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Agua depurada sin fósforo: el futuro de l'Albufera de València, pendiente de un proyecto pionero en Europa

Imagen de la acequia del Oro con agua depurada de Pinedo

Carlos Navarro Castelló

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Aguas verdes y peces muertos flotando en el lago de l'Albufera de València. Una imagen que en ocasiones empaña la formidable estampa ofrece este parque natural protegido rodeado de arrozales.

Una de las causas habituales de esta situación es que el agua que llega al lago procedente de las depuradoras cercanas, aunque mejor tratada, mantiene nieveles altos, siempre dentro de los márgenes legales, de lo que se denomina nutrientes, es decir, fósforo y nitrógeno.

Estos compuestos son los que generan el llamado proceso de eutrofización, dicho de otra forma, un exceso de alimentación para las microalgas responsables de ese tono verdoso, cuyo crecimiento puede acabar con el oxígeno presente en el agua, lo que causa la mortandad de peces.

La reducción de fósforo de una forma sostenible es el objetivo principal que persigue un equipo formado por técnicos de Global Omnium (GO), Egevasa y Servyeco, quienes han desarrollado una tecnología basada en coagulantes de base natural altamente biodegradables en todo su ciclo de vida, para su uso en tratamientos terciarios de aguas residuales.

Según explica la directora del Área de Residuales, Gloria Fayos, “la tecnología eco-innovadora presentada se centra en la utilización de polímeros orgánicos de origen natural, los cuales se extraen de la corteza de la acacia negra y, tras sufrir ciertas modificaciones químicas menores, son capaces de mejorar la eficiencia coagulante en comparación con otros materiales inorgánicos, dando lugar a un gran número de ventajas técnicas, económicas y medioambientales”.

Entre ellas, Fayos destaca que “no modifica el pH del medio acuoso y, además, presenta una eficiencia óptima, elimina o reduce considerablemente el consumo de floculante, protege contra la corrosión de las partes metálicas, ya que no aumenta la conductividad del medio, mejora la relación coste/beneficio frente a otros coagulantes inorgánicos, pudiendo reducir las dosis de trabajo hasta un 75%, no es corrosivo ni tóxico, lo que favorece los procesos biológicos posteriores y elimina o reduce casi por completo el uso de agentes alcalinizantes, tales como hidróxido de sodio o calcio”.

Por tanto, la novedad de este proceso, que ya se está probando a nivel de planta de demostración en depuradoras, industriales y urbanas, es que en lugar de consumir productos químicos usa otros más naturales, menos contaminantes y que generan menos lodo.

Además, “el lodo obtenido en este proceso, se podrá utilizar en los procesos de biometanización para producir biogás y mejorar la aplicación del fango en agricultura”. El proyecto, con un coste de 2,6 millones de euros, e pionero en Europa y está financiado en un 60% por el Programa LIFE de la Unión Europea, en el subprograma de Medio Ambiente.

Este proyecto contribuirá a mejorar exponencialmente el estado de las aguas del lago, puesto que actualmente no hay recursos de agua fluyente del Turia y sobre todo del Júcar de calidad que se puedan emplear en la Albufera de forma constante y no hay más remedio que enviar agua de las depuradoras de Pinedo, Quart-Benáger y el resto de las que rodean el lago.

Solo la depuradora de Pinedo aporta 22 millones de metros cúbicos de agua al año a través de la acequia del Oro, que es utilizada para inundar campos de arroz que posteriormente desagua en la Albufera, diversos cultivos de temporada y en ocasiones parte del caudal es aprovechado para inundar la Albufera y favorecer la migración de aves.

Fuentes de Global Ominum insisten en que actualmente se cumpla la legislación en cuanto al porcentaje de nitrógeno y fósforo de estas aguas. Sin embargo, “abaratar los costes y ser más eficientes en la eliminación del fósforo contribuye mucho a resolver el problema; el método desarrollado podría aplicarse a todas las depuradoras, pero en especial a las que vierten a la Albufera”.

El fósforo, un problema para el medio ambiente

El aumento significativo en los niveles de fósforo es un problema que afecta al medio ambiente y que dificulta también el proceso de tratamiento del agua residual cuando llega a las estaciones depuradoras de agua.

Según explican desde Global Omnium, “el método más comunmente empleado para reducir el fósforo a su paso por la depuradora es utilizar sustancias que hacen precipitar el fósforo, pero son sustancias químicas inorgánicas basadas en metales como el aluminio o el hierro que resultan caras, son tóxicas y generan residuos”.

El proceso, además, “incrementa casi en un 40% la producción de lodos e impide que parte de esos lodos sean reutilizables en la agricultura como abono”.

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