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El SMI, clave para la reducción de la brecha salarial en Extremadura, asegura UGT

Una camarera de piso trabajando en un hotel

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El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) debe seguir subiendo para garantizar que los salarios más bajos, percibidos mayoritariamente por mujeres, sean dignos y así desaparezca la mayor parte de la brecha salarial, que es de 3.280 euros anuales entre hombres y mujeres, según los datos de la Encuesta de Estructura Salarial de 2020.

La secretaria de Igualdad, Política Social y Salud Laboral de UGT Extremadura, María José Ladera, ha analizado la situación actual de la brecha salarial en Extremadura con motivo del Día Internacional de la Igualdad Salarial. La citada encuesta sitúa la brecha salarial en Extremadura en un 14,86 por ciento, lo que supone un descenso de 2,6 puntos respecto al año anterior, previo a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 900 a 950 euros.

Por ello, ha incidido en que el incremento sustancial del SMI producido en los últimos años ha repercutido en el descenso de la brecha salarial entre mujeres y hombres. En este sentido, ha comunicado que si el descenso de la brecha salarial producido en 2020 respecto a 2019 fuera constante, en Extremadura “podría alcanzarse la igualdad salarial dentro de seis años”.

Igualmente, Ladera ha reiterado que la brecha laboral entre hombres y mujeres está influenciada por múltiples factores y no sólo por una diferencia de salarios en un puesto o sector determinados. Así pues ha destacado que la desigualdad también nace de la contratación a tiempo parcial como “única” vía de inserción laboral para la mujer, además de una mayor temporalidad o la marcada feminización de los sectores peor retribuidos y las categorías profesionales más bajas.

Por ello, ha insistido en que la subida del SMI es un mecanismo útil para reducir la brecha salarial, pero también la implantación de Planes de Igualdad en las empresas y, sobre todo, en el seguimiento de los mismos, ya que de lo contrario las medidas acordadas “caerán en saco roto”.

Además, ha hecho especial hincapié en que los sueldos de la región son los más bajos del conjunto nacional, por ese motivo se puede apreciar en menor grado la brecha salarial, algo que se acrecenta en una regla directa en regiones más industrializadas donde los salarios son más altos.

En cuanto a los sectores de actividad, Ladera ha indicado que los más feminizados son los que mayor brecha salarial soportan, por ser sectores peor retribuidos, donde abunda la parcialidad en la contratación y donde las categorías profesionales que ocupan las mujeres son las peor pagadas.

Asimismo ha apuntado que los sectores que sufren una mayor brecha salarial son las actividades administrativas con un 31,07 por ciento, las actividades y servicios sociales (28,39%) o el comercio y la reparación de vehículos (25,27%), entre otros.

Mayor brecha en los contratos a tiempo parcial

Respecto a la modalidad de contratación, en los contratos indefinidos ha señalado una brecha del 11,86 por ciento, mientras que en los temporales esa diferencia aumenta hasta los 17,49 puntos.

Ladera ha resaltado que Extremadura junto con Canarias son las regiones donde menos brecha salarial hay en la modalidad de contratación indefinida, por otro lado, con respecto al contrato a tiempo parcial somos la tercera comunidad autónoma que mayor brecha soporta junto con Comunidad Valenciana y Asturias.

En relación al factor edad, ha explicado que en tramos de edad coincidentes con la etapa reproductora de la mujer o cuando ésta decide ser madre (entre los 35 y 44 años) se aprecia un incremento de la brecha salarial.

Pero la mayor discriminación se produce en mujeres con 65 años y más, “lo que parece indicar que la mujer necesita permanecer más tiempo en el mercado laboral para poder tener una vida laboral con cotizaciones que redunden en una jubilación digna”, ha dicho la secretaria.

Por último, ha recordado que la brecha salarial no afecta solamente en el momento presente si no también en el futuro, “en el momento que somos perceptoras de una futura pensión e incluso si somos perceptoras de una prestación por desempleo” por lo que ha insistido en la necesidad de paliar la descompensación salarial. 

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