraham Lincoln, trabajando codo a codo con Ian Fleming –el autor de las novelas de James Bond– para combatir a los nazis en la Segunda Guerra Mundial, mordiendo el polvo en la batalla del Álamo o reclutando a Marie Curie para salvar vidas de soldados.
Aunque también les podíamos ver con Hedy Lamarr –la actriz e inventora cuyos descubrimientos llevaron a la creación del Wi-Fi–, para rescatar la última copia existente de Ciudadano Kane, presenciar los juicios de Salem, luchar junto a las sufragistas en el Nueva York de los años veinte o incluso salvar el Rock and Roll. Y, sin embargo, aún les quedaba una última aventura, la más difícil de cuantas han superado.
Pese a todo, la NBC canceló la serie en junio de este año, tras dos temporadas y una legión de fans considerable en todo el mundo. Y además, lo hacía dejándoles boquiabiertos: [SPOILER] al final del último episodio emitido, Rufus –el lúcido y entrañable científico interpretado por Malcolm Barrett– moría en un tiroteo en su viaje a 1888. Y Lucy y Wyatt debían volver al presente sin él. Toda la tristeza se tornaba esperanza cuando una segunda máquina del tiempo pilotada por dos versiones futuras de Lucy y Wyatt aparecía en la vida de los aventureros, decididos a salvar a Rufus de su fatal destino.
Ahora podemos ver dos horas finales que, más allá del fanservice, entregan una aventura unitaria que se podría entender como un eficaz largometraje, que cierra todas las tramas abiertas pero, más importante, reúne y muestra todo lo que funciona en la serie. Convirtiendo este final en el que los fans deseaban, pero también el que cualquier espectador sabrá reconocer a una ficción mucho más inteligente y entretenida de lo que podría parecer.
Timeless ha sabido configurar un entretenimiento autoconsciente absolutamente referencial y no por ello menos ameno ni ocurrente. Ha equilibrado siempre su visión de la historia, un discurso que subyace en toda la serie gracias a su inteligente mirada al pasado visto con ojos actuales, con el espectáculo, el thriller y la acción. Y eso la ha hecho única en su género. Ahora solo nos queda saber decir adiós.
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