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Cooperantes, embajadores de la solidaridad dentro y fuera de Extremadura

Trabajadora humanitaria

Jesús Conde

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Es una profesión que requiere altas dosis de compromiso y sacrificio, y en la que a cambio se recibe un importante enriquecimiento personal. Aquellos que la ejercen advierten que no debe idealizarse, tiene sus 'contras', aunque coinciden en que 'engancha'.

Más que un trabajo supone un modo de vida donde llevan la justicia social y los derechos humanos por bandera.

Cientos de personas trabajan en el mundo de la cooperación en Extremadura, de la mano de más de medio centenar de organizaciones agrupadas en la Coordinadora de ONGD.

En sus proyectos refuerzan la defensa de mujeres lideresas y los derechos humanos en países en conflicto. Abordan los peligros de la ablación en África o forman en nuevas técnicas de cultivo para poner marcha cooperativas en América Latina. También fomentan la salud y la protección de derechos humanos en países como Palestina y todos sus territorios.

Uno de los elementos que cada vez adquiere más protagonismo es la educación para el desarrollo. Normalmente se realiza en el territorio de la mano de programas que apuestan por sensibilizar a la población extremeña sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible en general.

Existe personal vinculado a las ONGD de forma profesional que trabaja en otros países. Son los cooperantes expatriados, más de un centenar en la actualidad. A ellos se suman decenas de personas que lo hacen desde Extremadura de manera profesional, y junto a ellos una vasta red de voluntariado.

Gestionan proyectos que cuentan con subvenciones públicas, en el caso de la Comunidad Autónoma de Extremadura procedentes de la Agencia Extremeña de Cooperación al Desarrollo (Aexcid), las diputaciones y los ayuntamientos. También cuentan en algunos casos con el mecenazgo de entidades privadas.

Los cooperantes

Como cada 8 de septiembre se ha celebrado el Día de Cooperante, una fecha en la que la Coordinadora Extremeña de ONGD quiere lanzar un sentido homenaje a todas las personas vinculadas a este mundo. También quiere reconocer la inmensa labor de las personas voluntarias.

Su trabajo se basa en los principios de la transformación, la justicia social y el humanismo. Trabajan por un mundo más justo. “Algo que supone poner por encima de los intereses de los mercados y el negocio el valor de las personas. La ciudadanía”.

La presidenta de la Coordinadora Extremeña de ONGD, Silvia Tostado, destaca que la cooperación es un movimiento grande en todos los sentidos. También es una profesión en la que tanto las organizaciones como los cooperantes asumen la rendición de cuentas con pulcritud, al tratarse de una política pública sustentada con fondos.

“Celebramos que haya personas que se dedican a esta labor, pero lanzamos un mensaje reivindicativo. Deben seguir siendo políticas públicas fuertes. No se trata de un favor, más bien de una medida para reordenar las cosas de una manera más equitativa y más justa”. “Desde Extremadura tenemos mucho que decir. Podemos sentirnos orgullosos y orgullosas”.

La cooperación con acento extremeño

Llega a todos los continentes, aunque la trayectoria con América Latina resulta fundamental. En este sentido Silvia Tostado pone de manifiesto que existe una deuda histórica con el continente africano. Apunta que desde el sector resulta necesario revisar cómo la cooperación tiene que ser más fuerte en aquellos lugares donde las necesidades son más mayores.

Por cuestiones culturales, de relación de años y el idioma, en América Latina existe una trayectoria dilatada de trabajo que tiene que seguir siendo así, pero incide en que “hay que echar al mismo tiempo un vistazo a África, una deuda que hay que comenzar a trabajar”.

Alta cualificación y respeto

En sus inicios la cooperación partió desde la buena voluntad, y ya con el paso de los años se ha ido profesionalizando. Hoy requiere una cualificación importante.

Desde la coordinadora aclaran que eso no quiere decir que no se pueda hacer nada sin tener una cualificación, aunque es un sector que necesita una formación constante y específica. Resulta ser un sistema multidisciplinar, en el que trabajan desde personas vinculadas al derecho y la sociología hasta profesionales de la la educación, ingeniería o salud.

Para ser cooperante es necesario además tener un respeto profundo hacia los territorios en los que se va a trabajar, según destaca. “Sobre todo el respeto a la población y las decisiones soberanas que toman quienes viven en los territorios a los que nosotros vamos. Supone dejar a un lado ese eurocentrismo y valorar todo el bagaje de las personas que están allí”.

“Una profesión más necesaria que nunca”

Destacan que hoy día la cooperación al desarrollo resulta más necesaria que nunca. Silvia Tostado señala cómo cada año huyen cientos de miles de personas de sus países de origen. Lo hacen por causas como el hambre y las guerras, a causa de una persecución relacionada con su ideología, su orientación sexual o su identidad de género.

Detrás de su éxodo existe una amalgama de circunstancias que les hacen llevar sus vidas al límite. Sin embargo, cuando arriban, reciben la respuesta del mundo, de Europa: “que es prácticamente de ignorancia, cuando no respuestas que niegan los derechos humanos”.

“La respuesta de organizaciones no gubernamentales ha sido lo que nos devuelve la fe. También las respuestas desde algunas administraciones, no todas, al poner de manifiesto que lo primero son las personas y los compromisos con los derechos humanos”.

En este contexto señala que la cooperación y los cooperantes tienen mucho de esto. “No dejan de ser una parte más que pretende dar la vuelta al orden que tenemos en el mundo. A esas normas del juego que ordenan y que hacen que unos pocos privilegiados disfruten de unos niveles de vida insostenibles”. “No somos ni los únicos ni la única solución que forma parte de este sistema. Pero es importante destacar la labor que hacen desde nivel personal y de organización”.

Desmontando estereotipos

Por otro lado incide en que en los tiempos actuales se vuelve necesario desmontar estereotipos, “para dar voz y valor a los proyectos que hacemos, en diversos países del mundo”. “Tenemos que mostrar lo que se invierte desde la política pública de cooperación como un valor positivo. Estamos cansados de escuchar cómo el presupuesto que se destina a esta política pública se convierte en un arma arrojadiza, como si fuera algo negativo”.

Frente a esto, Tostado defiende que los impuestos redistribuyen riqueza. “Esa es la base de los impuestos, en todos los sentidos. Y es una riqueza que se tiene que redistribuir de forma justa”.

“Nuestras acciones tienen un efecto en lugares y personas que parecen que están muy lejos, pero que nos conectan de forma directa. También tenemos que hacer acciones y tenemos una responsabilidad que asumir con ellos. De eso se trata la cooperación. Redistribuye y trata de paliar los efectos de desequilibrio que existen en el orden mundial. Ojalá tengamos que dejar de existir porque no tenga sentido nuestro trabajo”.

Educación para el desarrollo

Desde la Coordinadora de ONGD ponen de manifiesto que la sensibilización y educación a la propia población extremeña, bajo el prisma de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, resulta fundamental.

Se vuelve necesario que la gente desaprenda para volver a aprender ciertas cuestiones. “Supone hacernos conscientes de los impactos que generamos en el mundo. Hay unas cuestiones claves que son transversales, como los derechos humanos, la sostenibilidad de planeta y la igualdad y los feminismos”.

“Hay que sensibilizar a la población que vive en la región para que tome conciencia de cuál es la realidad que se vive en el mundo. No podemos vivir ajenos y pensar que el mundo se limita a nuestra realidad más cercana, cuando ahí fuera hay muchas cuestiones sobre las que tenemos que tomar decisiones”.

Un mensaje para la juventud

Defienden que la cooperación y el voluntariado deben ejercerse desde un profundo sentido de respeto hacia los demás.

También animan a despojarse de las visiones que le hacen al ser humano sentirse el centro del mundo. Resulta fundamental ver cuáles son las realidades que viven otras personas y otras realidades, entendiendo que esas realidades tienen unos motivos y unas casuísticas. “Es necesario que se cuestionen todo y llegar al el origen. Conocer el origen de las desigualdades a las que nos enfrentamos es esencial”.

Silvia Tostado aboga además por incluir las perspectivas solidarias y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible en los sistemas educativos, para que el alumnado sea más crítico. Para que cuestione todo y traten de tener en cuenta cuáles son las diferentes realidades del mundo.

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