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Todas las miradas sobre la Ertzaintza, después de un mes de incidentes con tres heridos por balas de 'foam'

Agentes de la Ertzaintza cargan junto al estadio Reale Arena, el 5 de marzo de 2024 en San Sebastián

Iker Rioja Andueza

Vitoria —
7 de marzo de 2024 21:45 h

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Tolosa, noche del 12 al 13 de febrero: un menor resulta herido en un ojo por el impacto tras un rebote de un proyectil de 'foam' lanzado por la Ertzaintza, que intervino por unos altercado nocturnos durante el Carnaval. Donostia, 27 de febrero: se producen problemas en el partido entre la Real Sociedad y el Mallorca de la Copa del Rey. Bilbao, 29 de febrero: nuevos incidentes en la Copa del Rey, esta vez en el partido entre el Athletic Club y el Atlético de Madrid. Vitoria, 3 de marzo: los antidisturbios cargan durante la manifestación en homenaje a las víctimas del 3 de marzo de 1976, en una grabación se ve a un agente uniformado golpeando a un colega de paisano y se denuncian lesiones entre algunos asistentes. Donostia, 5 de marzo: dos mujeres resultan heridas, una de ellas de gravedad, por impactos de 'foam' tras las cargas por los incidentes en otro partido de la Real Sociedad, esta vez de Champions League y contra el PSG francés; antes, se había identificado a más de un centenar de ultras de uno y otro equipo y decomisado material lesivo.

Todo esto ha ocurrido en menos de un mes. A las investigaciones ordinarias de la Ertzaintza se suman expedientes abiertos por Asuntos Internos y por la comisión de control y transparencia de la Policía, un órgano de reciente creación presidido por el exmagistrado Juan Luis Ibarra y que, a la luz de los acontecimientos, está adquiriendo una gran relevancia. En un contexto preelectoral, todas las miradas están puestas sobre la Policía vasca y se ha reabierto el debate sobre el modelo policial superado ya el terrorismo de ETA y la 'kale borroka'. Organizaciones sociales y partidos de la oposición, particularmente EH Bildu, han lanzado críticas e incluso acusaciones de “brutalidad”, poniendo en el centro a los heridos. El Gobierno y el PNV, de su lado, han planteado abiertamente que la “trastienda” de EH Bildu podría estar detrás de una sucesión de incidentes que ven “organizados”. Esta crisis llega con un consejero de salida: Josu Erkoreka ya ha anunciado que no seguirá en la política después de las elecciones. A ello se suma el debate interno en la propia Ertzaintza, que en 2023 discute sobre qué quiere ser en el futuro con el surgimiento de un potente movimiento asindical que denuncia agravios y que acentúa el corporativismo que ya han exhibido históricamente los principales sindicatos.

Las últimas novedades que se han sumado al debate público y político han llegado de Donostia. En la gran noche deportiva en años para la Real Sociedad, que finalmente acabó en derrota, el titular es que hay una mujer de 44 años grave con una hemorragia cerebral por haber recibido un impacto en la parte posterior de la cabeza durante una carga policial. Un forense y las propias investigaciones determinarán si fue o no un 'foam' de los antidisturbios de la Ertzaintza, que es el material que ha sustituido a las pelotas de goma. En 'Noticias de Gipuzkoa', el marido de la víctima incide en que cayó herida cuando salió un momento a la zona de Errondo para conseguir cobertura con su móvil. Se vio en medio de los altercados y le alcanzó una bala, ha contado. Añade que los agentes pasaron por encima de ella cuando estaba tirada en el suelo. Inicialmente pudo incluso acceder al partido, pero acabó ingresada. Las próximas horas serán decisivas para conocer su estado de salud.

A ello se le añade el caso de otra mujer de 20 años, confirmado por fuentes policiales primero y después oficialmente. En este caso habría recibido el impacto debajo de un ojo, según 'Naiz', o en la espalda, según Seguridad. Presenta lesiones de carácter “leve” pero también se ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido. Igualmente, no tenía ninguna relación con los disturbios causados por los seguidores ultras.

Los sindicatos Erne, Esan y Sipe de la Ertzaintza coinciden con sus responsables políticos en que hay una campaña organizada contra la Policía o al menos una sucesión de actos violentos. Y coinciden con la oposición en que algo está fallando en la planificación de los dispositivos. El martes, en Anoeta, se denunció por ejemplo que no funcionaban bien las comunicaciones entre las unidades desplegadas. Ni había 'talkies' para todo el mundo ni algunos estaban operativos al no tener baterías. Una fuente de Donostia añade que los escudos son tan viejos que están rayados y no ofrecen visibilidad.

Al partido de Champions League de las dos mujeres heridas se llegó con dos celebrados la semana anterior donde hubo altercados. En Anoeta, este martes, se desplegó la Brigada Móvil, la unidad antidisturbios, patrullas de la comisaría de la Ertzaintza en Donostia y refuerzos de Irún, Hernani o Zarautz, tanto humanos como en forma de vehículos. Muchos coches habían quedado dañados en el partido de la semana anterior contra el Mallorca porque se dejaron aparcados sin vigilancia. Se llegó también con la orden expresa de no emplear los proyectiles de 'foam' más duros, los de color negro, y de recurrir únicamente a los 'suaves', verdes fosforitos. Solamente una instrucción directa del jefe territorial de Gipuzkoa podría autorizar el uso del material antidisturbios más lesivo.

Una fuente con décadas de experiencia en la Ertzaintza sostiene que, a la luz de los acontecimientos, es actualmente “una Policía inadecuada para el orden público porque apenas tiene 300 efectivos”. “En Euskadi sólo está la Ertzaintza y sólo tenemos 300 en la Brigada Móvil y si están todos, que es imposible”, señala. Cuenta que en el último partido en Bilbao hubo un operativo de 315 agentes sumados los municipales y las dotaciones de otras unidades de la Ertzaintza. “Eso no quiere decir que todos puedan intervenir en orden público. No hay nunca más de 200 [antidisturbios] en ningún evento. Ahora viene el Mundial, igual la temporada que viene tenemos al Athletic y a la Real en Europa y Euskadi es ya una referencia en eventos de todo tipo. Pero no tenemos capacidad ni herramientas adecuadas. No podemos poner a 500 como hace la Policía Nacional en el Bernabéu. Aquí no pueden venir refuerzos de León o de Valladolid. No tenemos vallas antivandálicas. ¿Qué hacemos?”, reflexiona.

La fuente de Donostia, que pide no ser identificada, insiste en que los agentes que no son de la Brigada Móvil “no tienen prácticamente formación en antidisturbios” aunque también les toca en ocasiones como las actuales. Las patrullas de Seguridad Ciudadana tienen lanzadores de 'foam'. En Tolosa quedó claro que fue la Brigada Móvil la interviniente. En Donostia es algo que sigue en investigación y que ninguna fuente ha concretado. Este agente sí que recalca que si la Ertzaintza usa su armamento es porque existe una amenaza real. “El policía no está nada cómodo con lo que pasa. Cada paso que damos se cuestiona. En Anoeta hubo un momento que daba miedo. Mucha gente, de noche, bengalas, el humo, ...”, agrega. Seguridad apunta a ocho agentes heridos en Anoeta y a otra quincena en los sucesos anteriores, aunque no todos han sido dados de baja.

En Tolosa toda la actuación quedó grabada por cámaras de videovigilancia y se pudo reconstruir lo sucedido. Hubo un incidente, la Policía intervino y el impacto se produjo por un rebote de un 'foam' en el brazo de un implicado que acabó en el ojo de otro, un menor. Erkoreka ha hecho mucho hincapié en que la víctima no era alguien que “pasaba por allí”. La familia y una plataforma de apoyo al herido, ya recuperado, han lamentado que se quiera criminalizar al joven. Se ha convocado una movilización contra la violencia policial para el 16 de marzo.

En Anoeta también hay cámaras. Habrá que determinar ahora si ofrecen una visión clara de los hechos. La comisión de control y transparencia se estrenó en 2022 con un informe sobre una detención muy controvertida en Bilbao. El caso quedó archivado en vía judicial a pesar de los indicios de que los agentes propinaron golpes al arrestado, pero este organismo emitió un largo informe con recomendaciones. Se pidió a la Policía que grabara todos sus operativos. Ya se hace en algunas ocasiones pero no fue así en Anoeta. En 2023 el presidente de este foro, Ibarra, recalcó la necesidad de empezar ya a registrar esas operaciones y cargas, pero Seguridad indicó que hasta “finales” de 2024 no se adquirirán todas las cámaras, que se incorporarán al uniforme.

El mandato de Iñigo Urkullu que ahora acaba tuvo en unos incidentes en Anoeta, precisamente, su primera crisis. En la Navidad de 2012 la selección vasca de fútbol masculina jugó contra Bolivia un amistoso. Se unieron ultras de varios clubes del entorno y hubo altercados. Aquello sucedió apenas unos meses después de la muerte de Íñigo Cabacas por el impacto de una pelota de goma. Ocurrió en los aledaños del viejo San Mamés y tras un partido europeo del Athletic. Se puede leer aquí una reconstrucción de aquellos hechos.

Alertados por avisos de incidentes, la Ertzaintza se personó en un callejón de María Díaz de Haro y cargó. Aquella fue la última vez que se emplearon las bolas de caucho, altamente letales incluso tras un rebote. Todavía ahora hay quien niega en la Ertzaintza que ese disparo hirió de muerte al joven seguidor del Athletic y en un primer momento la cadena de mando casi fuerza al consejero, el ya fallecido Rodolfo Ares, a salir públicamente negando el empleo de ese material. La investigación de aquel caso cambió para siempre la Ertzaintza. Aquella noche intervinieron unidades de Seguridad Ciudadana y no la Brigada Móvil. Aquella noche no se registraron las armas empleadas ni las bolas disparadas. Aquella noche se supo que había material en mal estado.

La muerte de Cabacas aceleró la decisión ya tomada de adquirir los nuevos lanzadores de 'foam', que en este década apenas habían dejado un caso judicializado, el de una manifestante contra Vox que quedó archivado. También supuso priorizar a la Brigada Móvil en las intervenciones de orden público frente a las patrullas y técnicas más de 'cuerpo a cuerpo' que con armamento. Pero eso precisa de más recursos humanos. Desde 2012 se ha colocado en los uniformes un código alfanumérico que identifica a los ertzainas de cara a posibles denuncias por abusos. Todo ello se completó en 2019 con la aprobación de una nueva ley que creaba una comisión independiente de control y transparencia, que actúa siempre que hay heridos de cierta consideración o fallecidos, así como posibles denuncias de excesos. Hace también seguimiento de los cuerpos locales, no sólo de la Ertzaintza.

La convocatoria de las elecciones llevó aparejada la disolución del Parlamento y que se suspendieran todo tipo de iniciativas. Al día siguiente de que esto se produjo Erkoreka tenía que comparecer para dar cuenta de lo sucedido en Tolosa. EH Bildu, sin embargo, se ha agarrado a un precedente de la única legislatura en que el PNV ha estado en la oposición (2009-2012) para lograr que le hayan sido aceptadas en la diputación permanente de la Cámara decenas de preguntas sobre temas variados, sí, pero también sobre la Ertzaintza. Es la única formación de la oposición que tiene los votos suficientes en ese órgano de guardia entre legislaturas. De momento, Seguridad tendrá que informar de los hechos de Tolosa y Vitoria, aunque el portavoz en la materia de EH Bildu, Julen Arzuaga, ha escrito en redes sobre la “escalada” de los últimos casos en Donostia.

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