Salvini incauta el barco de una ONG que ha rescatado a 49 personas y amenaza con detener a la tripulación
El ministro del Interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, ha ordenado este martes la incautación del barco Mare Jonio, con bandera italiana y perteneciente al proyecto Mediterranea Saving Humans, que rescató a 49 migrantes este lunes en el Mediterráneo Central.
La embarcación de este plan de vigilancia en el Mediterráneo, al que pertenece la ONG Open Arms, informó el lunes del rescate de unas 50 personas, entre ellas 12 menores, que se encontraban en un bote neumático a 42 millas de las costas de Libia. La ONG explicó que las personas a bordo habían estado en el mar durante casi dos días y que, aunque sus condiciones de salud eran bastante estables, estaban muy cansadas y con problemas de deshidratación.
Fuentes del Ministerio del Interior han explicado que sería la Guardia di Finanza, fuerza especial de policía que forma parte de las Fuerzas Armadas, la encargada de incautar la embarcación y de escoltarla a un puerto de Lampedusa. También han avanzado que “en las próximas horas podrían comenzar los interrogatorios contra miembros de la tripulación”.
Salvini, que mantiene un pulso férreo contra la inmigración irregular, ha dicho este martes en declaraciones al canal televisivo de noticias Sky TG24 que los migrantes no iban a poner “un pie en Italia”. No obstante, a diferencia de otros casos en los que anteriormente otras ONG han auxiliado a migrantes en el Mediterráneo, el buque lleva bandera italiana y por tanto el ministro del Interior no ha podido apelar a la responsabilidad de otros países para reubicar a estas personas y ha tenido que autorizar su entrada a un puerto del país.
En su cruzada contra las organizaciones que socorren a estas personas, el también vicepresidente del Gobierno de Italia, Matteo Salvini, ha insistido en la prohibición del desembarco de naves de bandera extranjera, aunque también ha vetado durante días dar puerto seguro a migrantes rescatados por barcos italianos, como es el caso del Diciotti, de la propia Guardia Costera italiana, que estuvo días en el mar a la espera de órdenes.
Una vez amarrado el barco en Lampedusa, se ha procedido al desembarco de los 49 migrantes a bordo, empezando por los 12 menores.
La Fiscalía de Agrigento, en Sicilia, ha abierto ya una investigación por haber favorecido supuestamente la inmigración clandestina aunque por el momento no va dirigida contra nadie en concreto, afirman medios italianos.
Por su parte, el alcalde de Lampedusa, Toto Martello, había pedido que se dejase desembarcar a estos migrantes en el puerto de su localidad, alegando que en los últimos meses han seguido desembarcando personas sin que el Ministerio del Interior dijese nada.
Alegría por haber llevado a puerto seguro a 49 personas
El día después del desembarco en Lampedusa, el proyecto Mediterranea Saving Humans ha informado en un comunicado de que “el sentimiento que prevalece es la profunda alegría de haber llevado a puerto seguro a 49 personas y de haberlas rescatado de los peligros del cruce y de la tortura libia”.
“Entraron en Italia cantando libertad, libertad”, afirman, “porque para ellos nuestro país sigue siendo el país de los derechos humanos y de la salvación”.
Desde Mediterranea explican que el comandante del Mare Jonio fue informado este martes por la tarde de la incautación del buque y que se le acusa de no haber apagado los motores, como le ordenó la Guardia Costera a pocos kilómetros de las aguas territoriales italianas, mientras la embarcación se enfrentaba a olas de más de dos metros de altura.
Defienden que “era una orden imposible de ejecutar sin poner seriamente en peligro la seguridad del buque y de todas las personas a bordo” y que “su acción de obediencia civil se ha movido siempre dentro del marco legal de las normas vigentes, respetando su jerarquía y teniendo como eje el derecho y los derechos que protegen la vida y la dignidad de las personas”. “Por el momento”, dicen, no hay interrogatorios en curso ni han recibido más notificaciones.