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La Junta quiere iniciar la próximo década con 30.000 vehículos eléctricos circulando por Extremadura

El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, observa uno de los 200 vehículos eléctricos que la Diputación de Badajoz entregó a los municipios de la provincia

Santiago Manchado

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Unos 30.000 vehículos eléctricos recorrerán las calles y carreteras de Extremadura en apenas nueve años. Ese, al menos, el objetivo de la Junta para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera y que se incluye, entre otras muchas medidas, en el Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima (PEIEC) 2021-2030. Para principios de la próxima década se prevé que la electricidad extremeña sea 100% renovable.

Aunque el número total de automóviles en la comunidad supera los 836.000, se trata de un propósito ambicioso si se tienen en cuenta los vehículos eléctricos que a día de hoy circulan por la región. Según datos la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), en el año 2019 se matricularon en Extremadura 120 vehículos electrificados y el año pasado fueron 328. Hasta julio de este año se han matriculado 187 frente a los 114 del mismo periodo en el año anterior.

A juicio del delegado en la región de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE) , Juan Manuel Moya, el objetivo marcado por la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad es “alcanzable” si se tiene en cuenta que cada año se dobla en número de vehículos eléctricos que se inscriben en Extremadura, aunque también aboga por eliminar burocracia y algunas condiciones para el acceso a las ayudas para la compra de estos coches.

Otro dato a tener en cuenta para valorar la apuesta que debe realizar la comunidad autónoma por la movilidad sostenible: la Estrategia de Fomento del Vehículo Eléctrico en Extremadura, que se presentó hace sólo tres año, fijó en 9.200 el número de esos automóviles para 2030. Ahora, tan solo tres años después, ese objetivo se multiplica por tres, lo que, además, obligará a actualizar la estrategia regional en la próxima reunión de seguimiento.

Pero, ¿qué ha pasado para este cambio sustancial? Según fuentes de la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, el contexto actual es “sustancialmente” distinto y, en este sentido, se destaca la “apuesta” del Gobierno central por el despliegue del vehículo eléctrico a través del Programa de Incentivos a la Movilidad Eficiente y Sostenible -los conocidos como Moves I, II y III- y la financiación de los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

No obstante, la Junta subraya que el propósito es “correlativo al marcado por el Gobierno para España”. En el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima se establece como objetivo que en 2030 haya cinco millones de vehículos eléctricos, es decir, el 16% del parque móvil de ese año.

Más de 8.000 puntos de recarga

El despliegue del vehículo eléctrico actualmente se encuentra con dos inconvenientes: la diferencia de precio con los de combustión y la falta de infraestructuras de recarga. En cuanto a lo primero, algunos fabricantes estiman que la paridad de precio se alcanzará en 2025 y hay que tener en cuenta que la Comisión Europea ha fijado 2035 como el fin de la venta de coches de gasolina y diésel.

En cuanto a los puntos de recarga, según Anfac en Extremadura hay 137 puntos de recarga con acceso público de los cuales 74 están en entornos urbanos y 63 en interburbanos. Pero para 2030 y estas infraestructuras deberán multiplicarse hasta los 8.280 puntos de recarga vinculados.

Por su parte, la citada asociación estima necesario disponer de 1.119 puntos de recarga públicos en Extremadura en 2023, 1.839 puntos a cierre de 2025 y 6.133 puntos a cierre de 2030.

Y la pregunta es ¿cómo conseguir todo esto? Transición Ecológica plantea potenciar las líneas de ayudas ya existentes y que se recogían en la estrategia regional: ayudas a la adquisición de vehículos eléctricos en el sector público y en el sector privado; la adquisición de vehículos eléctricos por parte de la Administración regional; los programas de difusión y sensibilización sobre las ventajas medioambientales y económicas; actuaciones de concienciación; las medidas de bonificación en parkings y también en los impuestos (IAE, IBI en viviendas con estación de recarga); y medidas de acceso en zonas restringidas, por ejemplo, del centro de las ciudades.

El vehículo eléctrico del presidente

Las distintas Administraciones también han adquirido vehículos eléctricos para dar visibilidad a su apuesta por la movilidad sostenible y servir como ejemplo. Las diputaciones de Badajoz y Cáceres, la Junta de Extremadura y los ayuntamientos de la comunidad autónoma disponen de estos automóviles en muchos de sus servicios.

En este sentido, la consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García, presentó en junio los primeros tres vehículos eléctricos puros que ha adquirido su departamento como “adelanto” de la apuesta de la Junta de Extremadura por la movilidad sostenible electrificada en su flota de vehículos. Uno de ellos es el utilizado por el presidente, Guillermo Fernández Vara, en sus desplazamientos oficiales. Para ello ya se ha instalado un punto de recarga en su residencia y otros puntos en la cochera del edificio administrativo de Morerías en Mérida.

A la adquisición de estos tres nuevos vehículos le seguirá la de otros diez en los próximos meses y la instalación de 28 puntos de recarga en diversas dependencias de la Junta de Extremadura por todo el territorio regional.

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