La Ponencia de Paz embarranca 'sine die'
La Ponencia de Paz ha embarrancado y pese a que se mantiene la reunión prevista para mañana -dado que PNV y EH Bildu no han pospuesto el encuentro- los peneuvistas admiten que “no se dan las condiciones mínimas” para continuar los trabajos de ese foro parlamentario, una vez que el PSE-EE ha decidido no acudir al encuentro ante lo que considera una “involución” del mundo de la antigua Batasuna. La posición del PNV y la de los socialistas supone de facto que este foro queda por el momento inutilizado para avanzar en el camino de la convivencia, tras el anuncio de ETA en otubre de 2011 de abandonar definitivamente el terrorismo.
La Ejecutiva socialista, que sancionó la decisión de no acudir en su reunión del miércoles, considera que ante la negativa de EH Bildu a asumir públicamente el suelo democrático pactado por todos los partidos la legislatura pasada no tiene sentido acudir a un encuentro en el que lo único que se podía hacer ya era certificar que los trabajados de ese foro parlamentario no podían tener continuidad. Los socialistas registraron ayer en el Parlamento un documento en el que explican su decisión de no acudir a la reunión del viernes y de apearse, por el momento, del foro.
El documento, dirigido a los miembros de la ponencia, reitera “que no se dan las condiciones mínimas exigibles para hacer de la ponencia un instrumento útil para consolidar una convivencia asentada sobre firmes bases democráticas”. El PSE añade que en este partido “estamos dispuestos a comprometernos en la superación de las consecuencias de tantos años de violencia, pero no a que este foro sea utilizado para blanquear la estrategia político militar aplicada en el pasado y endosar responsabilidades propias a otras instancias”.
“Es evidente que no se dan las condiciones mínimas exigibles para hacer de la Ponencia un instrumento útil para consolidar una convivencia asentada sobre firmes bases democráticas”, apuntan los socialistas en su escrito, que lleva la firma de su portavoz, José Antonio Pastor. Los socialistas constatan que en los últimos meses se ha producido en el mundo de la antigua Batasuna “actitudes que apuntan a una involución” en sus comportamientos.
Fuentes de EH Bildu habían comentado a EDN antes de que se produjera la decisión de los socialistas vascos que la coalición no tenía ninguna intención de modificar su postura en relación con el suelo ético y que, en cualquier caso, su voluntad era la de acudir a la reunión de la ponencia. “No nos vamos a autoexcluir de ningún foro con el que se pueda avanzar hacia la normalización de este país”, habían indicado las mismas fuentes, en consonancia con lo declarado esta semana en una entrevista en Radio Euskadi por el dirigente de Sortu, Hasier Arraiz. Ayer, Julen Arzuaga, reprochó al PSE haber “dinamitado los puentes para avanzar entre diferentes y poner bases sólidas para la paz” con su decisión. El diputado independentista reiteró que EH Bildu seguirá en la ponencia y acusó a los socialistas de “tener miedo” a hacer una lectura crítica del pasado y a “asumir su responsabilidad en la violencia que ha sufrido y sufre Euskal Herri, porque en ese ámbito tiene mucho que asumir”. “Solo quiere leer la mitad del libro, y nosotros queremos una foto y una memoria completas que tomen en consideración todas las violencias y todas las víctimas”.
El líder del PSE-EE, Patxi López, advirtió la semana pasada de que si la antigua Batasuna no asumía los principios éticos aprobados por el Parlamento vasco, los socialistas no estaban dispuestos a sentarse de nuevo en la ponencia, convocada para este viernes. López apuntó que si EH Bildu no se movía de sus posiciones no tenía sentido un foro en el que no iban a estar presentes los que han sido “víctimas” de la violencia en Euskadi, en alusión al PSE y al PP, formación esta última que junto a UPyD ha rechazado participar en un foro que consideran está al servicio de la estrategia de la izquierda abertzale.
Contactos entre PNV y PSE
Tras el anuncio de López, el portavoz del PSE en el Parlamento, José Antonio Pastor, mantuvo una conversación la semana pasada con su homólogo en el PNV, Joseba Egibar. Ambos valoraron la conveniencia de posponer la reunión a la espera de que EH Bildu presentara sus aportaciones al Plan de Paz y Convivencia. El Gobierno había fijado como tope para presentar estas aportaciones el próximo 20 de septiembre. Pero al final no ha habido acuerdo entre socialistas y peneuvistas en esta materia, que ha quedado expresamente fuera del acuerdo de país suscrito el pasado lunes entre ambas formaciones. El PSE se muestra crítico con el PNV y en el documento remitido a la ponencia acusa a los peneuvistas de haberse “mostrado más exigente con quien solicitó” el aplazamiento de la reunión, que “con aquellos que se resisten a revisar su pasado”.
El PNV, por boca del parlamentario Íñigo Iturrate, que se sienta junto a Joseba Egibar en la ponencia, consideró “inexplicable” el “repentino boicot” de los socialistas, porque a su juicio nada ha cambiado desde febrero. Reconoció las conversaciones con el PSE para posponer el encuentro, pero explicó que la propuesta socialista era posponer “sine die” los trabajo. El PNV, además, no ve ninguna involución en el mundo de la antigua Batasuna, aunque espera de ellos una “declaración sincera y clara” en relación con la asunción crítica de su pasado y de su apoyo a la estrategia terrorista etarra. Es decir, en reconocer el daño causado, una de las bases del denominado suelo ético.
El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, apuntó ayer la necesidad de que la izquierda abertzale asumiera el suelo ético aprobado en el Parlamento vasco y que EH Bildu no ha querido aceptar en su integridad y actual redacción. Sus representantes en la ponencia -Laura Mintegi y Julen Arzuaga- intentaron realizar cambios en el texto inicial en una de las reuniones celebradas antes de verano, pero el resto de partidos se negó a “modificar ni una coma del documento”, según denunció tras el encuentro la portavoz de EH Bildu en la Cámara vasca, Laura Mintegi. La propia Mintegi apuntó ayer que EH Bildu no “asume” el texto porque “solo interpela a ETA”.
Erkoreka calificó el suelo ético “aprobado la pasada legislatura” de “irrenunciable”, un documento “que se mantiene” y algo que “todos tienen que asumir”, aunque también comentó que el Gobierno esperaba que los trabajos de la ponencia continuaran y en su seno se pudieran buscar y alcanzar consensos en torno a la paz y la convivencia.