El hijo condenado por el asesinato de su padre en Logrosán acusa a su madre de matarlo por despecho
La defensa del hijo del empresario de Logrosán asesinado en febrero de 2011, hecho por el que están condenados tanto él como su madre a 17 años y medio de prisión, ha cambiado su versión y ha acusado a su progenitora de cometer el asesinato por “despecho y rencor”. Durante más de tres años, tanto José Carlos Triguero como su madre, Rosa Durán, han mantenido la inocencia de ambos y que fue un tercero que accedió a la casa.
Sin embargo el hijo ha cambiado su versión y su defensa, ejercida por Lidia Fernández, ha manifestado que “en base a las pruebas y dado que su cliente no fue, no queda otra que el que fuera la mujer”. En cambio, el abogado de la madre, Juan José Gutiérrez, ha mantenido que su cliente es inocente y no ha entrado a valorar las acusaciones del hijo “por órdenes expresas de la mujer”.
El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ha acogido la vista para ver los recursos de apelación a la sentencia condenatoria de asesinato de la Audiencia Provincial de Cáceres. Madre e hijo llegaban al Tribunal en furgones distintos pero se han sentado uno junto al otro en el banquillo de los acusados. Sin mediar palabra Rosa Durán ha escuchado cómo su hijo la acusaba de los hechos y al final de la vista sólo se ha limitado a decir que es “inocente y que su vida no tiene sentido después de los hechos”.
Las defensas han solicitado a la Sala la absolución de sus clientes al considerar que se ha vulnerado el derecho de presunción de inocencia, que no existían motivos para acometer el asesinato y que ha habido error en la valoración de la prueba y que han sido condenados sólo por “indicios”. Por su parte, tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular ejercida por Lourdes Díaz han solicitado la confirmación de la pena al considerar que la misma “es ajustada a derecho” y que las pruebas “son concluyentes y que ambos participaron en el asesinato”.
En cuanto a la acusación del hijo a la madre, su abogada se ha basado en que “la mujer entregó a la Guardia Civil un pijama distinto al que llevaba puesto, en que no se ha encontrado la colchoneta en la que dijo que estaba durmiendo y por el despecho y rencor que sentía hacia su padre por la vida paralela que llevaba”.
Por su parte, el abogado de la mujer, ha incidido en que las pruebas aportadas “pueden ser válidas para otras explicaciones como la intervención de un tercero”. La Audiencia declaró como hechos probados que el hijo del empresario asesinado se fue el día anterior de montería con la escopeta de su cuñado, arma que aún estaba en su casa la noche del asesinato.
La noche del 13 al 14 de febrero, sobre las tres de la madrugada, el empresario Alfonso Triguero se encontraba durmiendo en su cama cuando el hijo “le disparó en el costado izquierdo con la escopeta a escasa distancia”. Estos hechos se realizaron, indica la sentencia, en “connivencia con su madre que también se encontraba en el domicilio y sabía todos los detalles de la acción”. Una vez cometido el disparo mortal, madre e hijo, abrieron cajones y simularon que había entrado en casa un tercero para robar lo recaudado en el restaurante de su propiedad.
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