Una dieta para desintoxicarnos de los excesos navideños

Una dieta para recuperarse de los excesos navideños

Marta Chavarrías

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Han pasado ya las fiestas navideñas y con ellas las comidas copiosas cargadas de alimentos con alto contenido calórico, el picoteo abusivo y la abundancia de alimentos con azúcar, algunos de los clásicos de Navidad. Y esto ha dejado su huella en la balanza en forma de algunos kilos de más.

Órganos como el hígado, los intestinos o los riñones han sido algunos de los más afectados de la falta de control alimentario. Las señales más habituales que suele enviarnos el cuerpo para recordarnos que nos hemos pasado son hinchazón, pesadez y acidez de estómago. 

Por tanto, ha llegado la hora de dar un pequeño descanso a nuestro cuerpo tras el exceso navideño. Y lo bueno de todo ello es que, para depurarnos, no es necesario recurrir a dietas extremas o ayunos. Podemos hacerlo priorizando algunos alimentos frente a otros. La dieta mediterránea puede ayudarnos mucho a conseguir el equilibrio necesario.

Los seis grupos de alimentos más recomendados para después de Navidad

Si seleccionamos bien los alimentos podemos sentirnos mejor porque compensamos los excesos navideños y recuperamos cierta normalidad en los hábitos alimenticios.

  • Desayunos con muesli o copos de avena: la avena contiene componentes que ayudan a disminuir la absorción de colesterol en el intestino. Durante estos días es fácil que se hayan alterado los niveles de lípidos y azúcares, por lo que es importante que los desayunos contengan avena. También puede añadirse a cremas o purés de verduras.
  • Incluir verduras limpiadoras como brotes tiernos, germinados, alcachofas frescas, cardo fresco, brócoli, espárragos verdes, remolacha, alcachofa, col o apio. Todas tienen una función diurética importante, además de ser protectoras del hígado y la vesícula biliar.
  • La col rizada y la achicoria son alimentos ricos en nutrientes esenciales como las vitaminas A y C y, sobre todo, de clorofila, clave en la desintoxicación y alcalinización del cuerpo. El consumo crudo en ensaladas es la mejor manera de aprovecharnos de todas sus propiedades.
  • Priorizar el consumo de frutas depurativas como la uva, la manzana, la piña o la pera, con un aporte de fibra importante para eliminar toxinas y limpiar los intestinos. También el pomelo tiene un importante poder diurético y facilita la eliminación de muchas toxinas.
  • Otra fruta clave son los arándanos, con un papel desintoxicante importante que disminuye los efectos de las inflamaciones y refuerza las vías urinarias.
  • Beber líquidos: necesitamos eliminar las toxinas adheridas a nuestro organismo. Ingerir agua nos ayudará a eliminar estas sustancias de la forma más sencilla. La cantidad: depende de cada persona, como explicamos en este artículo.
  • También los alimentos como el calabacín son una fuente importante de agua, tanto si es en forma de crema como a la plancha, ya que tiene un importante poder diurético.
  • Otra opción es elaborar un caldo a base de zanahorias, nabos, apio, puerros, calabacín, patata y un poco de salsa de soja. O una infusión de té verde, que actúa como antioxidante, depurativo gracias a su contenido en flavonoides como catequinas, flavina o taninos.
  • Priorizar el pescado azul: anchoas o sardinas, ricas en ácidos grasos omega 3, nos ayudarán a compensar el consumo excesivo de grasas saturadas, sobre todo si lo preparamos con una técnica de cocción suave, como hervido o al vapor, o cocido al horno o a la papillote. Esto permitirá que no haya tanta grasa en los platos y que la digestión sea más fácil después de la comida. Con el pescado conseguimos proteínas de calidad pero con un valor calórico menor que el de las carnes. 
  • Legumbres: nos aportarán la cantidad necesaria de proteínas de origen vegetal. También podemos optar por otras fuentes menos clásicas como la soja texturizada o el tofu.

Lo importante es incluir todos los grupos de alimentos pero en menos cantidad, dando protagonismo a los que hemos mencionado: muchos vegetales, productos integrales y muchos líquidos como caldos vegetales, infusiones y agua. 

Por el contrario, debemos reducir los hidratos de carbono de absorción rápida como los dulces o los alimentos elaborados con azúcares añadidos. Y también evitaremos el consumo de alcohol.

La Pirámide NAOS, elaborada por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), representa de forma gráfica las pautas sobre la frecuencia de consumo de los diferentes tipos de alimentos y las combina en un mismo gráfico.

Ajustar la alimentación a unos alimentos correctos y equilibrarlos bien permite reducir la ingesta calórica y, por tanto, es más fácil adelgazar. Llevar el cuerpo a dietas restrictivas no soluciona nada porque los extremos, en la mayoría de los casos, nos harán pasar hambre. 

Por tanto, lo más recomendable es incorporar unos buenos hábitos alimentarios, con platos saludables, para que el organismo se vaya adaptando poco a poco.

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