Una ONG publica 800 esquelas por las personas fallecidas en el Mediterráneo desde el cierre de puertos italianos
La ONG alemana Sea-Watch ha publicado en sus redes sociales y en periódicos 800 esquelas por cada persona ahogada en el Mediterráneo Central desde que en junio pasado Italia cerró sus puertos a los barcos de rescate de migrantes.
“Como la política aislacionista europea les ha quitado a estas personas no sólo la vida, sino también su identidad, tenemos que recurrir a descripciones ficticias. Esperamos no estar ofendiendo así a los supervivientes y familiares y hacer nuestra pequeña contribución a una memoria digna”, ha dicho la organización en un comunicado.
Bajo la etiqueta #UnsereToten y #OurDead (#NuestrosMuertos) se pueden leer esquelas como “Su risa era contagiosa. Ahogada frente a la costa de Dela, Libia, 19 de junio de 2018”, “Nada le era más importante que los amigos. Ahogado frente a la costa de Trípoli, Libia, 29 de junio de 2018” o “Un niño que todavía creía en Papá Noel. Ahogado frente a la costa de Homs, Libia, 1 de septiembre de 2018”.
“Lo que estamos viviendo en el Mediterráneo no es una crisis de refugiados, sino una crisis de derechos humanos”, denuncia Johannes Bayer, jefe de operaciones del barco “Sea-Watch 3”, que tras casi cuatro meses de bloqueo ha regresado al Mediterráneo en una misión europea de rescate.
Según el activista, “mientras en septiembre la mortalidad en el Mediterráneo Central alcanzó cifras récord, la Unión Europea pisotea sus valores fundamentales y roba sistemáticamente a las personas sus derechos inalienables”.
“En el Mediterráneo no mueren ahogados números y cifras, tampoco derechos abstractos. En el Mediterráneo mueren personas. Esta misma semana, nuestro barco, el Sea-Watch 3, volverá a salir al mar para evitar esto y para defender ideales europeos como la solidaridad y los derechos humanos”, agrega.
La organización critica además a la UE por financiar a terceros países para evitar que personas emprendan la huida hacia Europa así como por traspasar la responsabilidad europea a las patrulleras libias.
“La UE intenta por todos los medios evitar que las personas hagan uso de su derecho fundamental al asilo. Pero en alta mar no puede haber compromiso entre derechos humanos y la protección ante flujos migratorios: o los salvamos o los dejamos ahogarse”, subraya Bayer.
Según la Organización Internacional para las Migraciones, 800 personas perdieron la vida desde junio en el intento de huir a través del Mediterráneo Central, aunque se calcula que la cifra real es más elevada. Las ONG especializadas y organismos como Acnur reclaman la puesta en marcha de vías legales y seguras para evitar que estas personas arriesguen su vida en el mar.
