Detectan en Vitoria a un primer grupo de una docena de refugiados de Malí pernoctando en la calle
La organización Zehar Errefuxiatuekin ha detectado “en las últimas dos semanas” un grupo de “diez o doce” jóvenes varones procedentes de Malí “pernoctando en la calle o donde buenamente pueden” en Vitoria. Es una reproducción a menor escala de lo que viene sucediendo desde hace “varios meses” en Donostia. Francia mantiene un férreo control de sus fronteras con los migrantes en tránsito y este colectivo se topa en España con la burocracia para completar sus solicitudes de asilo.
Malí está sumido en una suerte de guerra civil tras el golpe de Estado en 2020, que sucedió al de 2013. Sobre el terreno operan filiales de las organizaciones yihadistas Daesh y Al Qaeda, y las salidas de refugiados son “masivas”, dicen en Zehar Errefuxiatuekin. Explican a este periódico que la llegada a Vitoria, por el momento, “no es tan notoria” como a Donostia pero sí se ha comprobado que es “el mismo perfil y las mismas circunstancias”, es decir, que probablemente hayan hecho el “mismo recorrido” desde África. Según datos del Estado recogidos en mayo por Efe, el volumen de llegadas de malienses a Canarias ha crecido un 543% y ha pasado a ser el primer país de origen.
En las instalaciones de Zehar Errefuxiatuekin en Vitoria, en la zona del ferrocarril, junto a la iglesia de San Cristóbal, ofrecen a estas personas -varones veinteañeros, en su mayoría- una ayuda “básica”. “Llegan a nuestras oficinas a asearse y a cargar los móviles”, explican desde la entidad. “Vienen durante el día un par de veces. Siempre son los mismos. ¿Dormir? En la calle o donde buenamente pueden”, agregan. “No sabemos si esto irá a más o no, pero sobre todo en Donostia llevamos meses recibiendo muchísimas personas de Malí”, indican.
En el caso de Donostia, efectivamente, el asunto se ha convertido en notorio. En este caso se congregan también en torno a las oficinas de Zehar Errefuxiatuekin en el barrio de Amara Berri. En todo caso, lejos de los brotes racistas acontecidos en Torre Pacheco o incluso en la cercana Hernani, buena parte del barrio se ha volcado en el apoyo a este colectivo, con entregas de comida e incluso actividades sociales y conciertos. Se puede leer aquí más sobre ello.
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